Desórdenes como la bulimia y la anorexia afectan a un número creciente de jóvenes, y la comprensión de sus factores desencadenantes es fundamental para prevenirlos. En el Día Internacional de la Lucha contra los TCA, qué predispone a las personas a este tipo de conductas
En el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), el foco se pone en la prevención y detección temprana de una enfermedad que afecta a un porcentaje creciente de niños y adolescentes.
Comprender qué factores predisponen a los jóvenes a desarrollar trastornos alimentarios es fundamental para ofrecer un tratamiento oportuno y evitar consecuencias graves a largo plazo.
Los expertos coinciden en que los TCA son multifactoriales y requieren de un enfoque integral para su prevención y tratamiento.
Cuáles son los factores que llevan a un niño o adolescente a desarrollar un TCA
La falta de tratamiento adecuado en la adolescencia puede llevar a la cronificación de los trastornos, aumentando el riesgo de desarrollar problemas más graves en la vida adulta (Imagen Ilustrativa Infobae)
Para empezar, la médica pediatra especialista en Nutrición y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) y docente de actualización en obesidad infantil Irina Kovalskys (MN 80.503) dijo a Infobae que “los trastornos de la conducta alimentaria no se originan por una sola causa, sino que se deben a una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales”.
1- Presión social y cultural
“La sociedad actual promueve una imagen de belleza idealizada y muchas veces inalcanzable, lo que puede llevar a una distorsión de la imagen corporal en niños y adolescentes”. Para la doctora en Psicología, especialista en clínica, docencia e Investigación en Psicoterapia orientada en Mindfulness Mariam Holmes (MP 20463), la presión para cumplir con estos estándares de belleza, especialmente a través de los medios de comunicación y las redes sociales, es un factor decisivo en el desarrollo de trastornos alimentarios.
La experta sostuvo que “los medios de comunicación y las redes sociales pueden promover una imagen de belleza y delgadez que es inalcanzable para la mayoría de las personas, lo que puede llevar a una relación disfuncional con la comida”.
La aparición de enfermedades relacionadas con la nutrición o el peso puede ser un factor predisponente para los trastornos de la conducta alimentaria (Freepik)
2- Autoestima baja y vulnerabilidad emocional
La falta de autoestima, especialmente en aquellos que se sienten inseguros o no tienen confianza en sí mismos, puede desencadenar un TCA. La búsqueda de control a través de la comida o el cuerpo puede convertirse en una forma de lidiar con la inseguridad.
Holmes agregó en este punto que “los niños y adolescentes que tienen una baja autoestima pueden sentirse inseguros y vulnerables, lo que puede llevar a una búsqueda de control y perfección en la relación con la comida”.
3- Dificultad para manejar el estrés y las emociones
Los trastornos alimentarios pueden ser una forma de afrontar el estrés y las emociones no gestionadas. Según Kovalskys, “un factor desencadenante común es la realización de dietas extremas, que se pueden asociar a un deseo de control frente a situaciones emocionales complejas”.
Holmes también resaltó que los TCA pueden ser un mecanismo de “coping” (NdR: el término se utiliza en psicología para describir las estrategias y mecanismos que las personas utilizan para afrontar y gestionar factores estresantes, retos y problemas de la vida cotidiana) para manejar emociones intensas o estrés, especialmente en individuos sin habilidades adecuadas para enfrentarlos de manera saludable.
Las personas con tendencia a la autoexigencia y perfeccionismo, comúnmente buenos estudiantes, tienen una mayor predisposición a desarrollar un TCA (Imagen Ilustrativa Infobae)
4- Influencia de los medios de comunicación y las redes sociales
La exposición constante a imágenes de cuerpos perfectos, muchas veces alteradas digitalmente, puede contribuir al desarrollo de trastornos alimentarios. Según Holmes, “la expectativa de caber en estándares de belleza establecidos en redes sociales” está directamente relacionada con hábitos alimenticios peligrosos, como el ayuno intermitente, que aumentan el riesgo de desarrollar un TCA.
