Sergei Baldin y Cardmath Salomatin son los diplomáticos rusos que provocaron un escándalo este miércoles al negarse a realizar un control de alcoholemia en Recoleta.
Tras rechazar a los oficiales que quisieron hacerle el test, Baldin se encerró en su Volkswagen Bora blanco y tuvo que intervenir la Cancillería.
Baldin, de 38 años, tiene un documento argentino número 60 millones y también cuenta con un documento de su país natal, aunque en principio se negó a identificarse. Según indicaron fuentes del caso a TN, es encargado comercial de la Embajada de Rusia en la Argentina.
Salomatin, por su parte, conducía un Toyota Corolla que fue parado en el mismo control de la Avenida del Libertador al 1100. Ocurrió instantes después de que su compatriota se negara al test.
El hombre, codirector de la Casa de Rusia, entregó la documentación, aunque se negó a someterse al control. Acto seguido, subió la ventanilla y empezó a hablar por teléfono.
Por ley, ningún diplomático está exento de cumplir con los controles vehiculares. Así lo afirma el artículo 41 de la Convención de Viena, que establece el acatamiento de las leyes del país donde habite un diplomático.
Al negarse al control de alcoholemia, la Policía de la Ciudad tuvo que intervenir y trasladar a Baldin y a Solomatin a la Embajada para realizarlo.
El Ministerio de Seguridad, en conjunto con Cancillería, envió al departamento de seguridad diplomática de la Policía Federal una notificación para hacerse cargo y cumplir con la Convención de Viena. Las actuaciones van a continuar por canales federales, señalaron fuentes de Cancillería a TN.
El agente de tránsito a cargo del operativo informó que les realizarán el control de alcoholemia en las cercanías de la Embajada de Rusia por decisión de la Policía de la Ciudad. En ese lugar también les pedirán la documentación vehicular.
Desde la Policía de la Ciudad de Buenos Aires informaron a TN que viajaron a 30 kilómetros por hora desde el control de tránsito hasta la embajada de Rusia en “una cápsula de seguridad para resguardar al resto de automovilistas”.
La Embajada de Rusia consideró “una grave violación de derecho internacional” el control de alcoholemia a sus diplomáticos en Recoleta
“Consideramos lo ocurrido como una grave violación del derecho internacional, sobre todo sobre sus disposiciones sobre inmunidades diplomáticas”, dijo un funcionario que se identificó como el primer secretario de la embajada rusa en Buenos Aires.
Según afirmó, la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas establece que “ningún vehículo diplomático puede ser objeto de ningún registro o embargo”.