La usuaria de TikTok mostró un murciélago arriba de la cama y aterró a todos en las redes. Para sacarlo de su habitación, tuvo que pedir ayuda a los gritos.
Una joven se llevó el susto de su vida cuando descubrió un murciélago dentro de la cama. Debajo de sus sábanas notó que algo se movía, creyendo que era su perra rascándose, fue acariciarla y, en su lugar, se encontró con una desagradable sorpresa.
La usuaria de TikTok @lajumotta compartió un video en el que se ve a un pequeño murciélago arrastrándose sobre su cama. “¿Si me muerde me convierto en vampira?”, preguntó.
Luego, el intruso voló hacia un abrigo que estaba colgado en el ropero. A los gritos, la tiktoker mostró que otra persona tuvo que intervenir para que la ayudara a sacar al animalito de su habitación.
Con guantes puestos, una mujer llegó al rescate y envolvió al pequeño peludo dentro de un paño de tela. “El murciélago quería un tour, después de mi cama se fue al closet”, escribió la joven. La grabación, que se volvió viral al instante con casi 5 millones de reproducciones y 500 mil likes, tuvo todo tipo de respuestas y reacciones.
Varios de sus seguidores preguntaron qué hizo con la espeluznante criatura, a lo que @lajumotta mostró en otro video cómo lo dejaba en libertad sobre la corteza de un árbol. “Adiós amigo, me pegaste un susto muy grande. No vuelvas. Sé feliz”, se despidió la colombiana de su inesperado visitante.
Los comentarios de sus seguidores no tardaron en aparecer, algunos entre risas, mientras que otros compartieron su preocupación por la salud de la muchacha. “Solo para prevenir que no se te ocurra hacer caldo de murciélago. Otra pandemia no la soportaría”. “Es raro que muerdan a un humano. A lado de mi casa había un árbol que por sus frutos atraía a murciélagos y todas las tardes volaban un buen de ellos por mi terraza y nunca me intentaron atacar”, escribieron algunos.
“Aunque no te haya mordido, creo que debes ir al hospital por la vacuna antirrábica y cuidar que nadie toque donde estuvo el murciélago, por precaución”. “Atrapa al murciélago y ve a un doctor porque las mordidas de murciélago son indoloras y quizá si te mordió podrías tener rabia”, le advirtieron otros usuarios.
Un año intenso puede desafiar al cerebro, pero con las estrategias adecuadas, es posible minimizar los efectos negativos y fortalecer la resiliencia emocional
Según investigaciones asociadas a la Universidad de Harvard, un año cargado de emociones intensas donde estemos constantemente generando cortisol, puede tener un impacto negativo importante en nuestro cerebro. El estrés prolongado afecta la corteza prefrontal del cerebro, responsable de la toma de decisiones, el autocontrol y la planificación. Esto puede dificultar la capacidad de regular las respuestas emocionales y tomar decisiones racionales. A su vez, puede reducir el volumen del hipocampo, una región crucial para la memoria y el aprendizaje. Esto nos puede traer dificultad en la capacidad de recordar y aprender nueva información.
El contexto socioeconómico del país donde vivimos, cómo nos va en nuestro trabajo o profesión; de qué vínculos humanos nos nutrimos; qué relación tenemos con nuestra economía personal o familiar; qué estilo de vida llevamos; cuánto nos afectan las cosas que nos suceden y cuánto las que nos preocupan; cómo descansamos, cómo nos nutrimos y qué tipo de pensamientos tenemos a diario, son varios de los factores que impactan fuertemente en nuestra vida cotidiana.
Joe Dispenza explica, a su vez, que el cerebro no distingue entre lo real y lo imaginario. Sostiene que los pensamientos, pueden generar cambios físicos y emocionales, incluso si no corresponden a experiencias reales, y que el cerebro reacciona a los pensamientos y las imágenes mentales de manera similar a como lo haría frente a eventos reales. Es decir, que nuestras redes neuronales se activarán de igual manera si vivís una experiencia real o si la visualizas con tus cinco sentidos en detalle cada día. Entonces, para tu cerebro es exactamente igual a los efectos de generar cortisol si te imaginas algo terrible que pudiese pasarte (por ejemplo que te van a despedir de tu trabajo, que la plata no te va a alcanzar para llegar a fin de mes, que podés enfermarte gravemente) o si esto en realidad ocurriese. Esto está científicamente comprobado con estudios de resonancia magnética funcional que muestran que las áreas cerebrales activadas durante una experiencia real también se activan cuando las personas la imaginan con detalle. Es por ello que hay que cuidar qué estilo de vida llevamos y también qué tipo de pensamientos tenemos, ya que los mismos nos afectan y mucho en nuestra calidad de vida. Debemos conocer nuestro cerebro y aprender a entrenarlo de igual manera que entrenamos nuestro cuerpo en el gimnasio, para vivir y pensar de una manera óptima que nos lleve a vivir de una forma más plena, calma y feliz.
