En un evento realizado en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, el Dr. Ricardo Lorenzetti, ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y referente en el ámbito del derecho ambiental, recibió por unanimidad la medalla de honor de la World Jurist Association.
La distinción resalta su trayectoria y su trabajo en la promoción de políticas ambientales en el país.
La ceremonia fue anunciada por Juan Pablo Gallego, representante de la organización en Argentina, quien destacó la relevancia de la contribución de Lorenzetti al desarrollo del derecho ambiental. El premio será entregado oficialmente en mayo de 2025 en República Dominicana.
Lorenzetti, uno de los oradores más destacados del Congreso, compartió su visión sobre la importancia de fortalecer la legislación ambiental para enfrentar los desafíos del cambio climático y la conservación del medio ambiente. Su intervención fue especialmente aplaudida por los asistentes.
El Congreso contó también con la participación de Charly Alberti, exbaterista de Soda Stereo y fundador de R21, una organización dedicada a la concientización ambiental. Alberti, pionero en integrar la música con la lucha por la sostenibilidad, ofreció una charla inspiradora que motivó a todos los presentes.
Además, Pedro Saborido, guionista y escritor, aportó su visión sobre la relación entre cultura y medio ambiente, y Antonio Herman Benjamin, juez del Superior Tribunal de Justicia de Brasil, se destacó por su perspectiva sobre el derecho ambiental en Latinoamérica.
Javier Milei y su entorno aceleran en el plan de ratificación política y cultural del proyecto libertario. La doctrina del “Gordo Dan”. La audiencia cancelada con el Papa Francisco. El dilema del PRO
Daniel Parisini, «El Gordo Dan»
Santiago Caputo abrazó a Daniel Parisini, el célebre “Gordo Dan”, y redobló la apuesta: “Necesitamos cien más como él”.
Algunos periodistas contemplaban divertidos la ocurrencia -¿provocación?- en la Casa Rosada, hace algunos días. El influencer libertario había sido otra vez una figura central y muy polémica en el universo digital del gobierno, en el que tiene un rol clave; había participado, el fin de semana anterior, en el lanzamiento de las Fuerzas del Cielo, el nuevo “brazo armado” de Javier Milei, en San Miguel, y lejos de recibir algo parecido a una reprimenda, o una serie de recomendaciones para aplacar el humor social de las redes, fue al encuentro del asesor estrella y todoterreno del Ejecutivo para festejar que, como se suele jactar el consultor, “Todo Marcha de Acuerdo al Plan”.
Divertido, ocurrente y decisivo para la Casa Rosada y los libertarios, peligroso, agresivo y y provocador para el resto, a Parisini le resbalan las críticas. Como dicen los que lo conocen bien, “no le importa nada”: “No es del sistema, no le importa el sistema”. En diciembre, una vez asumido el nuevo gobierno, renunció a su trabajo en el Hospital Garrahan para vivir “full life” en las redes, lanzar Carajo, su propio canal de streaming -”La misa”, el programa que conduce, es la vedette del canal-, y ponerse a disposición de Milei, Caputo y el proyecto libertario. El “Gordo Dan” está dispuesto a dejar la vida, literal, dicen, por el gobierno. Suena comprensible: en ningún otro diseño político hubiera tenido semejante nivel de éxito y protagonismo. El viernes, Guillermo Francos, el jefe de Gabinete, un político profesional como los de antes, formado en las burocracias, opinó que Parisini sería “un muy buen candidato”.
Tiene lógica. Al filo del primer año de mandato libertario, en vísperas de la campaña electoral de medio término, Milei y su cúpula terminaron por definir que llegó el momento de los leales, que no hay lugar para medias tintas y que, como acuñó Patricia Bullrich en su fallida campaña presidencial, “si no es todo, es nada”.
La consolidación de la etapa “gurka”.
Santiago Caputo y Javier Milei
Es el plan en el que trabajan Karina Milei y Caputo, avalados por el presidente, apuntalados por el clima de época. El jueves, la Justicia les proporcionó una buena noticia: María Servini le otorgó a La Libertad Avanza su personería jurídico-política para actuar como partido de orden nacional, y aprobó el uso de un león, una peluca y una serpiente cascabel en espiral como símbolos partidarios. Un guiño al consultor estrella del presidente, que utiliza esa figura en una buena cantidad de las cuentas de X que usa personalmente para difundir sus ideas, resaltar a dirigentes propios y aliados y atacar a los que no se encuadran con el pensamiento libertario.
