Las altas temperaturas ponen a prueba nuestro cuerpo y pueden derivar en problemas de salud graves. Expertos comparten consejos prácticos para estar seguros cuando el termómetro supera los 35 grados.
Las altas temperaturas no son solo una incomodidad pasajera. El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que en varias regiones las temperaturassuperarán los 33 grados. Esta situación puede afectar gravemente nuestra salud si no tomamos precauciones.
El doctor Mauricio Gleenie, especialista en medicina interna del Hospital Zambrano Hellion de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México, advierte: “Las altas temperaturas pueden causar diversos problemas de salud, desde molestias leves hasta afecciones potencialmente mortales”.
Por su parte, la Dra. Liz Weinandy, dietista principal del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, explica: “El agua suele ser la mejor opción y la más adecuada para la mayoría de las personas, a menos que suden excesivamente. En ese caso, la reposición de electrolitos como el potasio y el sodio empieza a ser más importante”.
Señales de deshidratación
Karla Gutiérrez, coordinadora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Nuevo León, señala que es vital reconocer los síntomas de deshidratación:
Dolor de cabeza o confusión
Sed extrema
Orina muy oscura
Micción poco frecuente
Fatiga
Calambres musculares
Mareos
En casos extremos, la deshidratación puede provocar un golpe de calor o hipertermia (temperatura corporal anormalmente alta).
El rol del agua y la alimentación
Gutiérrez recuerda que “el 60% del cuerpo contiene agua y ese porcentaje se debe conservar. El agua proporciona minerales, transporta nutrientes y oxígeno a todas las células y ayuda a convertir los alimentos en energía”.
Existen mitos que rodean la hidratación y la alimentación en verano. Uno de ellos es que beber agua en exceso hace que el cuerpo retenga líquido. “Esto es falso. La hidratación es necesaria en ambientes calurosos y el cuerpo puede eliminar líquidos mediante el sudor”, explica.
Otro mito es que consumir alimentos calientes en verano es perjudicial. Gutiérrez aclara: “El organismo regula la temperatura corporal, por lo que comer caliente no afecta de manera significativa la salud. La sensación de pesadez tiene más que ver con la cantidad de comida o los ingredientes utilizados”.
Consejos prácticos para combatir el calor
Mantener una hidratación constante durante el día.
Evitar la exposición directa al sol en las horas más calurosas.
Usar ropa ligera y de colores claros.
Consumir alimentos frescos y ligeros.
Prestar atención a los signos de deshidratación.
Cuidarse durante una ola de calor no solo es cuestión de comodidad, es un acto de protección para nuestra salud y bienestar. “Es crucial entender que el calor extremo puede tener consecuencias graves”, concluye Gleenie.
Contiene más de 50 nutrientes y componentes bioactivos como los polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
El cuidado en la alimentación es una de las prioridades para mantener una vida saludable y, aunque puede parecer sorprendente, el cacao es uno de los alimentos que, consumido con moderación y puro (entre el 70% y el 100%) puede ofrecer numerosos beneficios nutricionales. Al cacao puro se lo considera un superalimento porque contiene más de 50 nutrientes y componentes bioactivos como los polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que nos protegen y aportan beneficios sobre la salud, especialmente la cardiovascular.
El cacao aporta nutrientes clásicos como la fibra y el magnesio, rico en polifenoles, antioxidantes que ejercen efectos positivos en el organismo, y además es conocido por reducir la tensión arterial y proteger del colesterol malo, algo que por ahora ningún medicamento es capaz de conseguir, aseguró la profesora de nutrición y bromatología de la Universidad de Barcelona en España, María Izquierdo.
Por su lado, Salena Sainz, nutricionista española, dijo que “el problema del cacao viene de su mal uso por parte de la industria alimentaria en las últimas décadas, siendo incorporado a productos ultraprocesados con grasas y azúcares”. Sin embargo, añadió que su uso de la forma más pura y en conjugación con otros alimentos que aporten proteína de alta calidad y carbohidratos complejos, lo convierten en un aliado perfecto gracias a su efecto de disminuir los picos de insulina y, con ello, de la inflamación.
El cacao puede ser un aliado para adelgazar
El cacao con una pureza del 70%-100% se convirtió en un aliado para controlar el peso e, incluso, favorecer su pérdida gracias a algunas de sus principales sustancias. Las nutricionistas señalan que esto se debe a que el chocolate negro es una alta fuente de polifenoles y flavonoides, principalmente epicatequinas y catequinas. “Los polifenoles reducen los factores de riesgo para la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y, además, son agentes complementarios para manejar la obesidad, debido a que disminuyen la absorción de las grasas”, dijo Sainz.