5- Factores genéticos y antecedentes familiares
En el caso de los TCA, los antecedentes familiares juegan un papel crucial. Kovalskys mencionó que aquellos con un historial de trastornos alimentarios en la familia tienen una mayor predisposición a padecerlos. Del mismo modo, la genética influye en la manera en que una persona responde a situaciones estresantes o emocionales.
“Hay antecedentes familiares de trastornos alimentarios o de salud mental que pueden ser un factor importante”, afirmó Holmes.
– ¿Qué rol juega el grupo de pares? ¿Y cuál la familia?
Las redes sociales son una fuente poderosa de presión para cumplir con los ideales de belleza, lo que puede aumentar el riesgo de trastornos alimentarios (Imagen ilustrativa Infobae)
– Kovalskys: La familia juega un rol relevante en lo que denominamos “el entorno”. Hay entornos (escolares, familiares o sociales) que podrían ser facilitadores de los TCA. El exceso de valoración social por la figura y el cuerpo suele ser importante.
Así también, la familia juega un rol fundamental en el “alerta” de los primeros síntomas de la enfermedad, ya que, específicamente, los trastornos alimentarios restrictivos tienen poca consciencia de enfermedad. Sin tratamiento, la forma clínica se vuelve más severa con el tiempo.
– Homes: El grupo de pares y la familia juegan un papel crucial en el desarrollo y mantenimiento de un TCA. Los pares pueden influir en la forma en que un adolescente se ve a sí mismo y se siente sobre su cuerpo. La familia, por otro lado, puede influir en la forma en que un adolescente se relaciona con la comida y su cuerpo.
Según estudios, la influencia de los pares y la familia puede ser un factor significativo en el desarrollo de TCA en adolescentes. Es importante que los padres y los pares sean conscientes de la influencia que pueden tener en la salud mental y el bienestar de los adolescentes.
¿Hay personas más predispuestas que otras a desarrollar un TCA?
La presión por cumplir con los estándares de belleza promovidos por los medios de comunicación es uno de los principales factores que influye en el desarrollo de trastornos alimentarios (Imagen Ilustrativa Infobae)
La predisposición a desarrollar un TCA depende de una serie de factores genéticos, psicológicos y sociales. Según Kovalskys, las personas con una personalidad perfeccionista, que tienden a ser muy autoexigentes y tienen altas expectativas sobre sí mismas, pueden ser más vulnerables.
Este tipo de personalidad, que se manifiesta en un alto grado de responsabilidad y en el deseo de cumplir con expectativas externas, aumenta el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios, ya que la necesidad de control sobre su cuerpo puede volverse una obsesión.
“Son personas con tendencia a mayor autoexigencia, generalmente buenos alumnos y muy cumplidores con sus responsabilidades”, describió Kovalskys.
Sin embargo, como señaló la experta, no todos los individuos con estas características desarrollarán un TCA, porque es necesario que confluyan varios factores para que se presente la enfermedad.
Consecuencias de los trastornos alimentarios en la salud mental
Los trastornos alimentarios suelen estar acompañados de depresión y ansiedad, lo que agrava su impacto en la salud mental de los adolescentes (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los TCA tienen repercusiones no solo en la salud física, sino también en la salud mental de los afectados. Los jóvenes que desarrollan un trastorno alimentario pueden enfrentar problemas graves, como depresión y ansiedad, que se vuelven cada vez más comunes a medida que el trastorno progresa.
Según Holmes, los trastornos alimentarios están estrechamente ligados a una mayor prevalencia de trastornos de salud mental como la depresión, que se ve alimentada por la distorsión de la imagen corporal y la dificultad para manejar las emociones.
Kovalskys también menciona que sin tratamiento, el TCA puede volverse crónico, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trastornos más graves a lo largo de la vida, incluidos los problemas de autoestima y la ansiedad.
