Dispusieron la vacunación obligatoria de los animales susceptibles en un radio de 10 km alrededor del caso confirmado.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) estableció una serie de medidas sanitarias de contención ante la detección de un brote de rabia paresiante en un bovino, en Pampa del Indio, zona del pueblo viejo.
El organismo dispuso la vacunación obligatoria de los animales susceptibles en un radio de 10 km alrededor del caso confirmado, para prevenir el contagio de la enfermedad. Los productores deberán registrar la aplicación de la misma en la Oficina del Senasa ubicada en Vuelta de Obligado 750 de la mencionada localidad chaqueña. Los animales vacunados, deberán recibir una nueva dosis entre los 20 y 30 días posteriores a la primera, conforme a lo establecido por la normativa vigente.
Al tratarse de una enfermedad endémica y que se presenta frecuentemente en la región, desde el Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa se recomendó a todos los productores incorporar al calendario anual la vacunación preventiva contra la rabia paresiante.
Se trata de una enfermedad de notificación obligatoria ante el Senasa, por lo que se recuerda darle aviso inmediato ante la existencia de animales con sintomatología nerviosa y/o la detección de posibles refugios de vampiros, los cuales serán evaluados, georreferenciados y comunicados al Programa Nacional de Control de la Rabia paresiante del organismo nacional.
Las vías de notificación son: concurrir personalmente a la Oficina del Senasa Pampa del Indio – Vuelta de Obligado 750; enviar un Whatsapp al (11) 5700 – 5704; escribir al correo electrónico: notificaciones@senasa.gob.ar y desde el formulario Avisa al Senasa, disponible en el sitio web oficial del Senasa.
Las fiestas de fin de año tienen una particular magia que invita a compartir y reflexionar. En esas fechas, las acciones desinteresadas encuentran un terreno fértil para florecer, desde una simple sonrisa hasta iniciativas comunitarias más grandes.
En cada rincón del mundo, las pequeñas acciones generan grandes cambios. La solidaridad, ese lazo invisible que une a las personas, tiene el poder de transformar realidades y de mejorar la vida tanto de quienes reciben como de quienes ofrecen ayuda. Es un motor que no distingue edades ni condiciones sociales y que siempre deja una huella positiva.
Lo importante no es la magnitud del gesto, sino su capacidad de hacer sentir a otros que no están solos.
Un pan dulce por una sonrisa
La campaña solidaria “un pan dulce por una sonrisa” impulsada por Tony Peró, profesional de la industria de la hospitalidad, entregó el pasado 11 de diciembre 100 pan dulces a la escuela especial 502 de Guernica, provincia de Buenos Aires. Esta campaña no es solo un acto simbólico, sino que es una manifestación de empatía que repercute en la salud emocional tanto de quienes participan como de los beneficiarios. Diversos estudios en psicología positiva han demostrado que realizar actos altruistas activa regiones del cerebro asociadas al placer y la recompensa, reforzando un círculo virtuoso de bienestar.
“Siento pasión por la solidaridad a pesar de que no es una tarea fácil, lleva tiempo y esmero, hace 20 años facil que estoy en el rubro solidario y feliz por realizarlo. Me encantaría incentivar la solidaridad y que varios sigan este camino. La entrega de pan dulces es para chicos necesitados, además de la carencia general muchos tienen una enfermedad. Esto nunca es la solución, es simplemente un mimo. Sabemos que no es el mejor momento y hay gente que la pasa más o menos pero igualmente extiende su mano” relata Tony.
“Es emocionante ver la cara de las maestras y las sonrisas de ellas en el momento de la entrega. Las maestras de las escuelas especiales deberían tener un plus especial de atención a sus necesidades, tienen mucho amor con los chicos que requieren mucha paciencia y atención a ellos. Me llena de emoción interna hacer el bien aunque sea poco, porque muchas veces se recorren varios kilómetros para ir a buscar un pan dulce por ejemplo. La logística es complicada y tiene un costo importante, muchas veces la gente da pero te pide que lo vayas a buscar” continúa.
Solidaridad en acción
La unión de una campaña de recolección de pan dulces con una institución educativa especial resalta la importancia de trabajar juntos para alcanzar un objetivo común. Este tipo de actividades no solo proporcionan un beneficio inmediato, como el disfrute de un alimento simbólico en las fiestas, sino que también:
Promueven valores. Enseñan a los más jóvenes la importancia del compromiso social y la empatía.
Fortalecen redes. Conectan a personas, empresas y organizaciones en torno a una causa compartida.
Fomentan la inclusión. Reafirman el derecho de todas las personas a participar y celebrar sin distinciones.
