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Economia

La Argentina comenzó su regreso a los mercados internacionales de crédito y el BCRA puso en marcha la salida del cepo

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La operación de Repo por USD 1.000 millones con cinco grandes bancos es la primera de un proceso destinado a fortalecer las reservas para poder levantar los controles cambiarios

Con la colocación de un préstamo Repo con 5 bancos internacionales, el Banco Central inicia el retorno de la Argentina a los mercados internacionales de crédito a la vez que da su primer paso firme para el objetivo prometido para 2025: el levantamiento del cepo cambiario.

La operación inicia un camino de fortalecimiento de sus reservas que le permitirá empezar a acumular el “poder de fuego” suficiente para enfrentar la paulatina desarticulación de los controles cambiarios. Levantar las restricciones sin tener reservas suficientes para responder frente a una eventual corrida es un riesgo que Javier Milei no quiere correr. La experiencia de Cambiemos es demasiado reciente.

En el Gobierno de Macri se hicieron operaciones de este tipo usando los bonares, los títulos del Tesoro. En este caso, el Banco Central decidió utilizar los Bopreal, sus propios bonos, lo que ayudó a reducir el costo financiero de la operación ya que su tasa de descuento es menor que la de los títulos públicos.

Los USD 1.000 millones anunciados hoy serán los primeros de una serie de operaciones similares que el BCRA concertará a lo largo de este año cada vez que encuentre la oportunidad de mercado para hacerlo. No hay un cronograma para futuras subastas pero sí una decisión tomada de seguir usando los Bopreal y no los títulos de deuda pública. A pesar de la baja del riesgo país, que en el último mes cedió 150 puntos básicos, los bancos internacionales se inclinan por tomar el riesgo del Banco Central y en lugar del riesgo del Tesoro, con su largo historial de incumplimientos.

“Hay demanda creciente con tasas decrecientes”, explica una voz oficial para graficar el escenario en el que esos grandes bancos internacionales –Santander, ICBC, JP Morgan, BBVA y Citi– volvieron a aceptar tener el “riesgo argentino” dentro de sus balances.

Luis Caputo, Javier Milei yLuis Caputo, Javier Milei y Santiago Bausili

Al mismo tiempo, la herramienta elegida para el regreso a los mercados internacionales tiene particularidades que se ajustan al esquema oficial de la emisión cero y el rigor fiscal. De esta forma, los bancos aportan USD 1.000 millones que no pueden destinarse al gasto sino a darle liquidez al BCRA en sus reservas con la mira puesta en la salida del cepo. De hecho, el Repo no es interpretado por la entidad como un préstamo sino como una venta de activos con el compromiso de recompra posterior.

La expectativa en la entidad que preside Santiago Bausili es que esta operación cerrada a una tasa del 8,8% marque un techo y que las futuras subastas tengan un costo financiero cada vez menor, en sintonía con la baja del riesgo país. Cerrada la etapa de acumular dólares únicamente comprándolos con los pesos del superávit fiscal, esta clase de operaciones se ajustan más al escenario económico reinante. De algún modo el Gobierno se propone mostrar que se pueden recuperar las reservas (hoy en terreno negativo según la medición del FMI) en un contexto de equilibrio fiscal, sin emisión monetaria y con inflación en baja.

Volver a tener crédito

Por otra parte, el Gobierno enfrenta en 2025 otro desafío que va mucho más allá del cepo que es la administración de su propia deuda. La reestructuración llevada adelante por Martín Guzmán y Alberto Fernández dejó un cronograma de vencimientos en el cual se alivió en extremo el mapa de compromisos para el anterior gobierno y se acumularon los vencimientos para los años siguientes.

De esta forma, aún cuando el equipo económico asegura tener comprados los dólares para pagar USD 4.500 millones el próximo jueves 9 de enero y otro monto similar el 9 de julio, el Gobierno deberá empezar a buscar herramientas para volver a financiarse en los mercados. Cualquier circuito con el financiamiento internacional quedó completamente interrumpidos desde que los bonos surgidos de aquella reestructuración de 2020 se ubicaron en precios de default y el riesgo país se disparó a niveles elevados.

Por ese motivo el préstamo Repo anunciado por el Banco Central le abre la puerta al Tesoro para cimentar su propio camino de regreso a los mercados internacionales. Al igual que el BCRA, el ministerio de Economía también tendrá que elegir la oportunidad para conseguir financiamiento en un entorno de costos decrecientes, dado que el riesgo país sigue en descenso.

