Este fenómeno plantea preocupaciones sobre la propagación de datos no comprobados en redes sociales
El influencer marketing se ha convertido en una de las fuerzas más poderosas dentro del ecosistema digital moderno. Con millones de seguidores en plataformas como Instagram, TikTok, YouTube y Twitter, estos creadores de contenido desempeñan un papel clave en la circulación de información a nivel mundial. Sin embargo, un reciente estudio de La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha revelado que muchos de estos creadores no verifican adecuadamente la información que comparten, lo que genera preocupaciones sobre la propagación de desinformación.
Contexto y objetivo del estudio
El estudio titulado “Behind the Screens” (Tras las pantallas) fue publicado por la UNESCO el 26 de noviembre de 2024, con el objetivo de analizar las prácticas y comportamientos de los creadores de contenido digital en relación con la verificación de la información. Realizado en colaboración con la Universidad Estatal de Bowling Green, el informe examina cómo los influencers, que en muchos casos se han convertido en fuentes clave de noticias y análisis para millones de personas, abordan la veracidad de la información que comparten en sus plataformas. A través de una encuesta a 500 influencers de 45 países y 8 regiones lingüísticas, el informe busca entender los desafíos éticos y las motivaciones que impulsan a estos creadores de contenido a compartir información con sus audiencias.
La verificación de la información: un desafío para los influencers
El 62% de los influencers admitió que no verifica de manera sistemática la información antes de compartirla con sus seguidores (Imagen Ilustrativa Infobae)
Uno de los hallazgos más alarmantes del estudio es que el 62% de los influencersadmitió que no verifica de manera sistemática la información antes de compartirla con sus seguidores. A pesar de su influencia en la opinión pública, estos creadores no siguen un proceso riguroso de validación de los datos, lo que puede resultar en la propagación de desinformación. Esta falta de verificación podría tener graves implicaciones, especialmente cuando se trata de temas sensibles como política, salud pública o desastres naturales.
Factores utilizados para medir la credibilidad
El estudio también reveló que muchos influencers basan la credibilidad de la información en indicadores poco fiables. Por ejemplo, el 41,6% de los encuestados señaló que confía en el número de ‘me gusta’ o reproducciones que recibe una publicación para evaluar su veracidad. Esta tendencia refleja una dependencia de las métricas superficiales de las redes sociales, como la popularidad o la viralidad, que no garantizan que la información sea correcta.
Por otro lado, el 33,5% confía en la fuente o el creador del contenido, sin realizar verificaciones adicionales. Esto sugiere que muchos influencers comparten información basándose en relaciones personales o en la confianza que tienen con otras figuras del entorno digital, sin una validación independiente de los datos. Solo un 17% de los encuestados considera que la documentación utilizada para respaldar la información es un factor crucial para evaluar su credibilidad.
Motivaciones de los creadores de contenido
El estudio también analizó las motivaciones detrás del contenido que los influencers deciden compartir (Imagen Ilustrativa Infobae)
El estudio también analizó las motivaciones detrás del contenido que los influencers deciden compartir. El 26% de los encuestados expresó que su principal razón para compartir información es el deseo de transmitir su conocimiento, lo que refleja una intención educativa y formativa. Sin embargo, el 23,8% busca generar ingresos económicos, mientras que el 23,4% lo hace con fines de entretenimiento. Solo el 13,8% comparte contenido con el objetivo de expresar sus opiniones y emociones.
Este panorama resalta una dicotomía entre la responsabilidad social y las presiones comerciales que enfrentan los creadores de contenido. Mientras algunos están motivados por un deseo genuino de educar o informar, otros lo hacen en busca de ganancias o de visibilidad, lo que puede llevar a la manipulación de la información para atraer a más seguidores.