Todo esto que parece ciencia ficción y opera con un efecto negativo para nuestra mente, también opera de modo inverso. Es decir, la neuroplasticidad de nuestro cerebro existe y puede darse a cualquier edad. Si trabajamos desde el córtex prefrontal del cerebro a través de la meditación, la visualización y la respiración consciente, somos capaces de lograr con pensamientos repetidos y visualizaciones positivas fortalecer conexiones neuronales, similar a lo que ocurre con experiencias reales. La clave está en generar el hábito de entrenar el cerebro al menos 10 minutos cada día. Y de este modo obtendremos lo mejor de él.
Es decir, somos capaces de reprogramar nuestro cerebro para vivir de una manera mucho más plena, armoniosa y equilibrada. El Método N.A.M. (Neurociencia, Autoconciencia y Meditación), que combina técnicas avanzadas de neurociencia aplicada con prácticas de meditación, mindfulness y respiración consciente, diseñados específicamente para mejorar el rendimiento y bienestar de ejecutivos, líderes y equipos corporativos tanto en sus vidas personales como en sus trabajos. Partiendo de la premisa que el conocimiento nos empodera, conocer desde la neurociencia aplicada cómo funciona nuestro cerebro nos da la gran posibilidad de saber, como afirma la doctora Marian Rojas Estapé, que aproximadamente el 90% de las cosas que nos preocupan no suceden. Esta afirmación se basa en estudios que indican que la mayoría de nuestras inquietudes no llegan a concretarse, lo que sugiere que muchas de nuestras preocupaciones son imaginarias. Y aunque preocuparse es una respuesta natural del ser humano, es fundamental aprender a gestionar nuestras emociones para evitar que afecten negativamente nuestra salud mental y bienestar general. Y en este caso, esta certeza da paz.
Por otro lado, es importante saber que a nuestro cerebro le gusta funcionar siempre de la misma manera, y ante lo novedoso o desconocido, automáticamente entra en modo supervivencia, activando el sistema simpático de lucha, huida o congelamiento. Y es desde este estado de alarma desde donde tomamos las peores decisiones, ya que estamos bajo el efecto del exceso de cortisol que estamos segregando. Solemos llegar a fin de año en este estado, sin saber cómo ni hacia dónde vamos. Perdemos un poco el foco y el propósito del porqué elegimos dedicarnos a nuestra profesión, del porqué trabajamos tantas horas y por qué elegimos el trabajo que tenemos y todo comienza a perder sentido. No conectamos con el disfrute y lo único que queremos es que llegue el fin del día, de mes, de año. No valoramos nada de lo que nos sucede y tenemos, y nos cuesta conectar con el disfrutar de las pequeñas cosas.
Por eso, aquí considero súper importante hacer una pausa e ir hacia dentro para comenzar a conectarnos con lo genuino y lo que sí nos hace bien y desde este lugar poder cultivar la autoconciencia. Empezar a tomar conocimiento de lo que queremos y poder prestar atención a lo que nos gusta y hace bien y elegir ir hacia ese lugar tomando nuevamente el control e ir por más y mejor. Propongo utilizar la escritura como el cable a tierra de nuestras emociones más profundas. Poder poner palabras a lo que sentimos nos calma, nos permite entender y buscar herramientas para gestionarnos. Hacer listados de agradecimiento de todo lo que tenemos, es una herramienta poderosísima para generar oxitocina y conectarnos con la posibilidad de estar bien. Agradecer a diario nos cambia la mente de tal modo que al cabo de 25 días agradeciendo nuestro cerebro comienza cada vez más a conectar con lo bonito de la vida. Ser conscientes de lo que nos hace bien, pero también de lo que nos hace mal, es la clave para poder salir de esos lugares oscuros a los que muchas veces llegamos solo con nuestros pensamientos.