Por ese motivo, en el ministerio de Economía no descartan volver a los mercados recién en 2026, aún cuando el riesgo país ya permita refinanciar los vencimientos de 2025 a tasas mucho más convenientes que hace un año atrás. El Repo del BCRA ayuda al Tesoro en ese sentido, tal como también lo hacen las emisiones de empresas privadas, con tasas de un dígito cada vez más cercano a los valores internacionales y no al “riesgo argentino”.

Gran parte de esas emisiones futuras, tanto por parte del Banco Central como de la secretaría de Finanzas, estarán atadas a la resolución que tenga el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. La llegada de fondos frescos en el futuro programa con el organismo es la otra gran apuesta para engrosar las reservas y fortalecer el plan. El BCRA dijo que su objetivo es “levantar por completo, sin disrupciones financieras o económicas, las restricciones cambiarias y otras regulaciones”. Sin las reservas suficientes, la salida del cepo no podrá concretarse bajo esa consigna.

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Economia

Por la mayor informalidad, más de la mitad de los trabajadores no cubre una canasta básica

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Ajuste a la «casta»: se disparó la informalidad y más de la mitad de los trabajadores no cubre una canasta básica. Casi el 40% de los ocupados son informales y seis de cada diez no tiene lo suficiente para cubrir alimentos y servicios. El anuncio oficial de reforma laboral para 2025 podría gravar aún más la situación de quienes están cada vez más afuera del sistema.

Mientras el presidente Javier Milei aseguró en su saludo de fin de año que “en 2024 se logró bajar cerca de 20 puntos porcentuales la pobreza”, un informe reciente mostró que la informalidad laboral se disparó en el país a casi el 40% de las y los ocupados de los cuales, a su vez, seis de cada diez son pobres.

Es decir, pese a tener trabajo no llegan a cubrir lo necesario de una canasta de bienes y servicios básicos. Además, el porcentaje aumenta más de veinte puntos en el caso de jóvenes y mujeres, que engrosan las filas del decil de menores ingresos de la sociedad.

En este escenario se alertó, además, que la intención del gobierno de avanzar en 2025 con una mayor reforma laboral (extensión de la jornada de trabajo, negociaciones a la baja de convenios, entre otros) y previsional (fin de la moratoria) podría agravar aún más la situación de quienes están fuera de Seguridad Social, desde hace casi dos décadas.

Al respecto, entre las ramas más afectadas por la no registración aparecen el Servicio doméstico (76%) y la Construcción (67%), sectores fuertemente golpeados por la recesión económica, y con una pérdida sostenida de fuentes de trabajo (desde dic/23 anotan -14.200 y -100.000 puestos, respectivamente). Al tiempo que las regiones Noroeste, Cuyo y Nordeste exhiben tasas de informalidad superiores al 40% nacional.

Por su parte, si se compara con otros países de América Latina – región de alta informalidad y la precariedad laboral- Argentina se ubica en una situación intermedia: Uruguay, Chile, Costa Rica y Brasil registran tasas de informalidad entre asalariados de entre 9% y 21% mientras que, en el otro extremo, Perú y Paraguay tienen tasas superiores al 50%.

Más informales y más pobres

El 37% de las y los asalariados argentinos trabajan de manera informal y, de ese total, seis de cada diez son pobres es decir que pese a estar ocupados, como consecuencia de las malas condiciones laborales, no llegan a cubrir una canasta básica de bienes y servicios para sus familias.

Los datos se desprenden de un informe presentado por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP-UBA) y muestran que, al tercer trimestre del año que terminó, al menos cuatro de cada diez trabajadores en relación de dependencia no estaban registrados en la Seguridad Social, es decir, no estaban cubiertos por la legislación laboral, dando cuenta de un aumento de un punto porcentual respecto de un año atrás.

“Mirando desde 2003, la tasa de informalidad se ubica en un valor idéntico al del tercer trimestre de 2008. Desde ese año hasta la irrupción de la pandemia a comienzos de 2020 la tasa de informalidad se mantuvo en valores entre 32% y 35,7%. O sea, el valor del 2024 es algo superior al registrado a lo largo de ese período”, aclararon los investigadores Roxana Maurizio y Luis Beccaria.

A su vez, la radiografía actual de la informalidad laboral presenta características disimiles según las ramas de actividad sobre las que se analice. Así, por ejemplo, por un lado se ubican el Sector público (administración pública y servicios de educación y salud públicos) y los Servicios financieros, con una incidencia de la informalidad de 9,1% y 24,1% mientras que, en otra punta, aparecen el Servicio doméstico (76,3%) y la Construcción (67,3%).