Desafíos éticos y de credibilidad
Un aspecto clave del informe son los desafíos éticos que enfrentan los influencers. El 32% de los encuestados informó haber sido víctima de discurso de odio, una problemática que ha cobrado gran relevancia en las plataformas digitales. A pesar de esta alta tasa de exposición a comentarios y ataques agresivos, solo el 20,4% de los afectados denunció estos incidentes a las plataformas sociales, lo que pone de manifiesto la falta de apoyo y recursos para enfrentar esta situación.
Además, el informe aborda otros dilemas éticos que los influencers deben gestionar, como el sensacionalismo, el contenido patrocinado y los problemas relacionados con los derechos de autor. Muchos de estos creadores de contenido utilizan tácticas llamativas o controversiales para ganar visibilidad, lo que a menudo contribuye a la desinformación o distorsiona la realidad de los hechos.
Falta de formación y conocimiento sobre regulaciones
Solo el 13,9% de los encuestados ha participado en programas de formación sobre verificación de la información (Imagen Ilustrativa Infobae)
Otro hallazgo preocupante del estudio es la falta de conocimiento que muchos creadores de contenido tienen sobre las normas y marcos regulatorios internacionales relacionados con la comunicación digital. Según los resultados, el 59% de los influencers no están familiarizados con las leyes que protegen la información y la libertad de expresión en el ámbito digital. Esta ignorancia normativa puede poner a los creadores en una situación de inseguridad jurídica, ya que no conocen sus derechos ni sus responsabilidades legales.
La falta de formación no se limita a las regulaciones. El informe también señala que solo el 13,9% de los encuestados ha participado en programas de formación sobre verificación de la información, lo que evidencia la carencia de herramientas educativas adecuadas para estos creadores.
Iniciativas de formación impulsadas por la UNESCO
En respuesta a estos desafíos, la UNESCO ha lanzado varias iniciativas educativas para ayudar a los creadores de contenido a abordar la desinformación. Una de las principales acciones ha sido el lanzamiento del primer curso mundial diseñado específicamente para los influencers, en colaboración con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas. Este curso, que comenzó en noviembre de 2024, tiene como objetivo dotar a los creadores de las herramientas necesarias para identificar, verificar y compartir información confiable.
A día de hoy, 9.000 personas de 160 países han comenzado a participar en esta formación, que tiene una duración de cuatro semanas. Durante este curso, los influencers aprenderán a:
Buscar información utilizando diversas fuentes fiables.
Evaluar y verificar la calidad de la información.
Ser transparentes sobre las fuentes de su contenido.
Identificar y desacreditar información errónea, desinformación y discurso de odio.
Colaboración entre periodistas e influencers
Uno de los puntos destacados del informe es la cooperación limitada entre los periodistas tradicionales y los influencers. Aunque los periodistas son una fuente valiosa para la verificación de la información, los lazos entre ambos grupos son débiles. La UNESCO subraya la importancia de fomentar una mayor colaboración entre periodistas e influencers para combatir la desinformación y mejorar la calidad de la información compartida en las plataformas sociales.
Recomendaciones de la UNESCO para combatir la desinformación
El informe concluye con varias recomendaciones clave para mejorar la situación. La alfabetización mediática y la formación son esenciales para ayudar a los influencers a manejar de manera responsable la información. La UNESCO insta a que los creadores de contenido mejoren su capacidad para evaluar y compartir solo información verificada, y sugiere que tanto los gobiernos como las plataformas digitales proporcionen recursos educativos accesibles a los influencers para fomentar buenas prácticas.
Además, se recomienda crear un entorno de colaboración más estrecho entre los influencers, los periodistas y las plataformas digitales para fortalecer la integridad de la información en línea. La UNESCO también destaca la necesidad urgente de que los creadores se familiaricen con las normativas internacionales para proteger tanto sus derechos como la veracidad de la información que comparten.
El informe de la UNESCO revela la creciente necesidad de mejorar la formación y la ética de los influencers, quienes tienen un papel fundamental en el ecosistema informativo digital, pero que aún enfrentan grandes desafíos en cuanto a la verificación de datos y la responsabilidad social.
