Deportes
El mercado de pases de San Lorenzo: un refuerzo, 16 salidas y la difícil chance de sumar a Keylor Navas
Por el momento, el Ciclón no pudo suplir las numerosas bajas que sufrió de cara a la nueva temporada. Cómo está el panorama
El mercado de pases de San Lorenzo de Almagro está muy movido, pero más por la salida de jugadores que por la llegada de refuerzos. Hasta ahora, sumó una sola cara nueva. Se trata de Emanuel Cechini, volante central con pasado en Banfield. El futbolista, de 28 años, llegó con el pase en su poder, tras su paso por el Audax italiano de Chile, y firmó un contrato por un año. El martes pasado, en el primer amistoso de este 2025 frente a Nacional en Montevideo, el mediocampista central ingresó a los 15 minutos del segundo tiempo por Matías Reali y sumó sus primeros minutos con la camiseta azulgrana.
En este mercado de pases, el único que renovó contrato fue Ezequiel Cerutti. El delantero, de 32 años, firmó por un año y la dirigencia le refinanció la deuda y lo puso al día con el sueldo que percibe. El ex Estudiantes fue titular en el primer amistoso del año y es tenido en cuenta por el experimentado director técnico, que hizo fuerza para su continuidad.
En la victoria sobre el Bolso por 1-0 con el tanto de Ezequiel Herrera en el estadio Gran Parque Central, el Ciclón padeció la grave lesión de Facundo Altamirano, producto de un choque con el ex delantero azulgrana Diego Herazo. El arquero deberá pasar por el quirófano por una fractura del cubito de su brazo izquierdo, que le demandará entre tres y cuatro meses de recuperación. El martes pasado, el guardavalla abandonó la concentración en la capital uruguaya para retornar a Buenos Aires, pensando en prepararse para la cirugía.
Ante este panorama, la dirigencia comandada por Marcelo Moretti puso manos a la obra para buscar un reemplazante. En los últimos días, fue ofrecido Keylor Navas, ex arquero del Real Madrid y del Paris Saint Germain. “A Navas lo ofrecieron, pero es imposible económicamente”, le aclaró una fuente dirigencial muy importante a Infobae.
La dirigencia tiene arriba de la mesa lo que pretende cobrar el costarricense, de 38 años, que hace seis meses no disputa un partido oficial, ya que terminó su contrato con el PSG y no lo renovó. Los dirigentes son optimistas y se mueven a contrarreloj para buscar dinero de sponsors para tratar de hacer una vaquita y abonarle la primera parte de su contrato, que equivaldría a 1,5 millones de dólares por año, pero está muy difícil la situación porque es un contrato muy alto. “No veo viable la llegada de este arquero”, asegura el mismo dirigente.
Cabe recordar que Navas atajó en tres Mundiales para Costa Rica (2014, 2018 y 2022), se consagró campeón de la Champions League en tres oportunidades con La Casa Blanca y tiene 29 títulos entre nacionales e internaciones tras sus pasos por Deportivo Saprissa de Costa Rica, en el Real Madrid de España y en el PSG de Francia junto a Lionel Messi. En el 2024, el portero tico apenas atajó en ocho encuentros entre la selección de su país y la Copa y Liga de Francia hasta quedar libre en mayo pasado.
En caso de no poder cerrar al golero de la selección costarricense, el plan B es la vuelta de Gastón Chila Gómez, quién hoy es parte del plantel de Gustavo Costas en Racing. Para ello, San Lorenzo deberá firmarle un nuevo contrato, ya que su primer ciclo concluyó el pasado 31/12.
En los últimos días, la dirigencia de Moretti bajó las negociaciones con Andries Noppert, arquero de la selección de Países Bajos. Ambas partes habían llegado a un principio de acuerdo, pero Russo prefirió que llegue otro jugador en esa posición, ya que el holandés no habla el idioma español y era una dificultad para comunicarse con los defensores.
Otro candidato para defender el arco en Boedo es el uruguayo Washington Aguerre, quien quedó libre de Peñarol, pero sus pretensiones económicas están lejos de lo que puede pagar San Lorenzo. El arquero de 31 años, oriundo de Artigas, Uruguay, es el que más le cierra al entrenador. “A Aguerre se le hizo una oferta, pero el club no puede ofrecer más dinero”, aseguró la misma fuente.
Por ahora, se van a arreglar con Orlando Gil que es del gusto del entrenador, aunque van a traer a otro arquero más para que compita por el puesto. “Estamos buscando un arquero”, confirmó Russo en declaraciones a la prensa.
En cuanto a las salidas de futbolistas del plantel, fueron 16 los que ya no están, y algunos le dejaron dinero a la institución, especialmente dos surgidos de las inferiores del club. Gonzalo Luján fue vendido al Inter Miami en 700 mil dólares brutos por el 40 por ciento del pase, mientras que San Lorenzo permanece con el 60 por ciento de los derechos federativos.
Por su parte, Iván Leguizamón fue transferido a Olimpia de Paraguay. El Ciclón acordó con el equipo paraguayo la venta del 50 % del pase del delantero en una cifra cercana a los 2 millones de dólares. En dicho monto se canceló a su vez una deuda que mantenía el Santo con el club guaraní por el pase de Facundo Bruera, quien apenas disputó un puñado de minutos en Primera y se fue a Barracas Central al poco tiempo de llegar.