A su vez, es el Comercio el que muestra mayor proporción del empleo informal total tanto porque tiene una incidencia mayor al promedio (47%) como porque concentra un porcentaje importante del empleo asalariado total (18%).

Si se suma el factor del tamaño de la empresa se observa que mientras que la tasa de informalidad en establecimientos de más de 40 asalariados es del orden del 11%, se eleva al 75% en empresas de hasta 5 asalariados. Frente a ello la figura de del “trabajador independiente” incorporada en la reforma laboral del gobierno de Milei que implica que se podrá contar con “hasta otros tres trabajadores independientes (colaboradores) para llevar adelante un emprendimiento productivo” lejos de incentivar la creación de fuentes de trabajo formales podría terminar de hecho legalizando la informalidad ya vigente.

Si se pone el foco en las diferentes regiones del país, se observa que, de las seis regiones consideradas por el INDEC, sólo dos registraban tasas de informalidad más bajas que el promedio: Gran Buenos Aires (que incluye Ciudad de Buenos Aires y Partidos de la provincia de Buenos Aires) y la región patagónica. Por el contrario, las regiones Noroeste, Cuyo y Nordeste son las que exhiben mayor incidencia, con tasas superiores al 40%.

En sintonía, cuando se desagrega a nivel de aglomerado “todos los correspondientes a la región patagónica están entre los de menores tasas de informalidad, desde Ushuaia con 12% hasta Viedma con 26%”, sin embargo, los valores de las otras regiones indican situaciones muy heterogéneas. Por ejemplo, en NOA, La Rioja tiene una tasa de informalidad de 34%, mientras que ésta se eleva a casi 46,5% en Gran Salta. En Cuyo, por su parte, Gran Mendoza presenta una tasa del 39,9% mientras que Gran San Juan registra la tasa más elevada entre el total de los aglomerados (48%).

Otro aspecto clave para configurar el panorama del trabajo informal en Argentina tiene que ver con las diferencias por género y edad. Según se detalló en el informe “Panorama del empleo asalariado informal y la pobreza laboral”, la tasa de informalidad asalariada total fue 36,7%, siendo 34,2% entre los hombres y elevándose a 38,9% entre las mujeres, es decir, casi cinco puntos porcentuales más que la masculina.

Asimismo, la situación más crítica la enfrenta la juventud con una tasa de informalidad del 64%, esto es, 28 puntos porcentuales por arriba de la tasa global. En otras palabras, algo más de seis de cada diez jóvenes trabajadores en relación de dependencia no está cubierto por la Seguridad social. Cuando se combinan ambos factores, se observa que son las mujeres jóvenes quienes exhiben la tasa de informalidad promedio más elevada, cercana al 67%.

Finalmente, otro punto a considerar tiene que ver con el nivel educativo. En lo concreto, la tasa entre los asalariados con nivel educativo universitario completo en el segundo trimestre de 2024 fue del 15%, algo más de 20 puntos porcentuales adicionales (35,8%) fue la tasa entre los asalariados con nivel educativo intermedio (secundario completo o universitario incompleto), para alcanzar el 56,4% entre los asalariados que no completaron la educación media. En otras palabras, los asalariados con menor nivel educativo tiene una probabilidad de ser informales casi cuatro veces más elevada que el resto.

Salarios que no cubren lo básico

La brecha salarial entre asalariados registrados e informales evidencia una “penalidad” salarial del 46%. Esto es: si un asalariado formal tiene un salario mensual de $100, un trabajador informal con igual nivel educativo, edad, en la misma región, trabajando en la misma rama de actividad y en una empresa de igual tamaño tiene una remuneración mensual de $54.

Como resultado, crece la cantidad de informales en los deciles de menores ingresos de la población. En detalle, en el primer quintil de ingresos laborales (20% de trabajadores con menores salarios) ocho de cada diez trabajadores tiene en un puesto informal. En contrapartida, en el 20% de mayores salarios, la incidencia se reduce a 6%.

Lo anterior da cuenta del creciente fenómeno de trabajadores pobres, es decir, personas que aún con un puesto de trabajo viven en situación de pobreza. Al respecto, el 40% del conjunto de los asalariados viven en un hogar pobre y asciende al 63% entre los informales. Comparado con la canasta básica, mientras que el 59% de los asalariados informales recibe un salario mensual inferior al valor de esta canasta, ello sucede en el 8% de los formales.

“Estas cifras muestran que tener un puesto de trabajo en Argentina no es un reaseguro para vivir fuera de la pobreza”, cerraron desde el IIEP-UBA.

