El sector de las pequeñas y medianas empresas industriales (Pymes) expresó su preocupación ante el aumento de despidos y el cierre de compañías, y solicitó una reunión urgente con el ministro de Economía, Luis Caputo, para abordar una agenda de recuperación productiva.
Según el último informe del Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA), en el último año se perdieron más de 217.000 empleos registrados, con un impacto significativo en la construcción y la industria manufacturera.
El informe, coordinado por el economista Federico Vaccarezza, destacó que la economía sigue en retroceso, con una desaceleración especialmente pronunciada en sectores clave como la construcción, la producción textil y los productos minerales no metálicos. “La caída de la demanda interna, los mayores costos de financiamiento y un contexto inflacionario que erosiona márgenes son los principales factores que explican esta situación”, detalló Vaccarezza.
Además, el mercado laboral sigue mostrando los efectos de la recesión: «En los últimos doce meses, se perdieron más de 217.000 empleos registrados», informó el economista, y agregó que esta situación está acompañada por el cierre de 9.900 empresas en el último año, lo que “refleja las dificultades del entorno operativo”.
“Si Caputo sigue sin recibir a las Pymes para incluirlas en el plan económico, la crisis provocará una avalancha de despidos”, advirtió Daniel Rosato, presidente del IPA, al presentar los datos del informe.
Rosato insistió en la necesidad de que las Pymes sean escuchadas por el Gobierno: “Desde que comenzó el plan económico para reducir la inflación, advertimos que era necesario combinarlo con una mirada industrialista. No logramos que el ministro Caputo reciba a las Pymes industriales para escuchar nuestros aportes”.
El empresario subrayó la urgencia de tomar medidas para evitar un escenario de mayor recesión, especialmente en centros urbanos. Según Rosato, «la combinación de desempleo y los mayores gastos durante las fiestas provocará un sobreendeudamiento que tendrá consecuencias negativas en los primeros meses de 2025, porque la gente se quedará sin plata y sin crédito”.
Además, advirtió que las condiciones favorables para la importación representan un riesgo para la industria nacional. “Las mejores condiciones para la importación sólo generarán mayor desempleo, porque las fábricas se achicarán y se convertirán en vendedoras de productos extranjeros, dejando de producir en el país. Esto profundizará el achique de la economía y la reducción del mercado laboral”, afirmó Rosato.
Perspectivas y desafíos para 2025
El informe del Observatorio IPA señaló que, aunque el ritmo de caída de la actividad parece estar desacelerándose, todavía no hay señales claras de recuperación. “Para que 2025 sea un año de recuperación sostenida, será clave mejorar el acceso a financiamiento, estabilizar la economía y reactivar la demanda interna. Estas son asignaturas del gobierno todavía pendientes”, concluyó Vaccarezza.
Por su parte, Rosato enfatizó que el sector necesita ser parte de la solución: “Necesitamos que al presidente Javier Milei le vaya bien, si el plan es mejorar a la Argentina. Para eso, tenemos propuestas concretas ante realidades complejas tanto para los trabajadores como para las Pymes”.
En un contexto de incertidumbre económica y social, las Pymes insisten en ser parte de la agenda económica para evitar un agravamiento de la crisis y sentar las bases de una recuperación que incluya a todos los sectores productivos.
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