Señales para padres: cómo detectar a tiempo un TCA
Cambios repentinos en los hábitos alimentarios, como la eliminación estricta de ciertos alimentos, son señales claras para los padres de que algo podría estar sucediendo con sus hijos (Imagen Ilustrativa Infobae)
Detectar los síntomas de un trastorno alimentario a tiempo es crucial para su tratamiento. Kovalskys mencionó algunas señales que los padres deben vigilar:
Cambios en los hábitos alimentarios: los adolescentes que comienzan a eliminar ciertos alimentos de su dieta de manera estricta, especialmente aquellos que consideran “no saludables”, podrían estar desarrollando un TCA.
Aislamiento social y mal humor: la aparición de actitudes agresivas o de retraimiento social, junto con una pérdida de interés por actividades familiares o sociales, puede ser indicativa de que algo no está bien.
Pérdida de peso repentina: la pérdida de peso significativa, especialmente cuando se acompaña de conductas restrictivas, es una señal de alerta clara.
Kovalskys recalcó que, en los casos de trastornos restrictivos como la anorexia, los adolescentes suelen mostrar una “falta de conciencia de enfermedad”, lo que hace que los padres deban estar especialmente atentos a estos cambios.
¿Se cura un trastorno de la conducta alimentaria?
La intervención temprana es clave para prevenir la cronicidad de los trastornos alimentarios y garantizar una mejor salud mental y física en los adolescentes afectados (Imagen Ilustrativa Infobae)
En este punto, la nutricionista reconoció que “existe poca bibliografía sobre las tasas de curación, ya que se requieren estudios a largo plazo difíciles de implementar”. Sin embargo, según ella, “tradicionalmente se habla de una tasa de cronicidad del 25% en pacientes jóvenes”.
“En mujeres adultas debemos considerar que la desnutrición en la anorexia nerviosa tiene una tasa de mortalidad del 10% y las tasas de curación son más bajas —señaló—. Es por ello que la intervención temprana en la infancia y la adolescencia es la prevención de la enfermedad crónica en la vida adulta”.
En relación con lo que sucede con personas que se recuperan de una adicción, que deben permanecer en tratamiento de por vida para no recaer, Holmes señaló que, aunque ambos trastornos pueden convertirse en crónicos, los TCA son más complejos y multifacéticos, ya que están relacionados con una variedad de factores, desde la imagen corporal hasta la salud mental.
Los adolescentes con trastornos alimentarios a menudo sufren de aislamiento social y dificultades para adaptarse emocionalmente a su entorno (Imagen Ilustrativa Infobae)
“Los TCA suelen ser más complejos y multifacéticos que las adicciones, y pueden requerir un enfoque terapéutico más integral y personalizado”, explicó la especialista.
Además, la complejidad de los TCA radica en el hecho de que, mientras que las adicciones están asociadas a sustancias o comportamientos específicos, estos implican una relación disfuncional con la comida, que es algo con lo que la persona deberá seguir relacionándose toda su vida.
De allí que según las expertas, “aunque ambos trastornos pueden implicar recaídas, la intervención temprana es clave para evitar consecuencias a largo plazo”.
La intervención temprana, un entorno familiar de apoyo y un enfoque integral en el tratamiento son fundamentales para evitar que estos trastornos se conviertan en una enfermedad crónica. Comprender los factores que subyacen a los TCA es crucial para proteger la salud mental y física de los jóvenes en nuestra sociedad.
En muchos países, se ha declarado una epidemia de soledad. Las diez señales que pueden indicar que un adolescente se está aislando.
Los adolescentes se alarman cuando pasan horas solos y la interacción online no parece mejorar su estado de ánimo. Así lo revela un estudio publicado en Royal Society Open Science y realizado en la Universidad de Cambridge.