 

El Destape

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Por la recesión, cayó un 11% el consumo de yerba en 2024

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Los datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate señalan que en los primeros once meses del año pasado se produjeron en los molinos 38.042.303 kilos, que representan 25 millones menos respecto a igual período de 2023.

En los primeros once meses de 2024, el consumo de yerba cayó un 11% como consecuencia de la recesión económica que provocó el brutal ajuste del gobierno de Javier Milei. Los datos se desprenden del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), donde detallan que en los primeros once meses del año pasado se produjeron en los molinos 38.042.303 kg, unos 25 millones menos respecto a igual período de 2023.

La baja responde principalmente a una caída del poder adquisitivo provocada por la recesión y la disparada del costo de vida.

En contrapartida a lo ocurrido en el mercado doméstico, las exportaciones de yerba mate se incrementaron y van camino a un récord. De enero a noviembre de 2024 salieron de los puertos 41.228.288 kilos, superando así el pico logrado en idéntico período de 2018, cuando se despacharon 40.522.479 kilos.

La situación es tan preocupante que para encontrar una situación similar hay que remontarse a lo ocurrido en 2016, cuando se habían producido 34.188.058 kg de yerba.

A su vez, la retracción en el consumo de yerba supera los 20 millones de kilos en un 2024 donde hubo cosecha récord por las muy buenas condiciones climáticas y la entrada en producción de nuevos yerbales de alta densidad.

En Misiones el costo de la hoja verde para la yerba mate se desplomó hasta los $180 por kilo.

En Misiones el costo de la hoja verde para la yerba mate se desplomó hasta los $180 por kilo.

En el comienzo de su mandato, Milei le había quitado la potestad al INYM de fijar los precios mínimos para la hoja verde y la yerba canchada. Incluso mantiene acéfalo al organismo desde hace más de un año.

En este marco, los más de 12.000 productores yerbateros se encuentran cobrando por la materia prima menos que hace un año. Por ejemplo: en Misiones el costo de la hoja verde se desplomó hasta los $180 por kilo.

El gobierno provincial de Misiones ya realizaron gestiones ante la Secretaría de Agricultura para normalizar el funcionamiento del INYM, pero hasta ahora se mantiene su acefalía. Los funcionarios provinciales explicaron a NA que el yerbatero es un mercado oligopsonio, es decir que un número reducido de compradores tienen el poder de determinar los precios y condiciones de compra de un producto. En este caso, los que terminan fijando los valores son los molineros.

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Inflación: fuerte suba en precios de alimentos y bebidas en los primeros días de enero

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Un estudio de la consultora LCG reveló un incremento del 1,2% en rubros alimenticios que se comercializan en supermercados, tras no presentar variaciones en el último tramo del 2024. Aceites (6,8%) y condimentos (5%) encabezan los aumentos.

Un reciente estudio de la consultora LCG reveló una suba del 1,2% en los precios de alimentos y bebidas durante la primera semana de enero. De esta manera, el incremento en productos del rubro alimenticio que se comercializan en supermercados, sufrió variantes tras no presentar cambios en el último tramo del 2024 y atentan contra los planes del Gobierno de continuar durante el 2025 con un Índice de Precios al Consumidor (IPC), inferior al 3%.

Uno por uno, todos los aumentos que llegan en enero

El martes 14 de enero el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dará a conocer el último dato inflacionario de 2024 sobre el cual se espera que el porcentual arranque con un 2 adelante, o incluso menos. Aunque el el comportamiento de los precios de alimentos y bebidas en los primeros días del año ponen en duda dichas expectativas.

Según el estudio de LCG en la inflación en los rubros alimenticios, más del 45% del aumento semanal lo explicó bebidas con un incremento 3 veces mayor al promedio, aunque fue compensado por verduras con una fuerte caída (-0,5 pp).

Inflación: aceites, con un 6,8%, encabeza las subas de alimentos registrados los primeros días de enero.

Inflación: aceites, con un 6,8%, encabeza las subas de alimentos registrados los primeros días de enero.

Durante la primera semana de enero los índices fueron: aceites (6,8%), condimentos y otros rubros alimenticios (5%), bebidas e infusiones para consumir en el hogar (4%), productos de panificación, cereales y pastas (2,7%), carnes (1,2%) y lácteos (0,1%). Mientras que frutas (-1,7) y verduras (-5,7%), compensaron los incrementos.

Además, se registró una sensible reducción en los productos sin variación de precios: -15 pp en una semana (71% del total relevado), consigna la información de Ámbito.

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