Estas salidas se suman a las de Santiago Sosa y Agustín Hausch, que pasaron a Defensa y Justicia a cambio de 1,5 millones de dólares por el 50 % de las fichas de ambos futbolistas. Nahuel Barrios recaló en Barracas Central por un año, sin cargo y sin opción de compra. Tomás Silva fue cedido a Platense durante este 2025, sin cargo y con opción de compra de 400 mil dólares por el 50% del pase. Alexis Sabella y Lautaro López Kaleniuk fueron prestados a Atlanta por un año, sin cargo y sin opción de compra.
Por su parte, el polaco Francisco Fydriszewski rescindió de común acuerdo tras intimar por una deuda, Sebastián Blanco finalizó su vínculo y no renovó, Nahuel Bustos regresó a Talleres, que hizo uso de la repesca, Gastón Campi se consideró libre por falta de pago, al Chila Gómez se le terminó su vínculo. Tomás Porra llegó como agente libre a Barracas Central, Eric Remedi no renovó su contrato y decidió partir de Boedo y Diego Perea se marchó a Almirante Brown cedido a préstamo por el conjunto de Boedo.
Mientras tanto, Russo trabaja con su plantel en la pretemporada en Uruguay y este jueves, San Lorenzo volverá a jugar un amistoso frente a Peñarol por la Copa Serie Río de la Plata.
Deportes
Los partidos de fútbol tienen un tiempo neto de juego de 51 minutos: las medidas que prepara la FIFA para revertirlo
Durante el último Mundial los árbitros fueron estrictos con el tiempo adicional, pero con el paso de los meses eso se perdió en la mayoría de las ligas del mundo. Lo que se viene
El cierre de la temporada 2024 en el mundo del fútbol dejó como una de las principales preocupaciones la pérdida de tiempo durante los partidos. De hecho el tiempo de juego neto fue en promedio de solo 51 minutos.
A lo largo de los últimos años, la Comisión de Árbitros de la FIFA manifestó su inquietud por la cantidad de tiempo de juego efectivo que ocurre en un partido y por esto estuvo atenta a remarcar la importancia de darle una mayor atención a la cuestión, especialmente en relación con los minutos de recuperación de tiempo perdido.
Por lo general, los árbitros solo añaden entre 3 y 4 minutos de tiempo adicional por cada mitad, lo que no refleja el tiempo realmente perdido debido a diversas interrupciones. Frente a esto, el Mundial de Qatar 2022 buscó ser un punto de inflexión. En aquel momento, el presidente de la Comisión de Árbitros, Pierluigi Collina, junto con el director de la subdivisión de árbitros, Massimo Busacca, emitieron directrices claras para la cita mundialista.
Estas indicaban que los árbitros debían ajustar su forma de actuar conforme a lo que estipula la Regla 7, que regula la duración del partido. En su sección 3, la regla establece que el árbitro puede añadir tiempo para compensar las interrupciones ocurridas durante el partido.
La instrucción emitida por Collina y Busacca fue que los árbitros debían recuperar todo el tiempo perdido, no solo lo que se considere como “mínimo”. Así, en varios partidos de la Copa del Mundo, que terminó ganando la selección argentina, se vieron extensos tiempos de recuperación.
Por ejemplo, en el encuentro entre Inglaterra e Irán se añadieron 24 minutos de tiempo extra (14 en la primera mitad y 10 en la segunda), debido a las lesiones, cambios y la interrupción del VAR. Otro partido recordado con similares características fue el disputado entre Argentina y Arabia Saudita, en el que fueron agregados 19 minutos (6 en el primer tiempo y 13 en el segundo), debido a los retrasos causados por lesiones, cambios y una revisión del VAR.
Estas directrices, que se reportaron a todas las Asociaciones Miembro de la FIFA, subrayaron la necesidad de hacer cumplir con lo que establece la Regla 7 en cuanto a la recuperación del tiempo perdido. Entre las situaciones que justifican la prolongación del tiempo de juego se encuentran:
-Sustituciones de jugadores.
-Atención médica o retirada de jugadores lesionados.
-Pérdida deliberada de tiempo.
-Sanciones disciplinarias.
-Pausas por motivos médicos aprobados por el reglamento de la competición, como las pausas para rehidratación (de no más de un minuto).
-Retrasos originados por los chequeos y revisiones VAR.
-Cualquier otro retraso significativo, como las celebraciones de goles.
Sin embargo, a pesar de la implementación de estas recomendaciones durante el Mundial, tras su finalización y con el paso de los meses se observó que muchos árbitros y federaciones dejaron de aplicar estrictamente estas directrices.
Lo que se viene
Debido a esta situación, la FIFA informó que en febrero, entre el 24 al 28, se realizará un curso con los árbitros preseleccionados para el próximo mundial pertenecientes a Conmebol y Concacaf. Este encuentro se llevará a cabo en las instalaciones de Boca Juniors, en la Ciudad de Buenos Aires y será dictado por las autoridades de la Comisión de FIFA.
Entre los temas a desarrollar, entre otras cosas, se insistirá en forma rigurosa en la correcta aplicación de la Regla 7, para asegurar que se recupere adecuadamente el tiempo perdido en los partidos. Además, se pedirá especial atención a las medidas disciplinarias para garantizar que se respete la “zona exclusiva para capitanes”, evitando interferencias externas en las decisiones de los árbitros.
Otro punto en consideración será lo que ocurre con los guardametas cuando tienen el balón en su poder, ya que algunos jugadores demoran innecesariamente el reanudar el juego, y el árbitro no interviene adecuadamente, lo que permite que se siga prolongando la pausa en el partido.
La FIFA reafirmó su firme compromiso de requerir que los árbitros internacionales de todas las asociaciones miembros cumplan rigurosamente con estas directrices, especialmente en los torneos internacionales, donde es crucial recuperar el tiempo perdido de manera eficiente y adecuada.