El calendario de 2024 suelta sus últimas hojas y, como es habitual, el diccionario de Oxford escogió la palabra del año. En este caso, el galardonado, más que una palabra, un concepto: “brain rot”. A nuestro idioma se traduce como “podredumbre o decadencia cerebral”. Si bien su uso actual hace referencia a la navegación sin rumbo en las redes sociales, su origen es muy anterior al contenido que circula en las plataformas online.
“Brain rot”, la Palabra del Año según el diccionario Oxford
Como es costumbre, el Oxford English Dictionary, que publica la editorial Oxford University Press, eligió la palabra o concepto más popular del año. “Brain rot” fue escogida en una votación en la que participaron más de 37.000 personas, incluidos especialistas en lenguaje.
¿Qué significa “brain rot”? Aquello de podredumbre cerebral hace referencia a la sensación que se experimenta después de pasar demasiado tiempo en las redes sociales, especialmente desde dispositivos móviles.
En su comunicado, los responsables de esta elección definieron del siguiente modo al concepto: “Es el supuesto deterioro del estado mental o intelectual de una persona, especialmente como resultado del sobreconsumo de material (particularmente de contenido en línea) considerado trivial o poco desafiante”.
En ese marco, afirmaron que el uso de “brain rot” creció un 230% este año, con especial popularidad en entornos como TikTok y en boca, particularmente, de las generaciones Z y Alpha. “Estas comunidades han amplificado la expresión a través de canales en las redes sociales, el mismo lugar que se dice provoca el ‘brain rot’”, señaló Casper Grathwohl, presidente de Oxford Languages. “Esto demuestra una cierta autoconciencia descarada en las generaciones más jóvenessobre el impacto perjudicial de las redes sociales que han heredado”, agregó.
La Palabra del Año se emparenta al “doomscrolling”
Según lo indicado, el actual empleo de “brain rot” es similar a lo que algunos llaman “doomscrolling”, que describe el desplazamiento compulsivo y poco razonado, especialmente en los feeds de las redes sociales.
Según añadió Grathwohl, estos conceptos reflejan los “peligros percibidos en la vida virtual y cómo estamos utilizando nuestro tiempo libre”. Además, los responsables de esta elección observaron que, en muchos casos, el término se emplea de forma humorística o autocrítica.
“Brain rot” se usaba hace más de un siglo
De acuerdo a la mencionada editorial británica, las primeras apariciones del concepto se remontan a 1854, año en el que se publicó el ensayo Walden del autor estadounidense Henry David Thoreau, en el que narra su experiencia de pura soledad, durante más de dos años, en una cabaña que él mismo construyó junto a un lago.
Siguiendo a Wired, esa obra criticó la tendencia de la sociedad a devaluar las ideas complejas en favor de las más simples. “Mientras Inglaterra se afana por curar la podredumbre de las papas, ¿no sería igualmente necesario combatir la podredumbre cerebral, que se extiende de manera mucho más amplia y fatal?”, escribió el autor, entre cuyas obras también se destaca La desobediencia civil.
La tecnología y el mundo digital, figuritas repetidas en la Palabra del Año del diccionario Oxford
Esta no es la primera vez que el reconocido diccionario en idioma inglés elige una palabra o concepto vinculado al universo digital. En el 2013 fue “selifie”, en el 2015 la elegida fue “emoji” y dos años más tarde destacaron a “fake news”, referencia a las noticias falsas que se propagan especialmente en plataformas online.
Rumores señalan que los próximos teléfonos de Apple prescindirían de las teclas de volumen, que serían reemplazadas por componentes adaptables a las preferencias del usuario.
El futuro de la familia iPhone nos depara, según los rumores, una versión ultradelgada que podría llegar con el mote “Air” o “Slim”. Además, es posible que Appleintensifique la personalización de los botones en sus smartphones, según una patente recientemente filtrada.