En el experimento, 40 jóvenes de entre 16 y 19 años fueron evaluados antes y después de unas horas de aislamiento con y sin sus smartphones. Los científicos descubrieron que los períodos de aislamiento, incluso cuando a los participantes se les permitía usar teléfonos, conducían a una mayor respuesta de alerta, como si los jóvenes sintieran la presencia de peligro.
Los autores del estudio sugieren que el aislamiento y la soledad pueden provocar un estado mental de excesiva “vigilancia”, en definitiva pueden ponernos en alerta como si existiera una amenaza inminente con posibles efectos negativos en la salud mental de los adolescentes con el tiempo.
Según los investigadores, el aislamiento social podría contribuir al aumento de los trastornos de ansiedad entre los jóvenes, caracterizados por respuestas de miedo persistentes y amplificadas.
“Sin duda, como padre o madre puedes hacer mucho para ayudar a tus hijos adolescentes a evitar el aislamiento social. Una de las iniciativas más importantes es asegurarte de que tengan muchas oportunidades de socializar. Esto puede incluir anotarlos en actividades extraescolares: deportes, música, trabajo voluntario u otras. También, animarlos a hacer amigos entre sus compañeros de clase o simplemente dedicarles tiempo de calidad y estar con ellos en familia”, sugiere Mercedes Cimas, psicóloga clínica española con más de 15 años de experiencia y especialista en terapia indirecta para adolescentes.
En muchos países, se ha declarado una epidemia de soledad, por lo que los investigadores quisieron “inducir” la soledad en los adolescentes para estudiar sus efectos mediante una serie de pruebas.
Diez señales que pueden indicar que un adolescente se está aislando
Falta de interés en actividades sociales
Cambios en los patrones de sueño
Cambios en el apetito
Reducción de la comunicación
Aumento del tiempo online: pueden pasar más tiempo online, especialmente en las redes sociales y los videojuegos.
Cambios en el comportamiento escolar, como la falta de participación en clase o la disminución de las notas.
Cambios en la apariencia persona, como dejar de ducharse o lavarse el pelo.
Dificultad para expresar emociones, lo que puede llevar a una mayor sensación de soledad.
Pérdida de energía y motivación
Cambios en el estado de ánimo, como sentirse tristes o deprimidos con más frecuencia.
Lejos de ser una práctica peligrosa, es una técnica que nos ayuda a vivir nuestra vida de una forma mucho más plena.
A diario suelen ser escasos los momentos que dedicamos a descansar, relajarnos y liberar nuestra mente de las imágenes que terminan agobiándonos y desgastándonos. Cuando hablamos de fortalecer nuestros pensamientos, la respiración es fundamental y hay una nueva técnica que puede ayudar a conectarnos con nuestro interior.
Así lo indicó el psicólogo español Bernardo Peña, que señaló que el rebirthing tiene como objetivo que quien lo practica tome conciencia de todo lo que nos ocurre por dentro. Para ello, se entrena el pensamiento y se busca lograr una respiración conectada con nuestra energía.
Adicionalmente, el rebirthing busca mantener un equilibrio entre el cuerpo, la mente y toda la energía que naturalmente fluye en nosotros. Se conoce como rebirthing cualquier trabajo de respiración que se realice de manera consciente. Esta técnica se caracteriza por no tener pausas durante el proceso de respiración, optando por un trabajo cíclico y fluido, lo que permite oxigenar todo el organismo y relajarse.
Las tres bases de esta técnica son:
El tiempo que se le dedica al rebirthing se debe basar en realizar ejercicios sostenidos.
Debe predominar una respiración suave y profunda. Todo este trabajo de respiración se debe hacer conscientemente.
Se deben dejar fluir todos los pensamientos sin oponer ningún tipo de resistencia.
Cómo ayuda el rebirthing a equilibrarnos emocionalmente
La práctica de rebirthing es sumamente apreciada como técnica de crecimiento personal, ya que nos ayuda a equilibrar nuestro estado de ánimo y relajarnos. Todo por medio de una respiración fluida y consciente. Además, el rebirthing fomenta el pensamiento creativo de manera consciente.