Con este objetivo, se solicitará de manera explícita que el cuarto árbitro brinde su apoyo al árbitro principal, colaborando estrechamente para indicar el tiempo mínimo que debe añadirse al final de cada parte del partido.
El árbitro principal es quien tiene la última palabra en cuanto al tiempo adicional, y se le permite extender el tiempo indicado por el cuarto árbitro si lo considera necesario para compensar interrupciones significativas durante el juego. No obstante, en ningún caso podrá reducir el tiempo adicional previamente informado.
Esta medida busca asegurar una gestión más justa y precisa del tiempo en los partidos, garantizando que los equipos tengan la oportunidad de disputar la totalidad del tiempo reglamentario y que cualquier interrupción, ya sea por lesiones, sustituciones o circunstancias imprevistas, sea debidamente compensada.
Por otro lado, este año podría implementarse un nuevo sistema operativo de revisión en video (FVS), donde se les daría una participación a los directores técnicos, para solicitar una revisión. Este nuevo sistema operativo, que fue testeado en el último Mundial Sub 20 Femenino, tiene como objetivo sumar a aquellas Asociaciones Miembros con menores recursos económicos.
Deportes
Radiografía del 2025 de las barras del fútbol argentino: las internas que están a punto de explotar
A días del inicio del nuevo torneo, hay preocupación por posibles enfrentamientos internos en varias hinchadas. Los detalles
Cada vez que arranca una nueva temporada del fútbol argentino, los partidos no se juegan sólo en el césped sino también en las tribunas. Y este 2025, quizá como pocas veces en los últimos tiempos, hay un combo explosivo de peleas por las sucesiones en las barras que tendrán además el adicional de los violentos del tablón jugando en las elecciones nacionales lo que siempre en los años impares les da un poco más de la impunidad permanente que parecen haber conquistado por años en la Argentina.
El foco estará puesto sobre todo en los equipos grandes y en algunos del Interior donde el negocio es fuerte y el flujo de dinero también. Y más teniendo en cuenta que venimos de un 2024 que dejó cinco víctimas fatales: Jorge Durán, hincha de Chacarita asesinado dentro del estadio en una interna de la barra el 3 de febrero, Ricardo Balle, asesinado un día después en las inmediaciones del estadio de Gimnasia de Mendoza también por problemas internos de la barra, Aleida Camacho, una mujer de 36 años que quedó en medio de un enfrentamiento a balazos entre los barras de Almagro y Estudiantes de Buenos Aires el 21 de julio pasado y los dos crímenes de los líderes de la barra brava de Rosario Central, Andrés Pillín Bracamonte y Daniel Rana Atardo producido el 9 de noviembre a la salida del partido entre el Canalla y San Lorenzo.
Con este lastre las primeras miradas se enfocan a lo que pueda ocurrir en algunos clubes cuyas barras atraviesan turbulencias. Aquí, un repaso de cada institución que juega la Liga y las internas y los alertas que deberían poner en marcha a la seguridad deportiva.
Los incidentes en las elecciones de Racing
Racing Club: el cambio de autoridades en el club se tomó para la facción disidente como la oportunidad para el cambio de mando también en la popular. El grupo oficial lleva el nombre de Los Pibes de Racing y lo maneja un barra de Villa Corina llamado Leandro Paredes con múltiples conexiones con el mundo sindical, que arrancan en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, donde cobra un sueldo oficial, y sigue por Panaderos, Camioneros, Petroleros y demás. Pero ya sabe que un grupo grande que se escindió de su bando y maneja Matías Alfonzo, alias Cara de Paty, que tiene banca en el aparato municipal conjuntamente con integrantes de La Vieja Guardia Imperial, van por su cabeza. Hubo varios amagos el año pasado pero el primer capítulo de guerra callejero se dio el día de las elecciones. Apenas se supo que Diego Milito era el nuevo presidente, un grupo de la facción disidente se arrimó al estadio y hubo una batalla a tres cuadras del Cilindro. Fue sólo el aviso: suponen que la guerra total se dará con el comienzo de la Copa de la Liga.
Independiente: el grupo de Barracas llamado Los Dueños de Avellaneda y que tiene el mando de la popular hace ya seis años a cargo de Juan Ignacio Leczniki y Mario Nadalich parece firme en la tribuna Norte del Libertadores de América y sorteó en este tiempo varias rebeliones. Pero para este 2025 se anticipa un frente de tormenta ya que el bando disidente autotitulado Los Pibes del Rojo con base en Florencio Varela decidió a fin de año juntarse con otros grupos marginados, como el barrio 4 de Junio de Avellaneda que siempre se referenció en el ex líder César Loquillo Rodríguez y sumó también gente de la época de Pablo Bebote Alvarez para ir por todo. Y si bien los hermanos Escubilla que son los referentes de la facción tienen derecho de admisión como otros diez miembros clave del grupo, dicen haber congregado un ejército de 200 “piernas” como se los llama en la jerga para ganar la tribuna.
El grupo Los Dueños de Avellaneda, la facción oficial de la barra, emboscó a un referente del grupo opositor durante el partido entre Independiente y River
River Plate: 2025 es el año que Los Borrachos del Tablón marcaron como el del regreso al Monumental. Si bien vienen entrando unos 150 sin identificaciones, dieron pasos gigantescos para demostrar que apenas arranque el torneo ellos dirán presente. Un aviso fue la bandera que apareció en la popular Sívori en el último partido de local el 8 de diciembre pasado contra Rosario Central. Y ahora dicen que vuelven con todo el cotillón y con los líderes en el tablón. El año pasado uno de los hermanos Ferraras estuvo a punto de ingresar en la Copa Libertadores porque “por error” lo habían sacado de la lista negra, lo que se corrigió cuando la noticia amenazaba con desatar un escándalo. Hoy Los Borrachos tienen el liderazgo compartido entre la familia Ferraras, que manejan el norte del Conurbano, con Mauro como cabeza, y Ariel El Pato Calvici, que se apalanca en barras del Sur y en sus contactos con los sindicatos y políticos. En el medio está el grupo del Oeste, que tiene por rostro a Axel Flores. Todos unidos en una paz precaria con el objetivo del regreso a la cancha.
