El Presidente de Estados Unidos aseguró que se retomarán las negociaciones con la mediación de Turquía, Egipto y Qatar, entre otros países.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este martes que Washington liderará un nuevo “esfuerzo” para alcanzar un alto el fuego en Gaza, después del acuerdo de tregua entre Israel y el Hezbollah libanés.
”En los próximos días, Estados Unidos hará un nuevo esfuerzo junto a Turquía, Egipto, Qatar, Israel y otros países para lograr un alto el fuego en Gaza”, entre el gobierno israelí y Hamas, afirmó el mandatario en un discurso.
Biden habló después de que el premier israelí, Benjamin Netanyahu, anunció un acuerdo del cese el fuego durante 60 días en el Líbano.
Qué dijo Joe Biden sobre un eventual acuerdo de alto el fuego en Gaza
Biden afirmó que la población de la Franja de Gaza merece un acuerdo de alto el fuego como el alcanzado hoy por Israel y Hezbollah en el Líbano.
“Los habitantes de Gaza también merecen que se ponga fin a los combates ya los desplazamientos. Han vivido un infierno”, declaró el mandatario en una comparecencia en la Casa Blanca para valorar el pacto para una tregua en el Líbano.
Biden, quien el próximo 20 de enero será sucedido en el cargo por el republicano Donald Trump, prometió que en los próximos días Estados Unidos buscará, junto a los mediadores de Turquía, Egipto y Qatar, cerrar un acuerdo de tregua en Gaza.
El mandatario expresó que “demasiados civiles en Gaza han sufrido demasiado” por la ofensiva israelí, pero culpó al grupo islamista Hamás de haber “negado durante meses a negociar de buena fe un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes”.
“Así que ahora Hamás tiene que tomar una decisión. Su única salida es liberar a los rehenes, incluidos ciudadanos estadounidenses, que tienen retenidos y, de ese modo, poner fin a los combates”, declaró.
Biden aseguró que durante toda su presidencia ha buscado la “paz” en el Oriente Medio y la construcción de un futuro Estado palestino independiente que no suponga una amenaza para Israel ni albergue a “terroristas”.
Agregó además que Estados Unidos “sigue dispuesto” a lograr un “acuerdo histórico” con Arabia Saudita para que el país árabe normalice sus relaciones con Israel.
El acuerdo había sido negociado por Estados Unidos. Benjamín Netanyahu advirtió que el país mantendrá “libertad de acción” si Hezbollah viola el tratado.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunció este martes que el gabinete de seguridad aceptó la propuesta de acuerdo de alto el fuego en el Líbano de 60 días, pero advirtió que Israel mantendrá “libertad de acción” si Hezbollah viola el tratado. La medida entrará en vigor este miércoles a las 10.00 hora local (05:00 de la Argentina, según la prensa israelí.
”La duración del alto el fuego dependerá de lo que ocurra en Líbano y nosotros mantendremos total libertad de movimiento”, afirmó el primer ministro en una comparecencia. Además, dijo que la tregua en el Líbano permitirá a Israel “centrarse en la amenaza iraní”.
La propuesta había sido negociada por Estados Unidos. Netanyahu dijo que la aprobación formal del cese el fuego se anunciará “esta noche”.
Cómo será el alto el fuego en el Líbano
El gabinete de seguridad estuvo reunido durante varias horas discutiendo los términos del acuerdo y Netanyahu anunció que votó a favor del compromiso de alto el fuego en el Líbano.
La propuesta incluye tres etapas: una tregua seguida del repliegue de las fuerzas del grupo chiít libanés Hezbollah al norte del río Litani; una retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días y, por último, negociaciones entre Israel y Líbano sobre la demarcación de su frontera, que en la actualidad es una línea fijada por la ONU tras la guerra de 2006.
”En pleno entendimiento con Estados Unidos, mantenemos plena libertad de acción militar. Si Hezbollah viola el acuerdo e intenta armarse, atacaremos. Si intenta renovar la infraestructura terrorista cerca de la frontera, atacaremos. Si lanza un cohete, si cava un túnel, si trae un camión con misiles, atacaremos”, aseveró Netanyahu.
La “libertad de acción” militar dentro del Líbano era uno de los elementos más controvertidos del acuerdo, a lo que tanto el gobierno libanés como Hezbollah se oponían de plano, pero Israel se ha mostrado dispuesto a aceptar una carta de compromiso de Washington al respecto.
El primer ministro prometió que las tropas entrarán otra vez al Líbano si es necesario.
Netanyahu recordó que hace un año ya firmó una tregua con Hamás en la Franja de Gaza para liberar a algunos rehenes, pero no tuvo reparos en “volver a atacar y renovar la guerra”.
”Dicen algunos que Hezbollah permanecerá en silencio durante uno o dos años, se fortalecerá y luego nos atacará. Pero Hezbollah no solo violará el alto el fuego si nos dispara, también lo hará cuando intente armarse para atacarnos en el futuro. Por cada violación de la suya, responderemos con firmeza”, advirtió.