Por medio del ejercicio de respiración pausada, se da paso a que todos esos pensamientos y recuerdos, que normalmente nos abaten de forma consciente o inconsciente, fluyan en un espacio de autoconocimiento. Todos estos pensamientos comenzarán a brotar sin barreras. Así, nos darán una sensación única de liberación que invadirá instantáneamente todo nuestro cuerpo y contribuirá al equilibrio de la mente, cuerpo y energía.
Cada pensamiento que viene a nuestra mente durante el día influye de amplia forma en nuestro estado físico, mental, e incluso en nuestra respiración. Por este motivo, el trabajo consciente de una respiración pausada te permite fortalecer todos tus pensamientos.
Ventajas del rebirthing
La práctica del rebirthing trae múltiples ventajas que ayudarán a conseguir un óptimo equilibrio emocional:
Permite mejorar la calidad de nuestra respiración. Por ende, otorga mayor calidad a nuestros pensamientos para, finalmente, impactar positivamente en nuestra calidad de vida.
Sin importar si ocurrieron hace poco tiempo o si forman parte de nuestra infancia, esta técnica permite minimizar el impacto emocional de acontecimientos traumáticos para nosotros.
Es una experiencia revitalizante, donde nos conectamos de forma consciente con nuestro poder. Esto nos permite crear un equilibrio entre mente y cuerpo.
Una sesión de rebirthing puede durar el tiempo que consideremos que podemos dedicarle diariamente, entre 15 minutos a una hora.
Los resultados de la práctica serán una experiencia curadora y profunda con la que nos conectaremos con nuestro yo interior.
El rebirthing nos permite conocer nuestra esencia vital creadora y nos ayuda a tomar el control de nuestra vida.
Tenemos la posibilidad de llevarla a cabo en cualquier momento del día y compartir sus beneficios con seres queridos, familiares y amigos.
Ante el dilema de cuál es la mejor opción para endulzar preparaciones e infusiones, las opiniones están divididas. Las alternativas no son tan simples y cada una tiene sus propios beneficios y riesgos. Qué opinan los expertos
Cada día, nos enfrentamos a la misma pregunta: ¿azúcar o edulcorante? En un mundo donde las opciones para endulzar nuestras comidas y bebidas parecen ser infinitas, el debate entre elegir azúcar o edulcorantes continúa siendo relevante.
Mientras el azúcar es el ingrediente tradicional que se encuentra en casi todos los alimentos procesados, los edulcorantes, tanto naturales como artificiales, prometen ser una alternativa más saludable (en cantidades moderadas, y si no se supera la dosis diaria recomendada), especialmente para aquellos que buscan reducir su ingesta calórica o controlar el azúcar en sangre.
Sin embargo, ¿realmente son los edulcorantes una opción más saludable que el azúcar? O, por el contrario, ¿sería mejor optar por el azúcar en su forma más natural y evitar los productos artificiales? A continuación, las diferencias, ventajas y desventajas de cada opción para tomar decisiones más informadas sobre la dieta.
Azúcar o edulcorante: ¿Cuál es más sano?
Los edulcorantes artificiales, como el aspartamo y la sucralosa, ofrecen dulzor sin calorías, pero los estudios sugieren posibles riesgos para la salud a largo plazo (Imagen Ilustrativa Infobae)
La principal diferencia entre el azúcar y los edulcorantes radica en su composición y su impacto sobre la salud. El azúcar es un carbohidrato simple que, al ser digerido, se descompone en glucosa, lo que incrementa los niveles de azúcar en sangre. Esto puede ser un problema, especialmente para personas con diabetes o aquellas que buscan controlar su peso.
Por otro lado, los edulcorantes, como la stevia o el aspartamo, proporcionan el sabor dulce sin añadir calorías o sin afectar los niveles de glucosa de manera significativa.