Boca: en La Doce las aguas navegan tranquilas aunque cada tanto la bomba latente parece que va a estallar y después todos reflexionan que mejor es gestionar las diferencias adentro que embarcarse en una guerra por ese botín gigantesco que al final puede provocar que todos pierdan. El poder desde 2016 está asentado en la dupla Mauro Martín-Rafael Di Zeo, aunque éste último volvió a quedarse fuera de los estadios por una medida aplicada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich tras quedar involucrado en una causa judicial en Córdoba por presunta tenencia compartida de arma de fuego. Rafa está haciendo todo lo posible por anular ese proceso y poder recuperar su lugar en el paravalanchas pero hasta ahora infructuosamente. También se unió a esa dupla Marcelo El Manco Aravena con su facción de Lomas de Zamora. Ambos perdieron lugartenientes clave tras los derechos de admisión que se gestaron por los graves incidentes en el partido contra Gimnasia por la Copa Argentina, pero no parecen correr riesgos. Tienen demasiado anudada las relaciones con la dirigencia y otros factores de poder que hace que la facción disidente que va a la tribuna que da al Riachuelo no sueñe con un regreso cercano.
Rosario Central y Newells: acá está el mayor desafío para la Seguridad este año. Porque ambas barras quedaron descabezadas y generan un flujo de billetes gigantesco por lo que alguien va a ir por ese botín. En el caso de Central, los crímenes de Andrés Pillín Bracamonte y Daniel El Rana Attardo pusieron a todo Arroyito en guardia. Se suponía que Daniel Pitito Martínez, el tres de la barra, asumiría ese lugar, pero ahora está preso y acusado de encubrimiento de ambos asesinatos y hasta de posible entregador, lo que lo deja fuera de carrera. También estaba en la lista el Turco Sarat Navas pero antes del último partido del Canalla le balearon la casa para avisarle que no era el elegido. ¿Quiénes apuntaron en su contra? En la barra aseguran que fue el viejo grupo de Los Chaperos, echados por Bracamonte una década atrás cuando se alió con Los Monos y que ahora vendrían por la revancha. Habrá que ver si tienen fuerza pero que intentarán llegar, es indudable. Enfrente tendrán al bando que se referencia en Los Monos, cuyo líder, Samuel El Gordo Samu Medina, fue asesinado en octubre, y un grupo del barrio del ex segundo de Pillín, Julio Cara de Goma Navarro, también asesinado, y cuya hija llamada Leila quedó imputada en la causa en que se investiga la muerte de Bracamonte.
En el caso de Newell’s, el panorama es impredecible. Porque la Justicia detuvo en el último tiempo a los diez miembros clave del paravalancha leproso, entre ellos Lucho Gallardo, que era el que ponía la cara en la tribuna y ante la dirigencia. Los dos grupos que peleaban por el poder, el de Leandro Pollo Vinardi y Alejandro Rengo Ficadentti, también están rindiendo cuentas en los estrados judiciales. Y Guille Cantero, el jefe del clan Los Monos y que domina desde 2016 la barra del club del Parque Independencia, está buscando nuevos gerentes de la violencia. Y esa situación hará que muchos para rendirle pleitesía cometan hechos violentos, más teniendo en cuenta que como se ventiló en el juicio que se está llevando adelante, son más de 30 millones de pesos por partido los que levanta la barra brava.
Belgrano, Instituto y Talleres: las tres barras cordobesas pasan por un período de lucha intestina que tuvo en 2024 enfrentamientos a balazos que no terminaron con muertos de casualidad y no piensan parar en este nuevo año. En Belgrano la pelea está dada entre la facción oficial que lideran Lucas Pavón y el gitano Pedro Minuet contra el grupo del histórico Roberto Tito Ponce. Pavón tiene el favor de la comisión directiva y asienta su poder en sus relaciones sindicales, sobre todo con los gremios de limpieza y camioneros. Ponce tiene la agenda completa de números importantes. En octubre se enfrentaron a tiros en las adyacencias del estadio y por ahora, Pavón luce firme, aunque Ponce prometió volver.
En Instituto la lucha entre Los Ranchos, dueños de la popular, a cargo de los hermanos Ontiveros y con asiento en la Villa Naylon y sus rivales Los Capangas, que responden al ex arquero Gustavo Tenaza Moyano, es sangrienta. Hubo asesinatos tanto en la Villa como en Alta Cordoba y aunque todos terminaron presos, la pelea sigue en pie. Mientras que en Talleres hay una situación particular pero que se dirime por ahora fuera del estadio. Darío Cáceres, el histórico líder, fue condenado a prisión en noviembre como jefe de una banda narco. Y hay dos grupos que pujan por el poder: el del Paisa Fernando Larraona contra el de Barrio Yapeyú de los hermanos Fuentes. Hubo balaceras en actos sindicales y en clubes de barrio pero por ahora esa guerra no se trasladó al Kempes, aunque habrá que ponerle mucho cuidado.