El primer ministro indicó que ese es “el momento” adecuado para un alto el fuego en el Líbano por tres razones: centrado en la amenaza iraní, la renovación completa de las fuerzas y aislar a Hamás. ”Desde el segundo día de la guerra, Hamás se apoyó en Hezbollah para luchar junto a él. Y cuando Hezbollah queda fuera de escena, Hamás se queda solo en la campaña. Nuestra presión sobre él aumentará y esto contribuirá a la sagrada misión de liberar a nuestros rehenes” en Gaza señaló Netanyahu.
Sobre la guerra en Líbano, en la que murieron más de 3.500 libaneses, Netanyahu aseguró haber logrado los objetivos, ya que no solo ha descabezado a la organización -asesinando a toda su cúpula incluido el líder Hasán Nasralá– sino que le ha hecho retroceder “miles de años” tras la destrucción de la mayor parte de su arsenal armamentístico e infraestructura subterránea.
”Hace unos años esto habría parecido ciencia ficción, pero no lo es. Nosotros lo logramos”, enfatizó el mandatario, quien dijo haber elegido estratégicamente el momento de iniciar la ofensiva bélica en el norte -paralela a la guerra en Gaza- así como cuándo responder al ataque con 181 misiles de Irán en octubre.
Berlín teme que un eventual rechazo al tratado presione a los países del bloque sudamericano a acercarse a China y Rusia.
La Unión Europea sigue dividida por la firma de un acuerdo comercial con el Mercosur. Tras un nuevo y enfático rechazo de Francia y Polonia, el gobierno alemán advirtió este martes sobre el riesgo de que un fracaso en las negociaciones lleve a los países del Cono Sur a acercarse a China y Rusia.
“Si el acuerdo no se cierra, entonces en primer lugar Europa habría fracasado. En segundo lugar, Sudamérica buscaría inmediatamente otros socios comerciales, posiblemente China, posiblemente incluso Rusia. Si ello ayudará más a la selva, voy a ponerle un gran interrogante a eso”, dijo el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, en alusión a la deforestación de la Amazonas, uno de los ítems esgrimidos para rechazar el tratado.
Pero, sobre todo, “perderíamos un fuerte impulso como respuesta política a esta situación, en la que los aranceles cada vez más altos y las exigencias geopolíticas vuelven a levantar fronteras” advirtió durante un discurso en el marco de una conferencia en Berlín sobre los desafíos y las oportunidades para la golpeada industria alemana.
El Mercosur realizará su cumbre semestral el 6 de diciembre próximo en Montevideo con foco en el acuerdo. A la reunión asistirá Javier Milei.
Berlín afirma que un acuerdo entre la UE y el Mercosur es una gran oportunidad
El ministro alemán se mostró convencido de que el acuerdo comercial con el Mercosur avanzó mucho y se desarrolló de forma más sostenible de lo que se discutió hace tres o cuatro años. Además, aseguró que constituye también “una gran oportunidad para estos países de acercar las dos grandes áreas económicas de Europa y Sudamérica”.
Habeck afirmó que las amenazas de la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, pero también la relación con China, pueden convertirse, sin lugar a dudas, después del mercado único europeo, en el mayor reto político para Alemania.
En este sentido, recordó que la mitad del crecimiento alemán proviene de las exportaciones y dijo que, después del mercado único europeo, Estados Unidos y China son los principales socios comerciales de Alemania, pero al mismo tiempo los dos que están causando los mayores problemas o interrogantes en este momento, por diversas razones.
Por ello, subrayó la importancia de “acercar nuevos espacios a Europa o acercar Europa a los nuevos espacios” y, en consecuencia, abogó de nuevo por cerrar cuanto antes un acuerdo con los países del Mercosur.
Qué dijeron Francia y Polonia sobre el acuerdo entre la UE y el Mercosur
En tanto, el gobierno francés reiteró este martes su oposición “firme” al acuerdo “en su forma actual”. Lo hizo durante un debate en la Asamblea Nacional (cámara baja) mientras continúan las protestas agrícolas.
Francia rechaza “plena y decididamente” al acuerdo “en su forma actual”, defendió la ministra de Agricultura, Annie Genevard, para quien esta oposición “firme” no tiene nada de “doctrinario”, ya que no se oponen “por principio” a los acuerdos de libre comercio.
Toda la clase política en Francia, desde la izquierda radical a la extrema derecha, expresó su oposición al acuerdo en negociación entre los 27 países de la UE y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, por parte del Mercosur, pero con matices.
Ante el malestar agrícola, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el gobierno formado entre su alianza de centroderecha y el partido de derecha Los Republicanos (LR) reiteraron en las últimas semanas que se oponen a la versión del acuerdo “en su forma actual” .