Una de esas cuentas, @MileiEmperador, que le adjudican, escribió el jueves de mañana, horas después de que el presidente terminara por blanquear el quiebre político y personal en el vínculo con Victoria Villarruel: “Tal vez extorsionar amenazando con bajarse el día de cierre de listas no haya sido el mejor curso de acción”. No hizo falta confirmar la autoría del posteo ni la destinataria.
Villarruel es una de las dirigentes “no leales” que, según la Casa Rosada, no se encolumnó detrás de la agenda libertaria. La llamativa visita de la vicepresidenta a Isabel Martínez de Perón en Madrid terminó por romper lo poco que quedaba en la relación entre el Senado y la Casa Rosada. Y Milei esperó su mayor estado de gracia -un repunte en las encuestas, una oposición desmantelada, inflación a la baja y mercados calmos- para dar la estocada final. En estas horas, desde Casa de Gobierno intentaban saber si Villarruel contaba o no con un ejército de militantes digitales parecido al de Milei para pisar con mayor firmeza en el campo de las redes.
El presidente esperó además que su principal consultor avanzara en el Senado, un territorio que hasta hace unos meses era de dominio mayoritario de la vicepresidenta en su relación con senadores y gobernadores. Cuando Caputo se posicionó de manera definitiva como el operador más encumbrado del gobierno, y tejió alianzas políticas con jefes provinciales y un grupo de senadores, el Ejecutivo entendió que la relación con Villarruel transitaría solo por los canales institucionales, y nada más.
La línea oficial, explicitada como nunca en estas semanas por el Presidente, vislumbra en simultáneo un tironeo por la composición de las listas legislativas del próximo año. Integrantes de Las Fuerzas del Cielo, el espacio liderado por Agustín Laje, quieren tener un lugar. La secretaria General de la Presidencia trabaja además en el reclutamiento. Habrá, en ese sentido, una minuciosa selección. Un casting de “pureza” similar al que ordenó implementar, por ejemplo, Gerardo Werthein en la Cancillería cuando reemplazó a Diana Mondino.
La lealtad pretendida se extiende también en el plano de la política internacional -por eso echaron a Mondino, más allá de las operaciones internas que hacía meses propiciaban su salida-, donde Milei libra una verdadera batalla ideológica-cultural, en algunos casos con ribetes épicos verdaderamente sorprendentes. Al presidente no le importan las consecuencias.
Javier Milei y Victoria Villarruel
Por ejemplo, plantar al Papa en el Vaticano, en la audiencia de mañana por los 40 años de la firma del Tratado de Paz con Chile por el conflicto del Beagle. Francisco tenía en su agenda recibir a Werthein -tenía previsto darle unos minutos a solas-, en su primera visita como canciller, junto a su colega Alberto van Klaveren. Pero por diferencias públicas con Gabriel Boric en la reciente cumbre del G20 en Río de Janeiro, el presidente le ordenó a su canciller bajarse del viaje. El jueves por la tarde, Werthein convocó al embajador chileno en Buenos Aires, José Antonio Viera Gallo, para confirmarle que no viajaría. Según fuentes de Cancillería, el embajador se fue sorprendido de la oficina de Werthein. Después de ese encuentro, Chile confirmó que mantendría su delegación, conformada no solo por el canciller y el embajador, si no también por funcionarios del Senado de ese país, mientras que la Argentina estará representada solo por Pablo Beltramino, embajador ante la Santa Sede.
Para Milei, de todos modos, la disputa con Chile no es la única excusa para que su canciller no viaje a Roma. El presidente revalidó en estos días nuevamente su posición muy contundente en apoyo de Israel tras los ataques de Hamas y Hezbolá: dijo que firmará un memorándum con ese país “para combatir el terrorismo y las dictaduras”, y rechazó la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir órdenes de arresto contra el Primer Ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, y Yoav Gallant, ex ministro de Defensa.