Huracán y San Lorenzo: del clásico barrial por antonomasia de la Ciudad de Buenos Aires, la más complicada es la barra del Globo. Ahí hay tres grupos: el dominante José C. Paz, por el nombre de la plaza de Parque Patricios donde se reúnen, al mando de la familia De Respinis, la facción El Pueblito, habitualmente ligada a la José C. Paz, y la de Villa Zabaleta, que tiene juego propio y que perdió en la guerra interna diez años atrás y tuvo que aceptar el mando de la oficial. Pero el año pasado este grupo de la Zabaleta a cargo del Gordo Pablo, viejo barra de la zona, quiso que el reparto de beneficios sea más justo y ante la negativa hubo un encontronazo a balazos en agosto en el partido por Copa Argentina contra Argentinos Juniors. La José C. Paz reafirmó su liderazgo y hasta tomó el control del club Piraña pero el Gordo Pablo juntó gente de Lugano, Soldati, Ingeniero Budge y Cuartel V de Moreno para desbancarlo. Por ahora la correlación de fuerzas no le da, pero nunca se sabe. En cambio, enfrente, la Butteler parece tener todo claro: su jefe sigue siendo Francisco Rescia y por ahora en la puja política que hay en el club juegan al mejor postor. Si eso puede traer problemas cercanos, se verá.
Godoy Cruz e Independiente Rivadavia: los equipos mendocinos atraviesan diferentes realidades. El Tomba tiene una barra en plena ebullición por la pelea en la propia familia Aguilera, que la maneja hace 20 años. De un lado Diego, alias El Asesino, del otro Daniel, el Rengo. Ambos presos pero que siguen manejando todo desde la cárcel. Esa pelea llevó a varios conflictos dentro del estadio que terminó con la suspensión del encuentro entre Godoy Cruz contra San Lorenzo, por ejemplo. Es una bomba que estalla en cada encuentro. En cambio Independiente Rivadavia parece haber solucionado a mediados del año pasado la interna entre los grupos Villa Hipódromo y Villa del Parque, con mayor cuota de poder para estos últimos. Habrá que ver si ese pacto frágil no se rompe.
Atlético Tucumán y Central Córdoba: en el Norte también se cuecen barras. En Tucumán La Inimitable, tal el nombre del grupo que se posa en el centro de la popular, pasa por un período inestable entre las familias Acevedo y González, que siempre gobernaron la tribuna y hasta tienen parientes cruzados porque hay integrantes de ambas familias casados entre sí. Pero eso no implica que no haya problemas de plata que estallaron en noviembre pasado y terminaron en una batalla en las afueras del estadio. En el caso del flamante campeón de la Copa Argentina, la interna es feroz entre el bando del histórico Miguel Angel Ovejero, alias Pepo, y el del barrio San Martín, lo que quedó patente en las semis de Copa Argentina donde tras el triunfo contra Huracán se agarraron a tiros quedando una menor de 14 años herida de bala. Pepo ganó esa batalla por el apoyo del oficialismo político local pero los de San Martín se la tienen jurada.
Respuesta de barra de Gimnasia
Estudiantes y Gimnasia: otra ciudad dominada por barras que tienen mucho poder municipal y sindical y dos realidades diferentes. En el Pincha manda La banda del León en manos de Adrián Socío y sobre todo Iván el General Tobar, que maneja parte de la Uocra local y su hermano Miguel que pisa fuerte en el sindicato de Patovicas. Acá no hay rivales, porque la comisión directiva juega para este grupo a punto tal que la seguridad en los shows del Estadio Uno y en el predio Pincha denominado Country de City Belll la hace una empresa de los Tobar. Insólito. Del otro lado reina Christian el Volador Camillieri quien ya lleva 20 años al frente de la tribuna pero como está enfrentado a los sindicatos de los Tobar, éstos lo quieren desplazar y apoyan la llegada de Marcelo Amuchástegui, hijo del Loco Fierro, el mítico jefe barra del Lobo, y eso generó incidentes en el estadio del Bosque y la probabilidad de una guerra cercana.
Unión y Sarmiento: la barra de La Bomba, tal el nombre de los violentos de Unión, está en una interna feroz. La manejan hace más de una década los hermanos Galeano, del barrio Sargento Cabral, pero el año pasado sus rivales del barrio Roma, del ex líder Daniel Cantero, se propusieron regresar. Por eso se aliaron a los del barrio Alto Verde que maneja Jorge Peto Altamirano y armaron frente común que terminó con tres hechos a puro balazo, el último de ellos en octubre pasado. Y todos aseguran que lo que se viene será peor. En Sarmiento la interna está entre el bando oficial de los hermanos Farías que lideran La banda del Oeste y un grupo dado en llamar La barra del Fonavi, por los edificios construidos con fondos públicos, que está queriendo tomar mayor protagonismo.
Un barra de Aldosivi abrió fuego contra la fracción disidente
Aldosivi y Lanús: por último, las otras dos barras a mirar con cuidado son la del equipo de Mar del Plata y la del Sur del Conurbano bonaerense. La primera tiene una pelea feroz entre el grupo del Puerto que lidera Luis El Indio Coman contra los de Villa Italia de los hermanos Sosa. El año pasado hubo dos enfrentamientos a balazos que dejaron varios heridos y la victoria total para La Pesada del Puerto. Pero el mes pasado Coman y su hijo quedaron presos por una serie de robos en La Feliz y en Miramar y eso abre otro panorama para que sus rivales intenten de nuevo destronarlo. En Lanús la guerra se cobró una muerte y siete heridos de bala entre los históricos de Villa Sapito cuyo jefe es Diego Fanfi Goncebate y los rivales de El Ceibo. Desde que ocurrió ese hecho, Sapito lidera en soledad pero la Justicia pidió la captura de Fanfi por aquella batalla que dejó un muerto y ahora el líder está prófugo, y si bien su bando permanece unido nadie asegura que no podría abrirse un camino hacia una sucesión impredecible.
