El YouTuber se probará ante el ex rey de los pesados, 31 años mayor, en un combate oficial a desarrollarse el 15 de noviembre. Su pareja, una leyenda del deporte en Países Bajos, lo acompañará en el ring side
La noticia cayó como una bomba.
Era abril de 2023 cuando Jake Paul y Jutta Leerdam decidieron dar el paso. Como suelen hacer las parejas modernas, lo anunciaron sin palabras, con una imagen. Jake publicó una foto donde le sostenía la mano a Jutta, la estrella del patinaje de velocidad. La frase que acompañaba la imagen era simple, pero directa: “Ahora soy holandés”. Una declaración audaz, en su estilo provocador, como si el boxeador y youtuber no estuviera solo sosteniendo la mano de una mujer, sino adentrándose en un mundo completamente nuevo, dispuesto a compartir hasta su nacionalidad.
Del otro lado, Jutta respondió. Publicó una imagen donde ambos aparecían mirándose, como si el mundo no importara. Ella agregó dos palabras: “Eso es todo”. Casi un susurro, un código secreto que parecía decirlo todo y a la vez no decir nada. Como si todo fuera tan simple como esa mirada.
La sorpresa no duró. En cuestión de minutos, sus seguidores, que sumaban millones, convirtieron esas fotos en tema del día. Miles de comentarios llenaron las publicaciones, especulando sobre el romance. Jake y Jutta sabían lo que hacían; ambos manejaban el juego de las redes como dos veteranos. Pero nadie imaginaba cómo aquella conexión virtual inicial, en la plataforma de Instagram, se convertiría en una relación que parecía genuina, incluso real. Entre ambos sumaban un imperio de seguidores —26 millones Jake, 4 millones Jutta—, un ejército que respondía a cada publicación como una llamada.
Los titulares no tardaron en llegar. La prensa recogió la historia como si se tratara de una nueva pelea de Jake, solo que esta vez, era la batalla de su vida personal.
La relación no era ningún secreto. Para mayo, Jake Paul y Jutta Leerdam se habían convertido en una pareja de redes, de esas que exponen lo justo y necesario, calculando cada publicación para emocionar y mantener al mundo al borde del abismo de la curiosidad.
La primera escena llegó en forma de historia de Instagram. Jake y Jutta estaban en una playa, abrazados. La arena se extendía infinita, y el mar, salpicado de espuma, rompía con fuerza detrás de ellos, como un telón de fondo perfecto. La cámara capturaba el momento exacto en que Jake envolvía a Jutta en sus brazos, y ella inclinaba su cabeza hacia él, con esa sonrisa que solo muestran las personas que se saben observadas pero aun así se sienten en un refugio.
Después, otro video: ahora ambos iban a bordo de un avión privado. El ambiente, íntimo y sofisticado, rebosaba de lujos que parecían apenas accesorios al momento. Jake, relajado, le susurraba algo mientras Jutta lo miraba, a veces con un destello de incredulidad en la mirada. Ese tipo de mirada que solo surge cuando alguien se pregunta si realmente está viviendo lo que vive. Desde esa altura, a kilómetros sobre el mundo, todo se veía perfecto. Para los seguidores, no era solo una relación; era una aventura, una vida que solo existía en la esfera brillante de las redes.
Cada imagen, cada video generaba una tormenta de comentarios y miles de “likes”. Sus seguidores se convertían en cronistas del romance, descifrando los gestos, analizando cada palabra que ambos dejaban escapar.
El entrenamiento los une todavía más (Crédito: Instagram)
El fenómeno en redes no era solo Jake; el youtuber devenido boxeador, el rival de Mike Tyson en su regreso al ring a los 58 años (la pelea se desarrollará el viernes 15 en Texas con transmisión de Netflix). Leerdam, medallista olímpica y ahora influencer, había convertido su vida en un escaparate digital que muchos jóvenes admiraban. Con más de cuatro millones de seguidores en Instagram, sus publicaciones no solo eran imágenes de su vida deportiva, sino retratos de una vida envidiable, idealizada. Jutta era el sueño de la atleta que triunfa, que rompe récords, pero que también tiene la vida de ensueño, con el toque justo de espontaneidad.
Jutta Leerdam: 25 años, campeona sobre hielo y orgullo de los Países Bajos. Dicen que cuando patina, se adueña del frío, se convierte en parte de esa velocidad feroz que corta el aire y deja tras de sí un eco de aplausos. Es una imagen perfecta: Jutta, con sus medallas olímpicas y esa determinación que la llevó a la plata en Beijing 2022. Sus piernas, su fuerza, su voluntad forjadas a base de sacrificio y años de entrenamiento.
Antes de Jake Paul, la neerlandesa era una estrella en su país, una atleta de las que no necesitan palabras. Con cada desliz en la pista helada, ella no solo ganaba títulos; construía un legado. Campeonatos del Mundo y una fanbase masiva que la seguía con una devoción que, para muchos, va más allá de los logros deportivos.