El viernes, la Santa Sede reiteró su posicionamiento en el conflicto de Medio Oriente: Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, ratificó que se debe investigar si “hubo un genocidio en Gaza” después de la publicación del reciente libro del Papa que refuerza con énfasis esa postura.
Milei no está dispuesto a ceder. La traba en la negociación del Presupuesto 2025 es una muestra. A pesar de que, de manera subterránea, se conversan y se buscan acuerdos en otros rubros, como el judicial, más propios de la casta que de los nuevos “fenómenos barriales”.
Es que, hasta ahora, el presidente no encontró enfrente ninguna oposición real en el sistema político a su plan de trabajo. Por eso moldeó en estos meses a Cristina Kirchner como su contrincante. Eso también explica por qué todos los funcionarios echados del gobierno se fueron en silencio, sin reacción, a pesar de que, muchos de ellos, fueron eyectados con denuncias, o escrachados insistentemente en las redes por el grupo de tuiteros libertarios como Julio Garro, Pablo de la Torre, Nicolás Posse, Silvestre Sívori o la propia Mondino. La familia De la Torre, encabezada por Joaquín, señalados por supuestas irregularidades por el mismísimo gobierno por el paso del ex funcionario de Niñez, Familia y Adolescencia, siguen muy cerca del Ejecutivo, bajo el paraguas del consultor Caputo.
En los primeros meses de la gestión, por caso, se había especulado con la salida de Alejandro Álvarez, el subsecretario de Políticas Universitarias, en los inicios del conflicto universitario. “El Galleguito” se recostó entonces sobre Caputo, que lo cobijó. “Hay que cuidar a los que piensan como nosotros”, aseguraron entonces desde la cúpula de Casa Rosada. Cuestionado por los rectores, Álvarez no solo se sostuvo en su cargo: envalentonado, cebado por la militancia libertaria, el último fin de semana fue uno de los participantes del lanzamiento de Las Fuerzas del Cielo en San Miguel, el pago chico de la familia De la Torre, en compañía de dirigentes “gurkas” como Agustín Romo o Nahuel Sotelo. Y de Parisini, claro está.
Es un tema de discusión en la mesa chica del PRO: hasta dónde acompañar y de qué manera adherir al clima de época libertario. Un debate incómodo para Mauricio Macri, que acompaña el trazo grueso de la gestión, en especial en el plano económico, pero que no está de acuerdo en rubros como la política exterior o algunas cuestiones institucionales.
Hasta ahora, el PRO colaboró casi a libro cerrado con la agenda legislativa del oficialismo. Solo rechazó el DNU de que intentó asignar $100.000 adicionales y discrecionales a la SIDE, un tema que tensionó al máximo la relación entre el ex presidente y el consultor estrella de Milei.
La campaña 2025 está a la vuelta de la esquina, y Macri ve que el gobierno no está dispuesto a acordar por ahora con él un esquema retributivo para el año próximo. Le preocupa, especialmente, la ciudad de Buenos Aires. Teme que no tenga otra alternativa que presentarse como candidato al Senado, algo que, a menos que la situación sea extrema y lo amerite para no empezar a perder su casa matriz, no está dispuesto a hacer.
El Papa Francisco y Javier Milei en Italia
Existe, por caso, una debate pendiente en torno a qué hacer en la provincia de Buenos Aires, el territorio emblema del peronismo. Sí acordar con LLA para tratar de ganarle el PJ, o ir separados y dejar al justicialismo a merced de una victoria segura. Es lo que propicia, por ejemplo, Diego Santilli, uno de los más libertarios de los macristas que conserva buenos números en la Provincia. El diputado quiere encabezar una lista conjunta, aunque en el gobierno aseguran que ese lugar se lo reservó Milei a José Luis Espert, otro leal cada vez más efervescente en la discusión pública.
Santilli, por las dudas, refuerza cada día su nueva faceta libertaria. Él sí dice haber entendido el clima de época, sin margen para la tibieza o las formas. Los números en redes lo respaldan: sus posteos tienen de a cientos de miles de visualizaciones
Según el Ejecutivo, la medida responde a la necesidad de remover restricciones que afectaban la competencia y la actividad de los comercios de fotocopias.
El presidente de la Nación, Javier Milei, derogó el Decreto N° 736/23, que establecía un régimen de derechos de reproducción reprográfica para obras literarias. La medida se oficializó este lunes, a través de una publicación en el Boletín Oficial.