Pero una buena parte de la izquierda y la extrema derecha se oponen a esta formulación, lo que siembra de incertidumbre el esperado voto unánime a una declaración de la Asamblea que busca aumentar la presión sobre la Comisión Europea.
“¿Tomaríamos la ganadería brasileña como modelo? Para la Agrupación Nacional, hoy como ayer, siempre será no”, dijo la diputada ultraderechista, Hélène Laporte, criticando por ejemplo el uso de antibióticos como promotores de crecimiento.
El ejecutivo comunitario, dirigido actualmente por Ursula Von der Leyen, negocia en nombre de los países europeos desde hace más de dos décadas, y Alemania y España presionan para que concluya un pacto con el Mercosur para finales de año.
Pero el tratado genera temor entre los agricultores europeos, que temen la llegada masiva de carne de vaca, aves de corral o de azúcar, entre otros productos. En Francia, sacaron de nuevo este martes los tractores a las carreteras para protestar. “Nuestra supervivencia está en juego”, aseguró el ganadero Jérôme Bayle, una de las figuras de la masiva movilización de enero.
Pero no solo Francia se opone al acuerdo. Este martes Polonia anunció que “no aceptará” el acuerdo tal como está planteado.
“Polonia no aceptará (…) el acuerdo de libre comercio con los países sudamericanos, es decir, con el bloque Mercosur, en esta forma”, dijo el primer ministro Donald Tusk, antes de reunirse con su gabinete en Varsovia.
Un informe de la Policía Federal brasileña, desclasificado este martes, reveló que el expresidente Jair Bolsonaro “planificó” y tuvo control “de forma efectiva y directa” de un frustrado plan golpista que incluía el asesinato por envenenamiento del actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
El magnicidio, previsto para ejecutarse antes de la investidura de Lula, el 1 de enero de 2023, también tenía por objetivo matar al vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, y al juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, en la época jefe del Tribunal. Superior Electoral y ahora relator de esta causa.
”Las evidencias recogidas indican que Jair Bolsonaro tenía pleno conocimiento de plan operacional (‘Puñal Verde y Amarillo’), así como de las acciones clandestinas practicadas bajo el apodo ‘Copa 2022′”, recoge el informe de la Policía Federal sobre la tentativa del golpe de Estado contra Lula, desclasificado por el Supremo.
Según el reporte, “los elementos de prueba obtenidos por la investigación demuestran de forma inequívoca que el entonces presidente Jair Bolsonaro planeó, actuó y tuvo el dominio de forma directa y efectiva de los actos ejecutorios realizados por la organización criminal que tenía como objetivo concretar un golpe de Estado y de la abolición del Estado democrático, hecho que no se consumó en razón de circunstancias ajenas a su voluntad”.
La policía federal de Brasil imputó el 21 de este mes a Bolsonaro y a otras 36 personas por intentar un golpe de Estado para mantenerlo en el cargo tras su derrota electoral en las elecciones de 2022.
Qué dice el informe de la Policía Federal brasileña
El resumen de la investigación, de 884 páginas, hace un pormenorizado relato del turbulento proceso político desatado en Brasil tras los comicios, en los que Lula se impuso a Bolsonaro, entonces en el poder, por un margen ajustado de menos de 2 puntos. El resultado no fue reconocido por el líder de la ultraderecha.
Entre los 37 acusados, figuran junto con Bolsonaro algunos jefes activos y de la reserva, exministros, personas de su entorno militar cercano y hasta Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL), que lidera el exgobernante.
El informe contiene cientos de mensajes intercambiados por los implicados a través de servicios de mensajería, así como audios e imágenes que, según la Policía, sustentan las acusaciones por los presuntos delitos de “abolición violenta del Estado Democrático”, “golpe de Estado” y “asociación ilícita”.
En los planos se incluye la preparación de un posible intento de asesinato de Lula, su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, y del magistrado Alexandre de Moraes, miembro del Supremo, en la época como presidente del Tribunal Electoral y ahora relator de esta causa.
Los planes de magnicidio, denominados por los propios golpistas como ‘Operación Puñal Verde Amarillo’, en alusión a los colores de la bandera brasileña, fueron impresos en la sede del palacio de la Presidencia, según dice haber constatado la Policía Federal.
Sobre ese plan específico, el informe dice que “el día 9 de noviembre de 2022, tras elaborar e imprimir el documento” en el Palacio presidencial, el general Mario Fernandes, uno de los implicados, se dirigió a la residencia oficial de la Presidencia, donde estaba Bolsonaro, aunque no precisa si el entonces presidente lo recibió.
Además de Bolsonaro, entre los acusados figura Walter Braga Netto, general de la reserva y antiguo ministro de la Presidencia y de Defensa, que fue candidato a vicepresidente en 2022.
También están Almir Garnier Santos, excomandante de la Marina, y los generales retirados Augusto Heleno y Paulo Sérgio Nogueira, quienes formaron parte del gabinete de Bolsonaro, quien negó todas las acusaciones y se declaró víctima de una “persecución política”.