Las personas que confían en su fuerza de voluntad para alcanzar sus metas tienden a ser vistas como más confiables que quienes emplean “estrategias de compromiso” que implican incentivos, según un estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología. Estas estrategias, que han existido desde hace siglos (como la historia de Odiseo, que se ató al mástil para resistir a las sirenas), incluyen herramientas que ayudan a evitar la tentación.
La investigadora Ariella Kristal, de la Universidad de Columbia, explica que estas estrategias han demostrado ser útiles para dejar de fumar, bajar de peso, mejorar el desempeño académico y ahorrar dinero. Sin embargo, aún se sabe poco sobre cómo el uso de estas técnicas influye en la percepción de los demás sobre la persona que las emplea.
Para explorar esta idea, Kristal y su colega Julian Zlatev, de la Escuela de Negocios de Harvard, realizaron experimentos en línea con más de 2.800 personas en Estados Unidos. En estos experimentos, se presentaron escenarios donde personas hipotéticas usaban fuerza de voluntad o estrategias de compromiso para evitar comportamientos no deseados, como consumir comida chatarra o usar redes sociales. En general, los participantes percibieron a quienes usaban estas estrategias externas como menos confiables en comparación con aquellos que confiaban únicamente en su propia fuerza de voluntad para resistir la tentación.
En otro experimento, los investigadores hallaron que los participantes calificaban como menos confiables a quienes usaban estrategias de compromiso, aunque reconocían que eran más efectivas que la fuerza de voluntad sola. Además, cuando pensaban que su estrategia de compromiso sería conocida por otros, las personas eran menos propensas a optar por ella.
El valor de la fuerza de voluntad frente a estrategias externas
Kristal comenta que quienes usan estrategias de compromiso pueden ser percibidos como personas con “falta de carácter”, es decir, con menor autocontrol o propensas a haber fracasado en sus intentos anteriores. Esto podría estar vinculado a la idea de que los fracasos en el autocontrol afectan la percepción de la moralidad y la confiabilidad de una persona.
Estos hallazgos tienen un impacto relevante en el diseño de programas de apoyo. Entender cómo los juicios de otras personas influyen en la decisión de usar estas estrategias puede ayudar a mejorar la aceptación y eficacia de los métodos que realmente benefician a quienes los utilizan.