El resto de los clubes que participan en la Liga Profesional tienen tribunas mafiosas, sí, pero estables, bancadas por el club y el resto de los factores de poder. Así en Argentinos Juniors manda el Cabezón Emerson, en Banfield la familia Tuniñali, en Vélez Raúl Ciminelli, en Defensa y Justicia Claudio W. apodado Chaio, en Tigre Marcelo Paulitti junto al ex boxeador Pigu Garay, en Platense siguen pisando fuerte aún desde afuera la familia Torres y el Viejo Tom y el barrio Mitre, mientras que en San Martín de San Juan está al mando la facción Pueblo Viejo y en Barracas Central todo depende de Sergio El Boti Avalos, aunque su poder es delegado.
Deportes
La descendiente de una comunidad toba que buscará ser campeona mundial de boxeo: “Es el combate de mi vida”
Andrea “La Cobrita” Sánchez también modela para marcas deportivas. Es la mayor de 7 hermanos nacidos en el Chaco. De niña, trabajó con su familia en el campo: hizo ladrillos y cosechó algodón. Madre de un nene de 4 años e hija de un boxeador, buscará cumplir su gran sueño: levantar el cinturón dorado
Con la fuerza del linaje que le hace arder la sangre y el amor por su familia, Andrea Sánchez regresará al ring en busca del título mundial que siempre soñó. Esa pelea podría ser una de las últimas de su carrera y por eso, dice: “Será la más importante y voy a ir por todo”.
Nació hace 35 años en Villa Ángela, una comunidad toba del corazón de Chaco. Creció sabiendo cómo se hacen los ladrillos de tierra colorada y cómo es pasar horas y horas bajo el calor que descompone cosechando algodón, tarea que realizó junto a su familia, especialmente su padre.
No reniega de su infancia. Dice que fue lo que le tocó y que, pese a los inconvenientes y carencias a los que las comunidades originarias están acostumbradas, sus días chaqueños fueron felices. El amor de la familia fue la verdadera riqueza para la mayor de siete hermanos. Lo único que lamenta, mientras conversa con Infobae, es no haber aprendido su lengua nativa. “Al igual que otras costumbres, esa también se está perdiendo. Las últimas generaciones ya casi no lo hablan”.
Creció en una familia de boxeadores: su papá es Martín “La Cobra” Sánchez. Sus tíos también boxearon, pero no fue hasta que vio a su padre vencido en el cuadrilátero que despertó en ella una furia ancestral y un deseo de “venganza” con la vida por considerarla tan injusta para ese hombre que unos meses antes lloraba la muerte de uno de sus hermanos.
“No merecía perder. Estaba abatido y salió a pelear igual, pero ese combate fue su único nocaut”, recuerda y aún le duele. “Papá, yo voy a pelear y buscar el título de campeona del mundo”, le prometió aún sin saber siquiera qué le decía.
En una conmovedora entrevista con Infobae, la campeona argentina y sudamericana habló del camino que emprendió tras aquella promesa: sus primeros años viviendo sola en Buenos Aires, donde debió atravesar momentos de acoso que la obligaron a crecer; la maternidad que llegó hace cuatro años y el combate de su vida. El primero de febrero, en Villa Carlos Paz, buscará convertirse en campeona del mundo en la categoría minimosca.
La Cobrita
En el corazón del Chaco, donde los sueños se tejen entre la tierra y el sudor, nació Andrea “La Cobrita” Sánchez. De su padre, Martín “La Cobra” Sánchez, no heredó no solo el apodo, sino también una pasión desbordante por el boxeo. No oculta su admiración por él mientras cuenta que desde pequeña observaba a su padre ganándose la vida con empeño, a los golpes y quemándose la piel bajo el sol que, literalmente, rajaba la tierra y su cuerpo.
Tenía apenas 14 años cuando decidió que el boxeo sería su vida. Con una determinación asombrosa (que a ella misma, 21 años después, estremece), dejó su tierra natal para probar suerte en Buenos Aires: en realidad, lo hizo persiguiendo ese sueño de llegar a lo más alto. Y sabía que lograrlo tenía muy poco de suerte si no que necesitaba emprender un rumbo de esfuerzo, disciplina y mucho coraje, sobre todo, para abrirse camino en ese mundo tan masculino y de los hombres. También sabía que esos requerimientos los traía innato.
“Cuando inicié, antes de los 15 años, hice mis primeras exhibiciones en Chaco. A los 18 años, me mudé a Rafaela, Santa Fe, donde di mis primeros pasos y tuve las primeras peleas amateurs. Allí me preparé, digamos, para pegar el próximo salto que era ir adonde Dios tiene su oficina: Buenos Aires. Aunque ya estaba pulida para el boxeo amateur, al llegar a la gran ciudad me di cuenta de que me faltaba cien pasos más para ser profesional. Entonces, tuve algunas series de peleas amateurs más, proceso en el que me acompañó Sergio Víctor Palma, uno de los técnicos que tuve y campeón del mundo. Luego conocí a Julio García, que también fue mi director técnico y atravesó a mi lado la era amateur y la profesional. Estuvo conmigo hasta el último mundial que disputé y perdí contra México”, resume los años primeros años de entrenamiento y trabajo duro ya instalada en la Capital Federal.