Además, al involucrar a diferentes sectores de la comunidad, estas iniciativas se convierten en un ejemplo práctico de cómo pequeños gestos pueden inspirar grandes cambios.
El bienestar compartido
Para las escuelas especiales, este tipo de acciones adquieren un significado aún más profundo. Los estudiantes no solo reciben un regalo tangible, sino también un mensaje claro de que su lugar en la sociedad es valioso. “La inclusión comienza cuando eliminamos las barreras del aislamiento y tendemos puentes de conexión emocional”, destacan desde UNICEF en su guía para la promoción de derechos educativos inclusivos.
La enseñanza más valiosa de estas campañas no radica únicamente en el momento de la entrega, sino en el legado que dejan. Cada pan dulce compartido es una lección viva de generosidad, un recordatorio de que siempre es posible contribuir al bienestar de otros, independientemente de los recursos que tengamos.
Iniciativas como esta son un claro ejemplo de cómo el simple acto de compartir puede marcar una diferencia significativa. En una época en la que muchas veces se prioriza lo material, el verdadero regalo es crear una red de apoyo que fortalezca los lazos humanos y promueva un futuro más solidario y equitativo.
Se trata de potenciar uno de los cinco sentidos y sería una puerta de entrada a procesos cerebrales complejos que moldean nuestras emociones, recuerdos y comportamientos.
Mantener el cerebro en forma es tan importante como hacerlo con el cuerpo, por lo cual ejercitarlo para que, como si fuera un músculo más, su rendimiento no se vea mermado con el paso de los años. Un efecto del tiempo que, si bien afecta a las distintas funciones cognitivas, resulta especialmente apreciable a nivel de la memoria, pero esto puede prevenirse, por ejemplo, disfrutando de un buen libro todos los días o, mejor aún, potenciando el sentido del olfato.
En realidad y frente al resto de los sentidos, muy especialmente los de la vista y el oído, el del olfato se encuentra notablemente subestimado. Según explica la doctora Lila Landowski, especialista australiana en Neurociencia: “No le estamos dando el crédito que merece. Podemos ver entre uno y ocho millones de tonalidades, así como escuchar en torno a 340.000 sonidos distintos. Pero podemos oler entre cien mil millones y un billón de aromas diferentes”.
No hay que subestimar el olfato
Una investigación de la Universidad Rockefeller de Nueva York constató la detección de hasta un billón de olores y este mismo establecimiento educativo ya había demostrado que, mientras una persona es únicamente capaz de recordar el 1% de lo que tocó, el 2% de lo que escuchó y el 5% de lo que vio, también lo es de acordarse del 35% de lo que olió.
La estrecha relación entre la evocación y el olfato obedece a que “más que un sentido, es una puerta de entrada a procesos cerebrales complejos que moldean nuestras emociones, recuerdos y comportamientos”, indica Nuria Martín Muyo, directora del curso Neurociencia Aplicada al Día a Día, que a su vez apunta que “debido a su conexión única y directa con el cerebro, particularmente con áreas involucradas en la emoción, la memoria y el procesamiento de recompensas, los olores son capaces de influir en nuestra vida de una forma particularmente profunda, haciéndolos esenciales para la salud cerebral en el ser humano”.
Los bulbos olfatorios, las regiones cerebrales responsables de procesar los olores, envían directamente la información, como reveló la Universidad de Pittsburgh, a la amígdala y el hipocampo, las áreas del cerebro implicadas en la memoria y las emociones. Sin tener que pararse, como hacen otros sentidos, en otras regiones como la corteza prefrontal. Tal es así que, según observó la Universidad de California en Irvine, las deficiencias a la hora de identificar un olor pueden ser una señal de un mal funcionamiento cerebral. Desde un pérdida de las funciones cognitivas, incluida la memoria, hasta la enfermedad de Alzheimer.
La clave de enriquecer el olfato
La buena noticia es que la merma de la capacidad olfativa es reversible. Se puede entrenar mediante la terapia olfativa o de enriquecimiento olfativo. En la que tan sólo hay que dejar que un dispensador emita fragancias agradables y muy intensas, mientras se duerme. Con beneficios realmente notables: en un segundo estudio de la universidad californiana, las personas mayores que vieron perfumadas sus noches no sólo durmieron mejor, sino que vieron notablemente potenciadas algunas funciones cognitivas como la memoria y la capacidad de tomar decisiones.
Louise O’Dwyer, especialista en Neurociencia, destaca que “durante seis meses y por un periodo de tan sólo dos horas por noche, los participantes en el estudio fueron expuestos a distintas fragancias naturales, lo que conllevó un incremento increíble del 266% en sus capacidades cognitivas. Y en el caso de los más mayores, su memoria simplemente se disparó”.
