Julieta Poggio mostró las heridas del terrible accidente que sufrió hace un año cuando disfrutaba de una fiesta en un barco. La influencer aprovechó su llegada para llamar a la reflexión a sus seguidores y advertirles que tomen recaudos de cara a la celebración de fin de año.
“Hoy se cumple un año de mi accidente en el barco y nunca mostré realmente lo que me pasó. Me caí al agua de noche y estuve con un moretón enorme todo el verano”, junto a una selfie actual.
Acto seguido, compartió otra historia donde se podían ver claramente los cortes, los moretones y los puntos que recibió tras el impacto. “Realmente fue muy grave y agradezco que no haya tenido un final peor porque las fiestas en los barcos son realmente peligrosas”, dijo reflexiva.
A modo de cierre, señaló que solo le quedaron dos mínimas cicatrices, una en el labio y otra en la ceja porque la tuvieron que coser. “Diviértanse, pero cuídense mucho estas fiestas”, concluyó.
Hace un año, Julieta fue a una fiesta en un barco, se cayó al río y terminó en la guardia. En aquel momento, al ser consultada, la exparticipante de Gran Hermano contó que había caído al río por culpa de una chica que la empujó sin querer. Pese a su explicación, hubo quiénes pusieron en duda lo ocurrido y especularon con un posible retoque estético.
Julieta Poggio perdió un pedazo de diente en vivo y se largó a llorar: “Se me salió un pedacito”
Días atrás, Julieta Poggio sufrió un impensado accidente mientras estaba al aire de Rumis (La Casa). En plena transmisión, la modelo notó que algo no andaba bien con su dentadura superior, ya que mientras hablaba, el contacto con su lengua le generaba una sensación extraña.
Inmediatamente, se percató de que una de sus carillas se había despegado. Angustiada, se quejó con sus compañeros y Leandro Saifir saltó de su puesto para ver qué pasaba desde cerca.
Al borde del llanto, la actriz explicó la razón detrás de su frustración: “No, chicos. No, no chicos. Miren ahí, me quedó medio voladito. La p… madre, me voy de viaje y se me salió un pedacito. Yo no tengo carilla en todos los dientes, pero tengo en los bordes”.
En su intento por darle alguna solución rápida y viable, el resto del grupo sugirió a Juli ir tan pronto como pudiera a un odontólogo para poder reponer la pieza perdida. Sin embargo, ella descartó inmediatamente la idea. “Ya no tengo tiempo de ir”, lanzó antes de llorar.