Ese recorrido, asegura que lo hizo con el objetivo bien claro. “Siempre estuve enfocada en mi meta: ser campeona del mundo en mi categoría”, reitera y se recuerda para qué vino. En el “mientras tanto” que vivió —porque aunque el deporte le cambió la vida hasta en lo económico— trabajó modelando para marcas de prendas y productos deportivos.
“Tuve muchísimas ofertas para desviarme de mi camino. Imaginate que yo salí de mi casa siendo muy chiquita y mil veces me replantee si lo que estaba haciendo, el dejar mi casa, a mis hermanitos, a mis padres para estar sola y persiguiendo un sueño, valía la pena… Entonces, cada vez que aparecían estos tipos de ofertas para desviarme sólo pensaba en quienes había dejado de lado y para qué, así volvía a enfocarme: me decía a mi misma que vine a buscar mi título, a consagrarme, a ser campeona del mundo de boxeo”, remarca con énfasis y la voz casi quebrada.
Luego de una pausa, suspira y cuenta que ésas ofertas para desviarla fueron proponerle ser parte de realities shows, la actuación o emprender una carrera en el modelaje. “Para mí, lo de ser modelo publicitaria iba de la mano del boxeo porque buscaba promover mi deporte y mostrar el lado más femenino que tiene porque ser boxeadora no te quita la feminidad. También hacía publicidades porque hacer deporte de alto rendimiento siempre fue caro y necesitaba tener mis fuentes de ingresos porque como deportista amateur no se puede vivir del boxeo y siendo profesional, tampoco. El alto rendimiento es caro y aunque tengo sponsor, debo solventar mis gastos”, dice y cuenta que desde que entendió que no puede vivir del deporte dejó de hacer números porque “es desmotivador para un atleta enfocarse en lo económico y no en su gloria”..
Andrea vuelve nuevamente a su pasado en Villa Ángela. Estar allí mentalmente la pone en foco. “A mí el boxeo me sacó de la pobreza. Yo vengo de padres ladrilleros, orgullosa lo digo. Desde muy chiquita ellos me enseñaron a trabajar y a ganarme el pan. Vengo de otra crianza: yo pagaba mis cosas con mi trabajo aún siendo chiquita. Tengo seis hermanitos. Cuando nació Guadalupe, la menor, me estaba yendo de casa y casi no la conozco porque por el deporte siempre tuve que estar lejos y enfocada. Entonces, cada vez que nos vemos con mis hermanos vuelvo a ese pasado porque fui la típica hermana mayor de provincia, que deja de comer para que los hermanitos se llenen la panza. Yo los cuidé y los protegí; a esos recuerdos los tengo latentes, pero ya están grandes y hay que volver a conocerse”, dice con algo de tristeza y resume con orgullo cómo son las vidas de Cecilia (33), Gabriela (31), Lorena (30), Verónica (27), Walter (25) y Guadalupe (19).
No sabe si por haber sido las mayor, pero aún es la más apegada a su papá. Y cuando “La Cobra” boxeaba, ella estaba al lado. “Desde chiquita fui a verlo pelear a mi papá. Hizo un par de peleas para la Federación Argentina de Boxeo y la Selección. Después fue convocado para quedarse peleando en Buenos Aires y durante ese tiempo, su hermano, el más apegado, se suicidó. Fue muy duro para él. Recuerdo que cuando pasó, de la bronca le pegó una piña a la heladera y se rompió la mano. Estaba triste y lesionado. Pasaron dos años para recuperarse de ese golpe y volver al ring. Él también es el mayor de varios hermanos y cuando es así sentís responsabilidad sobre ellos, así nos educaron. Entonces, desde ese día, mi papá empezó a sentir que le faltaba algo. Yo lo acompañaba a correr y me daba cuenta de que estaba muy vacío en lo deportivo porque para competir se necesita una motivación, un objetivo. Él seguía por complacer a la gente que le pedía que volviera”, cuenta pausada y la historia la conmueve.
Emocionada, sigue: “Él quería ser campeón por la gente, no por él. Cuando volvió al ring, perdió por nocaut. Fue el primer nocaut en que lo vi caer… ¡Fue muy fuerte! Y en una conversación que tuvimos mientras cosechábamos algodón le pregunté si quería seguir boxeando. Dijo: ‘No sé. Siento que me falta una parte’... Estaba muy abatido y sentí que era muy injusto para él, porque merecía ser campeón del mundo”. Esa charla se dio un día de 50° de temperatura, en un campo donde trabajaban juntos. No habían tomado una gota de agua y apenas habían comido un poco, pero no lo suficiente. Entre esos copos blancos, Andrea vio la fragilidad de la persona y convirtió a su padre en un guerrero.
“Al admitir su dolor me demostró su coraje y su entereza. Ahí fue cuando le dije que yo iba a buscar el título del mundo. ‘¡Ni se te ocurra! Ese es un camino muy largo y muy duro, hija. Vos vas a terminar de estudiar y te vas a recibir de algo’, me dijo. Tenía 14 años y estaba haciendo la primaria, al que iba 15 días y 15 trabajaba en el campo. Le dije que nos merecíamos el titulo de campeones del mundo, y que yo lo haría”, dice y se quiebra.