Sin embargo, los beneficios de los edulcorantes no están exentos de controversia. A pesar de ser una opción sin calorías, algunos estudios sugirieron que su consumo podría estar relacionado con efectos adversos a largo plazo, como cambios en el apetito y en la percepción del sabor, lo que podría llevar a un aumento en el consumo de alimentos dulces y, eventualmente, a un aumento de peso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que el uso de edulcorantes artificiales como medio para controlar el peso no muestra beneficios a largo plazo.
En diálogo con Infobae tras la divulgación de las nuevas directrices de la OMS el año pasado, el médico nutricionista Alberto Cormillot (MN 24.518) consideró: “Lo que se comprobó es que el uso de edulcorantes no mejoraría la obesidad, la resistencia a la insulina ni la diabetes, pero no hay demostración científica de que hagan mal”.
El exceso de azúcar y las enfermedades
Por otro lado, el azúcar, aunque es una fuente natural de energía, tiene un impacto negativo en la salud cuando se consume en exceso y su ingesta en altas cantidades aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades.
El consumo elevado de azúcar está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
La clave está en la cantidad: el consumo excesivo de azúcar puede ser perjudicial para la salud, mientras que el consumo moderado de edulcorantes, dentro de los límites establecidos, podría ser una alternativa más segura.
¿Qué tipo de azúcar es más saludable?
El azúcar mascabo, al ser menos procesado, conserva trazas de minerales, pero su aporte calórico y efectos en el azúcar en sangre son similares al del azúcar blanco (Freepik)
No todos los azúcares son iguales. Aunque todos los tipos de azúcar aportan calorías, existen variaciones que tienen un impacto diferente en la salud. El azúcar refinado, comúnmente utilizado en productos procesados y bebidas azucaradas, tiene un alto índice glucémico, lo que significa que provoca un aumento rápido de los niveles de glucosa en sangre. Esto, a largo plazo, puede contribuir al desarrollo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
Por el contrario, el azúcar de caña sin refinar, como el azúcar mascabo, retiene una mayor cantidad de nutrientes debido a su menor procesamiento. Este tipo de azúcar contiene minerales como el hierro, calcio y magnesio, aunque en cantidades pequeñas. Aunque se presenta como una opción más “natural”, el azúcar mascabo sigue siendo, esencialmente, un azúcar y debe consumirse con moderación. Otros endulzantes naturales como la miel y el jarabe de arce también pueden ser opciones más saludables que el azúcar refinado, aunque, nuevamente, deben consumirse con precaución debido a su alto contenido calórico.
¿Qué dice la OMS sobre el edulcorante?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja el uso de edulcorantes para controlar el peso, ya que no ofrecen beneficios significativos a largo plazo (Imagen Ilustrativa Infobae)
La OMS realizó varias investigaciones sobre los edulcorantes artificiales y sus efectos en la salud, especialmente en relación con el control del peso y la prevención de enfermedades. En su último informe, la organización desaconsejó el uso de edulcorantes como método para controlar el peso, afirmando que no proporcionan beneficios a largo plazo en la reducción de peso ni en la mejora de la salud cardiovascular.
Además, estudios recientes sugieren que el consumo de edulcorantes podría estar vinculado a un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón.
La OMS también destacó que aunque estos productos son generalmente considerados seguros cuando se consumen dentro de los límites establecidos, no se realizaron suficientes estudios a largo plazo sobre los efectos de los edulcorantes en la salud humana. Por lo tanto, la recomendación es limitar su consumo y optar por un enfoque más equilibrado que incluya la reducción general de la ingesta de azúcares y calorías.
Consultada sobre la postura de la OMS cuando en 2023 emitió el informe sobre edulcorantes, la doctora Mónica Katz, ex presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición y directora de los cursos de posgrado sobre Obesidad en la Universidad Favaloro, señaló a Infobae que en un contexto ideal, las personas deberían consumir bebidas e infusiones amargas, y desacostumbrarse al dulzor excesivo, pero eso, lamentablemente, no ocurre en la vida real.