Por su lado, Jake Paul era el otro extremo del espectro. YouTuber antes que boxeador, polémico antes que ícono, había escalado en el mundo digital con esa mezcla de arrojo y provocación que lo había llevado a la fama y, en muchos casos, al desprecio. A los 27 años, con millones de seguidores, había aprendido a sobrevivir en el mundo de los medios a golpe de escándalos, videos virales y peleas que muchos veían como un mero espectáculo. Su salto al boxeo parecía más un truco publicitario que una decisión real. Pero demostró lo contrario: se lanzó al ring, entrenó, sudó, cayó, y se levantó. La envidia y las críticas no le faltaban, pero si algo sabía hacer era ignorar lo que otros pensaban.
El influencer acumula diez victorias y una derrota en su carrera profesional, y probó su poder superando a ex campeones mundiales de UFC como Tyron Woodley, además de boxeadores de renombre como Tommy Fury.
Ambos, a su manera, representaban el éxito. Jutta, desde la disciplina y el sacrificio; Jake, desde la audacia y la rebelión. La combinación era explosiva. Ella, con su elegancia fría y concentrada; él, con su energía desbordante y su habilidad para transformar cualquier situación en un acontecimiento mediático. Y cuando sus caminos se cruzaron, ese universo que ambos dominaban, el de las redes, se volcó hacia ellos como un torrente de admiración y escepticismo.
Paul ya declaró que le gustaría formar una familia con Jutta (Crédito: The Grosby Group)
Eran, a simple vista, opuestos. La atleta olímpica y el peleador que alguna vez fue YouTuber. Pero quizá en eso mismo residía el atractivo, la química que los había unido. Mientras él hablaba de futuros imaginarios con hijos altos y fuertes, ella pensaba en sus próximas competencias, en esa carrera que aún sentía que estaba en su mejor momento.
Jake Paul estaba acostumbrado a los titulares explosivos, a los videos virales, a ser el centro de atención. Pero en su pódcast, “BS w/ Jake Paul”, dejó ver algo distinto. Jutta Leerdam no era solo su novia; era la mujer con la que, según él, quería compartir el futuro. Y Jake no se guardó nada al hablar de lo que imaginaba para ambos.
“Me encantaría tener una familia con Jutta”, confesó entre risas y miradas cómplices al equipo del pódcast. “Imagino que nuestros hijos serán súper atletas, ¡gigantes!”, bromeó. No era una imagen difícil de imaginar: la combinación del linaje atlético de Jutta y la energía de Jake, dos figuras públicas con ese toque casi sobrehumano que los hacía parecer personajes de otro mundo. Jake llegó a soñar, en voz alta, con hijos que podrían medir hasta dos metros, “como auténticos titanes del deporte”. Un quarterback, un basquetbolista, un tenista… O incluso, quién sabe, boxeadores.
La idea de ser padre no es nueva para Jake. Quizá todo empezó cuando su sobrina, Esmé, la hija de su hermano Logan Paul, llegó a la familia. Jake la presentó con orgullo en redes y confesó que amaba ser tío, como si ese pequeño ser le hubiera recordado una parte de sí mismo que antes pasaba desapercibida. Con ella, ríe, inventa juegos y hasta habla de enseñar “cosas divertidas”. Ese afecto espontáneo, ese lado más humano, parece haber despertado en él un deseo genuino de formar su propia familia.
Jutta Leerdam, en el ringside de una de las peleas de Jak Paul ante Nate Díaz (Kevin Jairaj-USA TODAY Sports)
Pero Jutta aún está en la cúspide de su carrera. Con solo 25 años, se encuentra en el pico de sus capacidades, con la mirada fija en el próximo campeonato y los Juegos Olímpicos de Invierno en el horizonte. Ambos comparten los mismos sueños de grandeza y, mientras, se acompañan. En cada gran reto sobre la pista de hielo, surge Paul al lado de Leerdam. En agosto de 2023, ella estubo en el ring side durante la batalla de su amado ante Nate Díaz. Y seguramente lo hará también en poco más de una semana, cuando se mida ante Iron Mike, el ex rey de los pesados, 31 años mayor, pero con una foja temible.
Jake y Jutta continúan mostrando su vida a los millones que los siguen, a veces con planes serios, otras veces con bromas que llevan un toque de verdad.
“Lo que sea que venga”, dicen sin decirlo, “será grande”.
Miradas cómplices. Cada posteo de la pareja genera una revolución entre sus seguidores (Crédito: Instagram)
Jutta supo ganar una medalla de plata en los JJOO de invierno 2022
El entrenador de la Selección argentina habló en conferencia de prensa antes de viajar a Asunción para enfrentar a Paraguay por las Eliminatorias Sudamericanas.