Además, dijo que se puede evaluar nuestro sentido del olfato con una prueba muy sencilla. Basta con entrar en la cocina, poner en una cuchara una pizca de especias o de extractos de alimentos con olor intenso y reconocible –entre otros, limón, cacao y canela– y someterlos al escrutinio de la nariz, lo cual puede hacerlos revivir un momento agradable de la infancia. Como incide Nuria Martín Muyo, “los olores pueden desencadenar memorias vívidas y emocionales, muchas veces con más fuerza que otros estímulos sensoriales”.
La jueza de Niñez, Adolescencia y Familia Nº 1 de Resistencia, Claudia Karina Feldmann, entendió necesario referirse a la decisión que adoptó de designar guardadores a los abuelos paternos de un NNA en el expediente 3.188/22.
Al respecto explicó que “a la resolución arribamos luego de un largo proceso en el que se agotaron todas las alternativas en dos años de trámite de la causa”. “Lo que hicimos fue priorizar el interés superior del niño” después que “fracasaron todos los intentos de establecer previamente la comunicación”, agregó.
En tanto recordó que el primer expediente del conflicto familiar entre los progenitores surge en diciembre de 2018 y que el primer pedido de régimen de comunicación con los abuelos paternos se remonta a 2021.
La decisión, señaló, es resultado de “numerosos, reiterados e injustificados incumplimientos, inclusive de acuerdos celebrados ante el Superior Tribunal de Justicia en diciembre de 2023”. Además, explicó: “desde el juzgado cumplimos las directivas de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial considerando en contexto las más de veinte causas que hay en el fuero civil y de familia vinculadas al conflicto. Los dictámenes técnicos en los expedientes conexos y en el presente fueron tenidos en cuenta y de ellos emergió la acreditación a primera vista de las circunstancias graves y excepcionales que la norma prevé para tomar tal resolución”.
Asimismo, indicó que “existen abundantes elementos probatorios en calidad y cantidad que justifican la adopción de esta medida” y que “las partes tienen los recursos legales y procesales para recurrir la decisión”.
“La Convención de los Derechos del Niño prevé la adopción de medidas de esta naturaleza sujetas a revisión por la autoridad competente cuando hay causas que afectan graves derechos de NNA”, detalló.
Feldmann enfatizó que “el artículo 657 del Código Civil y Comercial, en concordancia con el artículo 9 de la Convención de los Derechos del Niño prevé la guarda judicial a un pariente para protección de un NNA cuando está expuesto a vulneración de sus derechos en el ámbito en que convive. Se trata de una medida provisoria y temporal mientras se trabaja para solucionar la problemática. Todo lo cual está acreditado en la causa”.
En ese sentido afirmó: “estas medidas no se agotan en las que tomaron estado público, sino que forman parte de un plan estratégico de acción para la recomposición de los vínculos familiares saludables del NNA, teniendo siempre en mira su interés superior”.
También comentó que en su resolución brindó directivas específicas respecto a cómo debía realizarse la diligencia para hacer efectiva la medida: “el oficial de justicia que en turno y jurisdicción corresponda… se constituirá en el domicilio de la progenitora…y/o lugar donde la niña se encuentre, y procederá al retiro de la misma, colocándola bajo el cuidado de los abuelos-guardadores, tratando de evitar cualquier situación que afecte gravemente a C., debiendo la madre y o cualquier persona colaborar con el cumplimiento pacífico de la medida. Autorizando al oficial de justicia asimismo a allanar domicilio, hacer uso de la fuerza pública, en caso de ser necesaria, con la prudencia que el caso requiera. Deberán intervenir en la diligencia la asesora de Niñas, Niños y Adolescentes Nº 5 o quien la subrogue, la tutora, profesional/es del Equipo Interdisciplinario Único, y la letrada de autos”.
Además, hizo saber “a los que intervienen en la ejecución de lo que aquí se resuelve, que a los fines de asegurar el cumplimiento y en protección de la niña, deberán coordinar previamente las acciones a tomar, con la reserva del caso, para ser ágiles y rápidos, evitando que C. permanezca en el ámbito de conflicto más tiempo de lo estrictamente necesario, retirándola de inmediato del lugar, colocándola a resguardo con sus abuelos-guardadores. Ello, sin perjuicio de que el oficial de justicia continúe con la notificación de la resolución y culmine la diligencia en los términos formales”.
Por lo demás la jueza señalo que dispuso que los guardadores están obligados a cumplir mientras perdure la guarda, con la medida de restricción y prohibición de acercamiento del progenitor hacia el NNA.