Según Katz, el principal obstáculo radica en que la mayoría no renuncia a este sabor, lo que complica las recomendaciones. “Si las personas pudieran consumir agua, té o café amargos, el problema estaría resuelto. Sin embargo, dado que muchos tienen una preferencia innata e inmutable por lo dulce, en el caso de pacientes diabéticos es preferible que recurran a edulcorantes no calóricos. En cambio, para quienes buscan perder peso o padecen enfermedades cardiovasculares que requieren una reducción de azúcar, se podría combinar: una cantidad moderada de azúcar, el resto con edulcorantes y, si es posible, algunas bebidas o comidas amargas, en esa combinación”.
¿Cómo reemplazar el azúcar en tu dieta?
La stevia, un edulcorante natural derivado de una planta, no eleva los niveles de glucosa en sangre y es apto para personas con diabetes (Imagen Ilustrativa Infobae)
Reemplazar el azúcar no tiene que ser una tarea difícil, pero es importante hacerlo de manera gradual y consciente. Una opción sencilla es utilizar edulcorantes naturales como la stevia, que no aumenta los niveles de glucosa en sangre, o el eritritol, un alcohol de azúcar que también tiene un impacto mínimo en los niveles de azúcar en sangre.
Ambos edulcorantes se encuentran en productos naturales y no aportan calorías, lo que los convierte en opciones atractivas para quienes buscan controlar su peso o tienen diabetes.
Si prefieres evitar los edulcorantes artificiales, también puedes optar por opciones más naturales y menos procesadas, como el jarabe de arce o la miel, aunque es importante tener en cuenta que estos edulcorantes siguen siendo calóricos. Una alternativa interesante es incorporar frutas frescas a tu dieta, ya que su contenido de azúcar es natural y viene acompañado de fibra, lo que ayuda a moderar el impacto sobre el azúcar en sangre.
La clave para reemplazar el azúcar radica en reducir su consumo progresivamente, mientras se aumenta el consumo de alimentos frescos y naturales que no requieran un exceso de endulzantes.
¿La miel es más sana que el azúcar y el edulcorante?
La miel contiene antioxidantes y pequeñas cantidades de vitaminas y minerales, pero sigue siendo alta en calorías y debe consumirse con moderación (Imagen Ilustrativa Infobae)
La miel fue utilizada como edulcorante desde tiempos antiguos y a menudo se presenta como una alternativa más saludable al azúcar refinado. Contiene antioxidantes, vitaminas y minerales que el azúcar refinado no tiene. Sin embargo, la miel sigue siendo una fuente concentrada de azúcar y, por lo tanto, debe consumirse con moderación.
Aunque la miel es más natural que el azúcar refinado, no se debe considerar como una opción libre de calorías. De hecho, la miel tiene más calorías por cucharada que el azúcar común, lo que significa que, si se consume en exceso, puede tener un efecto similar sobre el peso y los niveles de glucosa en sangre. En cuanto a los edulcorantes, la miel podría considerarse una opción más saludable que los productos artificiales, pero al igual que el azúcar, debe ser utilizada con precaución, especialmente por personas con diabetes o problemas de peso.
En resumen, aunque la miel tiene ciertos beneficios nutricionales sobre el azúcar refinado y los edulcorantes artificiales, no es una panacea para los problemas relacionados con el consumo de azúcar. Su inclusión en la dieta debe ser controlada, como ocurre con cualquier otro edulcorante.
Con esta información, podemos entender mejor las distintas opciones que tenemos a la hora de endulzar nuestros alimentos. Ya sea el azúcar, los edulcorantes o la miel, lo fundamental es conocer los efectos que cada uno tiene sobre nuestra salud y adoptar un enfoque equilibrado que promueva un bienestar duradero.