Además, indicó que, sumado a ello, las catequinas mejoran la microbiota intestinal, lo que convierte al cacao en un prebiótico. capaz de desempeñar un papel modulador en la obesidad por su efecto potencial en el metabolismo de las grasas, los carbohidratos y también en la saciedad.
Otra razón por la cual este alimento se convierte en un aliado confiable durante una dieta de control de peso es su capacidad para regular el apetito gracias a sus propiedades específicas. “El control de las hormonas implicadas en el apetito se develó como el pilar clave para manejar el sobrepeso y la ansiedad nutricional”, expresó la especialista.
Cuándo y cómo incluir el cacao en la alimentación
El cacao es una fuente de fibra, magnesio y cobre que nos ayuda a controlar antojos. Al igual que con muchos otros alimentos, es fundamental conocer la cantidad adecuada para aprovechar sus beneficios y los momentos más idóneos para incorporarlo a la dieta. La cantidad ideal son dos cucharaditas en polvo diario.
Al hablar acerca de cuál sería el momento perfecto para incluirlo en el día a día, Sainz dijo que hacerlo en los desayunos o en las cenas, puede convertirlo en una herramienta que consiga disminuir el trastorno por atracón y la necesidad de productos ultraprocesados y dijo que esto es gracias a que el cacao presenta beneficios como la liberación de endorfinas, así como para la síntesis de serotonina, la hormona de la felicidad.
Propiedades del cacao
Antioxidante. El cacao es rico en flavonoides, que ayudan a combatir los radicales libres y protegen las células del daño oxidativo.
Antiinflamatorio. Sus compuestos pueden reducir la inflamación en el cuerpo.
Energizante. Contiene teobromina, un alcaloide que actúa como estimulante suave del sistema nervioso central.
Mejora del estado de ánimo. Promueve la liberación de endorfinas y serotonina, lo que puede mejorar el ánimo y reducir el estrés.
Beneficios para la salud
Salud cardiovascular. Los flavonoides del cacao pueden ayudar a mejorar la circulación sanguínea, reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y problemas de corazón.
Control de peso. El cacao puede ayudar a regular el apetito y aumentar la sensación de saciedad.
Mejora cognitiva. Algunos estudios sugieren que los flavonoides pueden mejorar la memoria y la función cerebral.
Salud de la piel. Los antioxidantes del cacao pueden proteger la piel del envejecimiento prematuro y mejorar su apariencia.
Los avances en ciencia revelan cómo el entorno y el estilo de vida pueden alterar la expresión de los genes, transformando la predisposición a las enfermedades cardiovasculares
El Dr. Martín Lombardero es médico cardiologo con más de 30 años de trayectoria. Cursó sus estudios de medicina en la Universidad de Buenos Aires y se formó como cardiólogo en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). Es autor del libro “El Corazón es Consciente”, Interconsultor en Imagen Cardíaca y miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología.
Desde el día que nuestros padres nos cedieron 23 cromosomas, pasamos a tener 23 pares de cromosomas, es decir, 46 en total, en una única célula que fue la madre de todas las células de nuestro cuerpo.
De los 23 pares de cromosomas heredados, 22 pares son somáticos, contienen la información para desarrollar y reproducir todas las células de nuestro cuerpo; y dos son sexuales, el par 23, que nos da los caracteres sexuales (XX en mujeres y XY en varones). Tenemos alrededor de 20.000 genes en cada una de nuestras células distribuidos en los 46 cromosomas, que tienen la información para elaborar las proteínas que darán vida a cada órgano de nuestro cuerpo.
Imaginen que cada uno de los 46 cromosomas tiene en promedio unos 500 genes, como si fueran chips de memoria con información ancestral. Cada gen es una secuencia de ADN con un manual de instrucciones que determinará la estructura y función de cada proteína. Somos la información que nos cedieron nuestros padres, con las instrucciones para hacer los diferentes órganos de nuestro cuerpo. De esa primera célula, se irán duplicando hasta llegar a tener alrededor de 15 billones de células, cada una con sus 20.000 genes y la misma información que la primera célula madre.
Entonces, para comprender el rol que tiene el ADN, debemos entender que es un manual de instrucciones para armar las bases de más de 100.000 proteínas necesarias para la estructura, función, regulación y reproducción de nuestro cuerpo.
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Macrofotografía revela la danza vital de células sanguíneas bajo el microscopio, desvelando secretos en el mundo de la ciencia, la salud y la cardiología. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las proteínas, las moléculas más importantes del cuerpo, se fabrican por la combinación de tan solo 20 aminoácidos, de los cuales 11 producimos y 9 adquirimos en la dieta. Estos 20 aminoácidos forman estructuras tridimensionales únicas para cada proteína. Por ejemplo, estas proteínas pueden enlazarse como un engranaje de un reloj para formar estructuras contráctiles en las células musculares que generan tejido muscular.