Antes de viajar a Asunción para enfrentar a Paraguay por las Eliminatorias Sudamericanas, Lionel Scaloni brindó una conferencia de prensa y se refirió al debut de Spreen en Deportivo Riestra.
El entrenador aseguró: “Hay que ser lo más sincero posible, imagino que todo el mundo pensó lo que yo pienso. Tengo guardado mi debut en primera división como uno de los mejores momentos de mi vida y cuesta mucho llegar ahí”.
En ese sentido, Scaloni profundizó: “El Comité de Ética va a trabajar sobre esto e imagino que va a ser ejemplar. Ojalá que no vuelva a suceder por el bien del fútbol, sin faltarle el respeto a nadie”.
“Tiene que quedar ahí. Los que hablaron dijeron que no va a volver a suceder y espero que así sea”, cerró.
Con respecto al equipo de la Selección argentina para enfrentar a la Albirroja, Emiliano Martínez regresará al arco, mientras que la defensa sería con Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico. En el medio, Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister. En la delantera estará Lionel Messi y la duda del DT es en el ataque: Julián Álvarez o Lautaro Martínez.
“Tengo casi decidido el equipo, será bastante similar al del último partido ante Bolivia, no se los confirmé a los jugadores al 100% porque tengo alguna duda”, dijo el DT al arrancar el encuentro con la prensa.
Además, Scaloni destacó la dificultad que implica enfrentar a Paraguay: “Será un encuentro dificilísimo ante un rival que está en un buen momento”.
El entrenador de Paraguay usó una extraña definición para explicar cómo juega el equipo de Lionel Scaloni.
Gustavo Alfaro brindó una conferencia de prensa en la previa ante el partido de Paraguay contra la Selección argentina por las Eliminatorias Sudamericanas y, fiel a su estilo, dejó una extraña frase para definir el juego de su próximo rival.
El entrenador de la Albirroja se refirió primero a la búsqueda con sus dirigidos: “El equipo tiene que empezar a tener sociedades. Porque si no tenés sociedades, Argentina te encuentra”.
Enseguida, Alfaro hizo una insólita comparación: “Argentina es la humedad. La humedad por algún lugar se filtra. Si vos tenés una pared rajada, la humedad te aflora. Y Argentina es la humedad”.
En ese sentido, el director técnico explicó: “Si Argentina te descubre las rajaduras, y si vos esas rajaduras no las tenés bien cubiertas, por ahí Argentina se te filtra”.
“Entonces, nosotros tenemos que incorporar esa capacidad de establecer sociedades para que esas rajaduras que obviamente tenemos no se noten tanto. O que por lo menos le podamos poner un impermeabilizante para que no se note tanto”, cerró Alfaro.
Por su parte, Lionel Scaloni coincidió con el análisis de su colega y aseguró que su equipo busca generar peligro en cada partido a través del juego asociado, aprovechando cada circunstancia.
En el pasado, el exfutbolista se mostró a favor del proyecto que impulsa el Gobierno para el ingreso de los capitales privados en el fútbol argentino.
De manera sorpresiva, el exfutbolista Sergio “Kun” Agüero visitó este miércoles la Casa Rosada y se reunió con el asesor presidencial Santiago Caputo para conversar sobre el proyecto del Gobierno para impulsar el ingreso de las sociedades anónimas deportivas en el fútbol argentino.
Del encuentro también participó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
Agüero también se mostró junto a la diputada Juliana Santillán, una de las principales impulsoras de la iniciativa que busca concretar la llegada de los capitales privados a los clubes. “Viva la libertad carajo #SAD”, escribió la dirigente en el posteo que hizo en su cuenta de Instagram, en el que incluyó una foto junto al exjugador del Manchester City y el Barcelona, entre otros equipos.
El Kun se manifestó en varias ocasiones a favor de las sociedades anónimas deportivas. Hace algunos meses, en un stream junto a Coscu, había dicho que el ingreso de los capitales privados “va a beneficiar” al fútbol argentino. “Se vienen cosas picantes”, había anticipado.
“¿Qué pasa? ¿Tienen miedo? ¿Están cagados? ¿Qué está pasando? Están cagados porque hay beneficios propios”, había señalado en esa ocasión, apuntando contra dirigentes del fútbol argentino a los que no identificó.
Y planteó: “Al final de cuenta, los clubes para que sean privados, sí o sí tienen que votar los socios. Si los socios dicen que no, es no, se acabó el problema. Si dicen que sí, privado. Dos más dos es cuatro. Listo”.
Tiempo atrás, el presidente Javier Milei había elogiado al exfutbolista por compartir su visión sobre la implementación de las sociedades anónimas deportivas: “He tenido la dicha de poder hablar con Sergio “Kun” Agüero. Le quiero destacar que tiene una inteligencia para nada convencional, tiene una profundidad analítica sorprendente y entiende la naturaleza del planteo que nosotros hacemos”.