Por último, es importante saber que el subconsciente desempeña un papel crucial en la formación de nuestros hábitos, comportamientos y creencias. El 95% de nuestras acciones y pensamientos diarios son automáticos. Es decir que el 95% del cerebro funciona de manera inconsciente, mientras que solo el 5% lo hace de forma consciente y es ello lo que podemos reprogramar a través de la meditación.
En suma, entrenar tu mente cambiará tu cerebro. Te dejo aquí 5 prácticas que debes incorporar a tus hábitos diarios para lograr cambiar tu camino neuronal y vivir de un modo más pleno y feliz. Para terminar un año con paz y comenzar el nuevo lleno de energía y creatividad.
Meditar para reprogramar el cerebro. Está comprobado científicamente que la práctica repetitiva de la meditación ayuda a mantener la concentración en el ahora y reducir los pensamientos negativos y rumiantes. Trabajar en el córtex prefrontal desde la meditación va a permitir al cerebro llegar a la frecuencia theta de calma e ir construyendo un cerebro inconsciente (95%) que por sí solo trabaje de un modo calmo y positivo. Somos capaces de reconfigurar nuestra mente hacia donde queramos yendo a momentos especiales, de luz y de calma, de nuestra vida desde la meditación y cambiar frecuencias cerebrales donde se conecta el inconsciente con el consciente.
La visualización, respaldada por la neurociencia, es una forma muy efectiva de agudizar tu enfoque, mantener tu motivación y crear los resultados en el mundo real que deseas. Como el cerebro no distingue entre lo real e imaginario, la visualización positiva, desde la meditación, activa ciertas hormonas que contribuyen a la reparación celular en el cuerpo y genera oxitocina. Alineá tu mente con tus acciones para obtener resultados exitosos.
Practicar el mindfulness diariamente. La práctica de mindfulness, o atención plena, es un ejercicio de concentración y conciencia que implica enfocar la atención en el momento presente de manera intencional y sin juicios. La clave del mindfulness es observar los pensamientos, emociones y sensaciones corporales tal como son, sin reaccionar ni dejarse llevar por ellos. Este enfoque ayuda a reducir el estrés, mejorar el bienestar y fortalecer la capacidad de concentración. Se ejercita mediante: la meditación plena, concentrándose en la respiración y/o en las sensaciones del cuerpo; mediante el escaneo corporal que motiva conectar la mente y cuerpo a través de la observación sin intentar cambiarlas, y el mindfulness en las actividades diarias, que consiste en prestar atención plena a cada actividad diaria, como comer, caminar, poniendo toda la atención en los detalles y sensaciones de la actividad.
Agradecer a diario. Conectarnos cada día con las cosas buenas que nos suceden nos brinda satisfacción y bienestar. Al apreciar lo que tenemos, cultivamos un pensamiento optimista y una visión más armoniosa de la vida.
Practicar respiraciones diafragmáticas diariamente. Son ideales para pasar en 5 minutos de una situación de estrés a una de calma. Consiste en Inhalar por la nariz y expandir el abdomen durante 4 segundos, luego exhalar por la boca o la nariz y contraer el abdomen durante 6 segundos. Repetir de 8 a 10 veces. Esto ayuda a calmar la mente, reducir la frecuencia cardíaca y las pulsaciones y promover estados de placer y calma duraderos.
En síntesis, un año intenso puede desafiar al cerebro, pero con las estrategias adecuadas, es posible minimizar los efectos negativos y fortalecer la resiliencia emocional, priorizando el equilibrio y el bienestar.
La autora es abogada y especialista en neurociencia, bienestar y alto rendimiento
Una reciente investigación analizó datos de más de 700.000 personas y ofreció respuestas sorprendentes sobre cómo el lugar que se ocupa en el grupo familiar influye en el carácter. Qué hallaron
Durante más de un siglo, expertos en psicología y ciencias discutieron el posible impacto del lugar que se ocupa dentro de una familia en el desarrollo de la personalidad.
Si bien investigaciones anteriores ofrecieron resultados diversos, un reciente análisis basado en información de más de 700.000 individuos presentó nuevas pruebas sobre la influencia del tamaño del grupo familiar y la posición de nacimiento en los rasgos caracterológicos.
Un debate que perdura en la psicología
El interés por el impacto del orden de nacimiento en la personalidad comenzó en 1874 con las observaciones del antropólogo y psicólogo británico Francis Galton, quien sospechaba que los hijos mayores recibían mayor atención de sus padres, lo que los llevaba a desarrollar un mayor potencial intelectual.