Entendamos este concepto: con 20.000 genes y 20 tipos de aminoácidos combinables, se forman más de 100.000 proteínas. ¡Toda una maravilla! Aunque quizás, no tan valorada por el modelo de ego-sapiens actual.
Hablemos de genética: un gen es una secuencia de ADN. La genética estudia los genes que heredamos de nuestros padres y que no cambian durante nuestra existencia (aunque puede haber mutaciones). Ese manual de instrucciones que trae cada gen para hacer una proteína, viene en la mayoría de los casos sin alteraciones. Pero algunas veces, una de las páginas de ese manual viene con una alteración heredada, suficiente para desarrollar una enfermedad de herencia directa. Estas son las enfermedades autosómicas dominantes. En enfermedades cardiovasculares, estas representan entre el 1% y el 5% de los casos, como la Miocardiopatía Hipertrófica, el Síndrome de Marfan, y la Hipercolesterolemia Familiar.
En el caso de malformaciones congénitas del corazón, estas no son por un gen heredado, sino por mutaciones espontáneas en un gen determinado durante el desarrollo del corazón.
(Imagen Ilustrativa Infobae)
La mayoría de las personas muere por enfermedades cardiovasculares como infarto o ACV, sin que haya un gen específico y único a quien culpar. Hoy sabemos que estas enfermedades son multicausales y multifactoriales, asociadas a varios genes pero sin herencia directa.
La epigenética estudia los mecanismos que hacen que un gen se exprese de diferentes maneras, sin alterar la secuencia del ADN. Esto depende del entorno, el medio ambiente y factores externos. ¡Y estos procesos son cambiantes y reversibles!
Un concepto clave de la epigenética es la importancia de rodear a los genes de un ambiente químico y sanguíneo lo menos tóxico posible para que los genes se expresen de la mejor manera. La epigenética regula y edita la información que trae el gen para armar proteínas, influenciada por factores externos.
Comparemos nuestro cuerpo con la construcción de una casa. Las proteínas son los ladrillos sobre los cuales se edifican nuestros órganos. El manual de instrucciones para construirlas está en el ADN, pero alguien debe leerlo, copiarlo e interpretarlo. Aquí interviene la familia ARN, que lleva las instrucciones hasta las fábricas de proteínas en el citoplasma.
Dos contradicciones destacan en la epigenética. La primera es que podemos fabricar más de 100.000 proteínas con tan solo 20.000 genes, gracias a los mecanismos de edición y postprocesado de la epigenética. La segunda es que el gusano Caenorhabditis Elegans tiene también 20.000 genes, pero con menos de 1000 células. Lo que nos diferencia no es la cantidad de genes, sino la complejidad de la edición y postprocesamiento.
La forma en que se expresa un gen está influenciada por el medio ambiente externo (contaminación, radiación) e interno (química de la sangre). Estímulos tóxicos como el estrés crónico, tabaquismo, o inflamación de bajo grado pueden cambiar cómo se manifiesta un gen sin cambiar su estructura. ¡Esto es epigenética en estado puro!
Un estudio español que analizó a 55.685 participantes destacó que una asociación de genes desfavorables puede aumentar el riesgo de infarto, pero adoptar un estilo de vida sano reduce esta posibilidad significativamente.
Se han identificado al menos 55 loci genéticos (lugares específicos de un gen) relacionados con la enfermedad coronaria, asociados con el metabolismo de las grasas, la presión alta y la inflamación. Sin embargo, estos genes no determinan de manera directa la enfermedad, y los cambios epigenéticos pueden mitigarlos.
Enfermedades cardiovasculares, genética y epigenética: solo en una minoría de los casos podemos culpar a un gen heredado directamente. La mayoría de los casos dependen de nosotros y de los hábitos de vida.
Imagen Ilustrativa Infobae
En síntesis:
Si Ud. hereda un gen autosómico dominante que está relacionado con una enfermedad del corazón, va a hacer la enfermedad en algún momento de su vida, porque la herencia es directa. Pero esto ocurre en una gran minoría de las enfermedades cardiovasculares y de las enfermedades en general. Sin embargo, habrá muchas herramientas para trabajar para que pueda transitarla de la mejor manera posible. Es decir, también con la epigenética se pueden frenar las manifestaciones del gen heredado en forma directa. ¡A no desesperarse que hay mucho por hacer!