Según el Gobierno, esta decisión se basa en una evaluación de las implicancias económicas y sociales de la normativa anterior, que generaba dificultades en su aplicación y provocaba inequidades en el mercado de fotocopias.
El Decreto N° 736/23, que había sido aprobado en diciembre de 2023, otorgaba la exclusividad a la asociación civil Centro de Administración de Derechos Reprográficos Asociación Civil (CADRA) para recaudar derechos por la reproducción de textos en formato impreso y digital.
Además, autorizaba a CADRA para establecer los aranceles y tarifas por la reproducción reprográfica y gestionaba la distribución de las retribuciones a autores y editores. Sin embargo, la falta de transparencia y los problemas en la identificación de las obras fotocopiadas fueron algunas de las razones que motivaron la derogación de la norma.
Según el decreto emitido por el presidente Milei, el sistema anterior resultaba “engorroso” y “difícil de aplicar”, además de “generar distorsiones” en la actividad comercial de los centros de fotocopias, lo que afectaba tanto a los comercios como a sus clientes. El nuevo enfoque busca garantizar una regulación más equitativa y ajustada a la realidad del mercado.
Entre los puntos más relevantes del nuevo decreto, se incluye la remoción de restricciones que afectaban a los comercios de fotocopias y la liberación de la competencia en este ámbito, promoviendo un sistema económico basado en la libre circulación de bienes y servicios.
El hijo mayor de Hugo Moyano apuntala la unificación de las dos CTA y se mantiene en contacto con el ala dura K, los movimientos sociales y ATE. En sintonía, Máximo Kirchner relanzó una agrupación peronista de trabajadores de empresas de energía.
Tras su renuncia como secretario de la Confederación General del Trabajo (CGT), Pablo Moyano busca afianzar un nuevo frente sindical combativo contra las políticas del presidente Javier Milei.
Con ese objetivo, apuntala la reunificación de la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma; endurece la postura del gremio de Camioneros en las negociaciones paritarias; y fortalece la alianza con el kirchnerismo duro.
“La paritaria de camioneros no es cualquier paritaria. Saben que a la hora de discutir el salario de nuestra gente les vamos a tirar con todo lo que tenemos. No estamos dispuestos a resignar absolutamente nada y eso el empresario lo sabe y el Gobierno lo sabe. Estamos dispuestos a llevar la pelea a la instancia que sea necesaria”, advirtió este domingo Jorge Taboada, secretario adjunto del gremio.
Un frente combativo contra Javier Milei
El hijo mayor de Hugo Moyano se mueve en sintonía con el ala dura k. Luego de que Cristina Kirchner recibiera en su despacho del Instituto Patria a jóvenes referentes sindicales y planteara que al PJ le hace falta repensar la defensa de los trabajadores -bajo relación o no de dependencia-, el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner relanzó una agrupación peronista de trabajadores de empresas de Energía.
“La economía no tiene que estar al servicio de la macro, sino de las personas. Este es un gobierno individualizante, que quiere romper todos los lazos que existen”, planteó en el acto el también presidente del PJ bonaerense. La idea es sumar fuerza para hacer frente a Milei.
Pero Pablo Moyano también se viene mostrando cercano a los movimientos sociales, a las organizaciones piqueteras y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), uno de los gremios más combativo contra las políticas de achicamiento del Estado que lleva adelante Milei. Los encuentros con Rodolfo Aguiar son permanentes.
Entre los sindicatos más duros aliados a Moyano están también La Bancaria, de Sergio Palazzo; el SMATA, de Mario Manrique -que también pegó el portazo en la CGT-; los Aeronáuticos de Pablo Biró y Juan Pablo Brey, y los docentes, con Hugo Yasky, Sonia Alesso y Roberto Baradel.
Todos apoyaban el paro general que el líder Camionero pretendía que la CGT convoque antes de fin de año. La negativa del ala dialoguista de la central obrera fue clave para que se terminara de definir su salida del triunvirato y fortaleció su decisión de ir por fuera. Hugo Moyano ya lo había hecho en los 90, cuando tomó distancia de los gremios que acompañaron al menemismo.