El orden de nacimiento y el tamaño de familia; ambos influyen, pero el tamaño de la hermandad tiene mayor peso (Freepik)
Este erudito, el más joven de nueve hermanos, analizó las historias de un grupo de científicos ingleses y descubrió que una gran proporción de ellos eran primogénitos.
Décadas más tarde, el psicólogo austriaco Alfred Adler popularizó la idea de que los primogénitos tienden a ser más responsables y concienzudos, mientras que los hijos menores desarrollan una mayor independencia y creatividad en su esfuerzo por destacarse dentro de la familia. Adler también identificó a los hijos del medio como conciliadores naturales, aunque otros los etiquetaron como los “niños olvidados”.
Pese a estas hipótesis, investigaciones más recientes cuestionaron la validez de estas afirmaciones, y sugirieron que las diferencias observadas son mínimas y que otros factores, como el ambiente familiar o la genética, podrían tener mayor influencia.
Sin embargo, el estudio más reciente, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ofrece un nuevo enfoque sobre cómo la dinámica familiar puede afectar ciertos rasgos de personalidad.
Qué dice la nueva evidencia sobre la cooperación y dinámica familiar
El mito de los hijos del medio: históricamente subestimados, este grupo muestra mayores habilidades de cooperación (Imagen Ilustrativa Infobae)
El reciente estudio realizado por los psicólogos Michael Ashton y Kibeom Lee analizó los rasgos de personalidad de más de 700.000 personas angloparlantes, quienes proporcionaron datos sobre su posición en el orden de nacimiento, el tamaño de su familia y sus características personales.
Los resultados revelaron que los hijos del medio puntuaron consistentemente más alto en dos dimensiones claves relacionadas con la cooperación: honestidad-humildad y amabilidad. Estas características, según los autores, son fundamentales para mantener relaciones saludables y efectivas en un entorno social.
Además, el estudio descubrió que estas valoraciones aumentaban en familias con un mayor número de hijos. Esto sugiere que crecer en un grupo más grande podría fomentar habilidades cooperativas debido a las dinámicas de compartir recursos, negociar y resolver conflictos dentro del hogar.
“El peso de la evidencia ahora indica que los niveles de rasgos de personalidad difieren en función del orden de nacimiento y el tamaño de la hermandad”, concluyeron Ashton y Lee.
Diferencias notables pero sutiles
Los hijos del medio deben vincularse con hermanos mayores y menores, lo que fomenta habilidades sociales (Imagen Ilustrativa Infobae)
Aunque los efectos identificados en el estudio son relativamente pequeños, los hallazgos desafían la idea de que el orden de nacimiento no tiene un impacto significativo en la personalidad. Por ejemplo, las personas con más hermanos tienden a puntuar más alto en honestidad-humildad y amabilidad en comparación con los hijos únicos. En promedio, los hijos del medio destacaron ligeramente por encima de los primogénitos y los hermanos menores en estas dimensiones.
Los investigadores también observaron que los primogénitos mostraron una ventaja leve en rasgos relacionados con el intelecto, un hallazgo que coincide con estudios previos. Sin embargo, esta ventaja no eliminó las diferencias observadas en términos de cooperación, lo que sugiere que tanto el orden de nacimiento como el tamaño de la familia contribuyen de manera independiente al desarrollo de ciertos rasgos de personalidad.
Un dato interesante del estudio es que, si se elige al azar a un hijo único de una persona de una familia con seis miembros, existe un 60% de probabilidad de que el individuo de la familia numerosa sea más cooperativo. Aunque estas probabilidades no permiten predecir la personalidad de un individuo en particular, refuerzan la idea de que las dinámicas familiares tienen un impacto a nivel poblacional.
Cómo influye la dinámica familiar en la personalidad
Las personas de familias grandes tienen un 60% más de probabilidades de ser cooperativas (Freepik)
Los autores del estudio especulan que ciertos aspectos de la vida en familias numerosas pueden fomentar una personalidad más cooperativa. Tener más hermanos implica compartir recursos, resolver conflictos y adaptarse a las necesidades de los demás, habilidades que son esenciales para la convivencia en un grupo grande. En el caso de los hijos del medio, su posición intermedia dentro de la familia podría requerir que desarrollen vínculos tanto con los hermanos mayores como con los menores, promoviendo así habilidades sociales más desarrolladas.
Por otro lado, los primogénitos podrían beneficiarse de la atención inicial exclusiva de sus padres, lo que podría explicar su leve ventaja en rasgos intelectuales. Sin embargo, a medida que nacen nuevos hermanos, esta atención se distribuye, y los primogénitos pueden asumir roles más responsables dentro de la familia.