Si Ud. hereda una combinación de genes asociados a la enfermedad coronaria, sepa que no son causales directos, pero que podrían ser un terreno predisponente, aunque no necesario, para desencadenar un infarto. Como es el caso de los “antecedentes heredofamiliares de la enfermedad coronaria”, que actúan como un arma guardada y muy bien escondida. Y nosotros, con un desfavorable estilo de vida y sin cuidarnos, apretamos el gatillo.
Sin genes directos ni genes asociados, pero con malos hábitos (estrés, sedentarismo, sobrepeso, tabaquismo…) podemos crear un gatillo y encima apretarlo. ¿Por culpa de la epigenética? No, por culpa nuestra.
Sin genes directos ni genes asociados, pero con malos hábitos (estrés, sedentarismo, sobrepeso, tabaquismo…) podemos crear un gatillo y encima apretarlo (Imagen Ilustrativa Infobae)
¿Cuáles son las claves “epigenéticas” para desviar el camino que nos pueda llevar a un evento cardiovascular, con o sin genes indirectos asociados?
Las resumimos en 5, dependen de nosotros y todas con respaldo científico:
1-Ejercicio aeróbico y de fuerza.
2-Nutrición consciente y saludable (como la dieta mediterránea).
3-No autoagredirnos: evitar tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y descansar adecuadamente.
4-Gobernar el estrés mediante técnicas como mindfulness o yoga.
5-Consultar periódicamente al médico.
Estamos vivos gracias a la epigenética. La permanente adaptación al entorno nos ha hecho sobrevivir. Pero la cultura actual y por ende el medio ambiente que rodea nuestras células, tiende a la toxicidad.
Depende de nosotros que nos afecte lo menos posible. Deberíamos saber que somos partícipes de nuestro propio destino. Y en ese sentido, la epigenética está por encima de la genética.
Con solo tres ingredientes y unos simples pasos, se puede preparar esta bebida icónica de América Latina, perfecta como refresco
El agua de Jamaica es una bebida icónica de América Latina, conocida por su fuerte color rojo y su sabor inconfundible, que equilibra lo dulce con un sutil toque ácido.
Con raíces tradicionales en la gastronomía mexicana, el agua de Jamaica es una preparación sencilla que se puede personalizar fácilmente.
Desde un toque cítrico con limón hasta variaciones en el nivel de dulzor, su versatilidad permite adaptarla a todos los paladares. Su historia y sabor la convierten en un clásico que invita a disfrutar y compartir, ideal para cualquier ocasión del día.
Sus propiedades diuréticas y su alto contenido en antioxidantes la hacen popular (Imagen Ilustrativa Infobae)
Receta de agua de Jamaica
Se elabora con flores secas de hibisco, conocidas como “jamaica”, y es perfecta para acompañar comidas o simplemente refrescarse en un día de calor. Además de su delicioso sabor, es conocida por sus propiedades diuréticas y su alto contenido en antioxidantes.
Ingredientes
2 tazas de flores secas de jamaica.
2 litros de agua.
1 taza de azúcar (ajustable a gusto).
Opcional: jugo de 1 limón o rodajas de limón para decorar.
Tiempo de preparación
Tiempo total: 20 minutos.
Preparación: 5 minutos.
Cocción y reposo: 15 minutos.
Cómo hacer Agua de Jamaica, paso a paso
Enjuagar las flores de jamaica en un colador bajo agua corriente para eliminar posibles residuos o impurezas.
Hervir 1 litro de agua en una olla. Cuando esté en ebullición, agregar las flores de jamaica y apagar el fuego. Dejar reposar durante 10 a 15 minutos para que se infusionen bien.
Colar el líquido para separar las flores y quedarse con la infusión.
En una jarra grande, mezclar la infusión con el litro de agua restante y endulzar con azúcar a gusto. Remover bien hasta que el azúcar se disuelva por completo.
Si se desea, agregar jugo de limón para un toque más cítrico. Servir con hielo y decorar con rodajas de limón si se prefiere.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Esta receta rinde aproximadamente 8 vasos medianos de agua de Jamaica.
La preparación rinde aproximadamente 8 vasos medianos y puede durar hasta 5 días refrigerada (Imagen Ilustrativa Infobae)
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada vaso de agua de Jamaica contiene aproximadamente:
Calorías: 70 (dependiendo de la cantidad de azúcar).
Carbohidratos: 18 g.
Azúcares: 16 g.
Grasas: 0 g.
Proteínas: 0 g.
Estas son estimaciones y los valores pueden variar dependiendo de los ingredientes específicos y la cantidad de azúcar utilizada.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
El agua de Jamaica puede conservarse en la heladera hasta 5 días si se guarda en un recipiente hermético.