La escuela en la que cursaba era vecina de un club de boxeo. Y, un día, decidió no entrar al aula y fue a preguntar por las clases de box. “Empecé a escondidas porque no me dejaba. Sin que se diera cuenta él, le sacaba las vendas de su bolso y las ponía en mi mochila. Yo iba al colegio de noche, porque trabajaba desde las 4:00 en la cosecha de algodón o íbamos a hacer ladrillos, y terminábamos a las 18. A las ocho de la noche estaba en el colegio y a medianoche nos íbamos a casa a comer lo que había y acostarnos. Al otro día, igual. Esa era la rutina de lunes a sábado y a veces los domingos. Como el club estaba pegado al colegio, a veces entraba y al que fue técnico de boxeo de mi papá. Durante dos o tres meses entrené a escondidas de mi familia y quedé libre en la escuela. Se enteraron mis papás y pensaron que faltaba porque había conocido algún chico y me estaba portando mal, pero iba a entrenar”.
A los tres meses, le propusieron realizar su primera exhibición con una boxeadora amateur. “Tenía que debutar en una ciudad vecina pero implicaba todo un proceso de viajar y nunca antes había viajado más que con mi papá y mi mamá para trabajar. Entonces, fui a la casa de mi abuela y le conté todo. Ella era mi segunda mamá. Le pedí que dijera que la tenía que cuidar esa noche. Lo entendí y me dijo que no iba a ir sola. Me acompañó, me compró lo que me hacía falta, unas vendas nuevas, un bucal, vaselina y otras cosas que necesitaba. Y fui con ella a mi primera pelea”. El llanto se apodera de Andrea con el recuerdo de su abuela, que falleció hace un año.
Su papá se enteró de esa exhibición y la vio. El canal local pasó el combate y se enojó por la decisión que tomó Andrea. Al verla, le dio un golpe porque sintió que se puso en riesgo, y a los segundos le pidió perdón. Ella lloró, sin entender. Le pidió perdón también por no haberle contado, pero le explicó que ese era su destino. El hombre, decidió que sería él quien la prepare para las próximas peleas.
Camino al sueño
Desde ese momento, su carrera se disparó como el vuelo de un cóndor y logró títulos importantes: el campeonato argentino y el título intercontinental minimosca de la Federación Internacional de Boxeo, en 2017. En 2018, tuvo la primera oportunidad de ir por el ansiado titulo mundial de la Federación Internacional de Boxeo y perdió contra la mexicana Guadalupe Bautista. Esa pelea se realizó en el Club Unión Progresista de su ciudad natal, Villa Angela, y la “Licenciada” ganó por nocaut técnico en el 8° round, y se quedó con el título minimosca.
“Me dolió muchísimo perder. Después de esa pelea, tuve un parate con el boxeo porque necesitaba encontrarme conmigo. Luego hubo muchos cambios. Conocí a mi marido, que vuela helicópteros, y fui mamá. Fue algo que busqué muchísimo”, cuenta sobre cómo la vida la sorprendió con un nuevo desafío en 2020 con la llegada de su hijo Augusto, que nació durante la pandemia, en medio de la incertidumbre y el aislamiento. La llegada de su bebé fue un momento de alegría indescriptible para ella, pero también una prueba de fuego. Los primeros meses fueron duros, enfrentando las demandas de la maternidad mientras su corazón también anhelaba volver al ring.
“Fueron casi tres años alejada del ring. Volví y perdí las primeras peleas”, lamenta sobre el regreso que no le fue fácil: tuvo tres derrotas consecutivas que la hicieron dudar de su lugar en el boxeo. Pero el lazo inquebrantable con su padre y el amor por su abuela, quien siempre la alentó desde la distancia, le dieron la fuerza necesaria para levantarse. Con el apoyo de su familia y la comunidad de Villa Devoto, donde reside, Andrea encontró nuevamente su lugar y ahora se prepara para cumplir su promesa.
A días de volver a estar frente a frente con su mayor deseo, sostiene: “Deseo dejar un mensaje de superación personal porque, prácticamente, estoy en mis últimas peleas en el boxeo. Logré muchos objetivos en el deporte, pero sentía que me faltaba este: la posibilidad de dejar este mensaje. Y quise hacerlo con Infobae porque lo sigo y leo muchísimo”.
Hoy, Andrea tiene con la mirada puesta en ese futuro inmediato y sueña con el título mundial. Disfruta también de su vida como modelo para marcas deportivas, disfruta ser una de las mejores boxeadoras del mundo y tiene su propio programa de streaming donde entrevista a otros atletas para fomentar el deporte. Su historia es un testimonio de coraje y resiliencia, una prueba de que los sueños, aunque desafiantes, pueden alcanzarse con determinación y rodeado del amor de los seres queridos.
Andrea “La Cobrita” Sánchez, más fuerte que nunca, sigue peleando, no solo por un título, sino por el legado de su familia y su pasión por el boxeo.
*Todas las fotos son de Andrea Sánchez, instagram.com/andrealacobrita
-
Politica6 horas ago
La Justicia ordenó mantener abiertos y en funcionamiento los sitios de Memoria
-
Deportes6 horas ago
La descendiente de una comunidad toba que buscará ser campeona mundial de boxeo: “Es el combate de mi vida”
-
NOTICIAS5 horas ago
El polémico video de la joven que atropelló a un nene en Pinamar tras ser liberada
-
Deportes6 horas ago
Radiografía del 2025 de las barras del fútbol argentino: las internas que están a punto de explotar
-
Politica6 horas ago
El Gobernador de Jujuy vetó la ley que obligaba a pagar un seguro para recibir atención en los hospitales públicos
-
Deportes6 horas ago
Los partidos de fútbol tienen un tiempo neto de juego de 51 minutos: las medidas que prepara la FIFA para revertirlo
-
Deportes6 horas ago
La terminante declaración de Miguel Merentiel sobre el objetivo de Boca Juniors en la temporada que comienza
-
Deportes6 horas ago
El Dream Team de San Miguel: quiénes son las figuras que llegaron al equipo para lograr el ascenso a Primera