Implicaciones y limitaciones del estudio
Si bien los hallazgos del estudio ofrecen una nueva perspectiva sobre el impacto del orden de nacimiento y el tamaño de la familia en la personalidad, los autores enfatizan que estas diferencias son relativamente pequeñas y no permiten predecir con precisión la personalidad de un individuo basada únicamente en su posición dentro de la familia. Además, factores como el entorno cultural, las experiencias individuales y la crianza también desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la personalidad.
Los psicólogos exploran las experiencias tempranas en el núcleo familiar VisualesIA (Imagen Ilustrativa Infobae)
Ashton y Lee destacan que, aunque el tamaño de la familia fue el factor principal que explicó las diferencias observadas, el orden de nacimiento también tuvo un efecto menor pero significativo. “Estas diferencias se explicaron en gran medida por los efectos del tamaño de la hermandad, pero no completamente, lo que indica que también hay un pequeño efecto del orden de nacimiento”, señalaron los investigadores.
Como se ve, el estudio más reciente sobre el orden de nacimiento y la personalidad reaviva un debate que persiste durante décadas en la psicología. Aunque los efectos son pequeños, los hallazgos sugieren que la posición dentro de la familia y el tamaño de esta pueden influir en la forma en que las personas desarrollan rasgos cooperativos como la honestidad-humildad y la amabilidad. En un mundo donde las relaciones interpersonales son fundamentales, comprender cómo las dinámicas familiares moldean estos aspectos puede ofrecer una nueva perspectiva sobre el desarrollo humano.
El debate, sin embargo, está lejos de resolverse. A medida que se realicen más investigaciones sobre el tema, los psicólogos continuarán explorando cómo las experiencias tempranas en el núcleo familiar contribuyen a formar quiénes somos como individuos.
Creen que los focos se activaron tras una tormenta eléctrica. La zona de los siniestros están alejados de zonas habitadas y de uso público. Trabajan medio centenar de brigadistas.
La Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi informó sobre dos focos de incendio activos en la zona sur del parque, ubicados en Reserva Estricta, en un área de bosque húmedo de difícil acceso, en cercanías de Lago Los Manzanos, a unos 30 kilómetros de San Carlos de Bariloche.
Al momento se desconoce el motivo del inicio de ambos focos, aunque se cree que podrían haber sido por la caída de rayos durante la tormenta eléctrica, registrada el pasado 16 de diciembre. El calor y los vientos complican las tareas de los brigadistas, mientras el humo de los incendios llegó a la ciudad de Bariloche.
El primer día, dos aviones hidrantes realizaron lanzamientos de agua, mientras dos helicópteros sobrevuelan la zona para analizar el despliegue de los brigadistas y los puntos de trabajo. El despliegue terrestre incluye 10 vehículos, entre ellos camionetas operativas, móviles de guardaparques y embarcaciones.
Los focos de incendio, que se encuentran a 300 metros de distancia entre sí, están alejados de zonas habitadas y de uso público, se informó.
En el lugar se fundó un campamento base para 43 brigadistas y se instaló una repetidora portátil que permite mantener las comunicaciones entre el personal en terreno y la estación de radio del parque.
Hasta allí se desplegaron medios aéreos del Servicio Nacional de Manejo del Fuego. También se conformó el Comité de Emergencias del Parque Nacional junto a la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias, la participación de Protección Civil de Bariloche, SPLIF Bariloche y El Bolsón para avanzar en el plan operativo.
La intendencia, a través de un comunicado, instó a circular con extrema precaución en la zona de Pampa Del Toro, Ruta Nacional 40, donde se llevan adelante diversas operaciones aéreas. “Recomendamos transitar con precaución a quienes se trasladen entre San Carlos de Bariloche y El Bolsón″, expresaron.
También se le pidió a todos los visitantes que recorran la zona “que se mantengan informados por el cierre de sendas o áreas próximas a la zona afectada”.
Recomendaciones para los conductores
Desde Vialidad Nacional indicaron medidas clave para garantizar la seguridad vial en la zona afectada por los incendios: circular a baja velocidad, evitar detenerse en las banquinas, mantener una distancia de frenado adecuada con el vehículo que precede, conducir con las luces bajas encendidas y verificar que todos los ocupantes del vehículo lleven el cinturón de seguridad correctamente colocado.