En ese caso, el fabricante de Cupertino profundizaría una propuesta que debutó en los iPhone 15 Pro y Pro Max, del año pasado, con el denominado “botón de acción”.
Apple iPhone: ¿tendrán más botones personalizables?
En los iPhone 15 Pro y iPhone 15 Pro Max que se lanzaron en el 2023, una de las novedades fue el “action button”. Básicamente, es un botón programable, que los usuarios pueden configurar para activar diversas funciones, desde simplemente encender la linterna o silenciar notificaciones con un solo toque, hasta abrir la cámara e incluso (para más avanzados) hacer pedidos específicos en negocios.
Un reporte del sitio Phone Arena revela que Apple profundizaría su apuesta por los botones personalizables del iPhone. La información se desprende de un documento que el fabricante estadounidense presentó ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés) titulado “Dispositivos, métodos e interfaces gráficas de usuario para configurar sectores de entradas”.
De acuerdo a la fuente, las ilustraciones incluidas en la patente muestran que Apple reemplazaría las actuales teclas de volumen del iPhone para incluir los botones personalizables. De este modo, en lugar de un único de “acción”, los smartphones tendrían tres de ellos.
En este punto, cabe remarcar que la presentación de una patente no implica que necesariamente la idea allí plasmada se traslade a un producto comercial, que más tarde llegará a manos de los usuarios finales. Esos documentos sí son útiles para espiar las ideas de los fabricantes, que eventualmente incluirán en un futuro, en sus dispositivos.
El botón de acción ahora disponible en los iPhone puede ser configurado para una variedad de funciones, tal como señalamos. Además, Apple habilitó la compatibilidad con aplicaciones de terceros, una apertura que expandiría los usos posibles de ese componente.
El cambio inicia su recorrido en la versión de la plataforma en Android. Te mostramos cómo aprovecharlo.
Los usuarios de Gmail en Android ahora pueden tomar provecho de una nueva función en el servicio de correo electrónico de Google. La novedad es sutil, aunque útil para evitar confusiones al momento de indicar los destinatarios de los emails, en sus campos correspondientes.
En esta nota de TN Tecno revisamos los detalles de este cambio en Gmail y te explicamos cómo aprovechar sus ventajas.
Novedad en Gmail para Android: ahora es más fácil organizar la sección de destinatarios
Al crear un nuevo correo en Gmail encontramos tres campos, para diferentes destinatarios:
Para: es el lugar donde se coloca a los receptores más “directos”.
Cc: es un campo que permite incluir otras direcciones, en copia.
Cco: las direcciones de email indicadas aquí no serán visibles para el resto de los destinatarios.
Tal como señalamos, la mejora en Gmail no es grandilocuente, aunque se trata de un buen detalle que simplificará el envío de los correos y, especialmente, evitará confusiones al colocar las direcciones de email en los campos mencionados.
¿De qué se trata? Tal como vemos en la siguiente imagen, ahora es posible arrastrar las direcciones de un campo a otro, en caso de haber errado la ubicación.
¿Cómo se hace? Simplemente, hay que hacer una presión sobre la dirección deseada y sin soltar arrastrarla hasta el sitio correspondiente. Por ejemplo, ir de Cc a Cco. A este tipo de acción se la conoce como “arrastrar y soltar”.
Esto hace que ya no sea necesario eliminar la dirección de correo que, por error, se colocó en un campo equivocado, y escribirla nuevamente en el correcto. Básicamente, es una ayuda que ahorra tiempo, mejora la experiencia de uso y agrega comodidad.
Siguiendo el repaso del sitio Android Authority, esta función ya estaba disponible en la versión web de Gmail y ahora inicia su despliegue en la app para dispositivos con Android, a través de una actualización. Una buena noticia para tener en cuenta: la mejora en la plataforma de Google se lanza para todos los usuarios, sin restringirse a los suscriptores a Workspace.