La abrupta suba de los dólares paralelos promedió el 6% en la semana que acaba de terminar y acumula alrededor de 9% en los últimos 15 días. El despegue del tipo de cambio generó pérdidas para aquellos inversores que estaban posicionados en bonos en pesos porque rendían más de lo que se movía el precio de la divisa extranjera.
El nombre técnico de esa estrategia es carry trade y las ganancias acumuladas por los títulos en pesos en la era Milei llegaron a superar el 60% en dólares. Sin embargo, en este tipo de inversiones el momento de entrada y, especialmente, de salida, es fundamental.
“Este aumento de las cotizaciones libres erosionó gran parte de los retornos en dólares conseguidos durante las últimas semanas a través de la estrategia de carry. Específicamente, la suba de los dólares que comenzó el viernes 13 borró los retornos del último mes y medio de aquellos posicionados en instrumentos en pesos”, indicó un informe de Invertir en Bolsa.
La consultora 1816 calculó que, desde que asumió Milei hasta la reciente corrección del dólar financiero, quienes invirtieron en plazos fijos (tasa Badlar, remuneración promedio por depósitos mayores al millón de pesos) ganaron 54% en moneda estadounidense, medido al contado con liquidación (CCL).
Desde GMA Capital completaron el panorama de la siguiente manera: “Para el inversor de plazo fijo, esto implicó una poda de casi 5% en dólares en sólo dos días, mientras que aquel posicionado en equity (acciones) sufrió también el retroceso del S&P Merval”.
Una salida que se multiplica
Cuando las ganancias del carry trade se empiezan a evaporar, el efecto se potencia: los inversores que todavía tenían bonos en pesos salen rápidamente a venderlos para cerrar la posición y perder lo menos posible. Eso, en parte, se vio durante la última semana e impulsó la cotización de los tipos de cambio financieros, lo que obligó al Banco Central a volver a intervenir con reservas en ese mercado.
En la consultora LCG consideraron que la última baja de la tasa de política monetaria alteró las perspectivas sobre la ganancia a futuro de la estrategia de carry trade, dado que, más allá de las intenciones anunciadas, la devaluación del tipo de cambio oficial se mantuvo en 2% mensual. Eso achica mucho la diferencia de rendimiento entre la tasa en pesos (2,6% por mes) y la depreciación de la moneda local.
“En un diciembre en el que se apostaba a que la mayor demanda estacional de pesos acentuaría la baja de los dólares financieros, la percepción de que las expectativas de devaluación no bajarían en una magnitud tal que compense la baja de tasas habilitó el desarme de posiciones en pesos y la dolarización de carteras”, explicó la consultora en su reporte semanal.
En esa línea, LCG especuló con que parte de la suba de la brecha haya sido buscada por el Gobierno, tras las declaraciones de Milei sobre la apreciación del peso y su efecto sobre la economía.
La firma detalló algunas de las medidas oficiales que pudieron tener un efecto alcista sobre los tipos de cambio paralelos: los sucesivos recortes de tasas, la extensión de plazos para liquidar exportaciones y el aumento de los montos máximos que los freelancers pueden evitar liquidar en el mercado cambiario. A esas decisiones, se sumaron algunos condimentos extras, como la devaluación en Brasil y los vaivenes de la demanda de pesos en diciembre.