The Unforgettable Fire, cuarto disco de estudio de U2, marcó un momento especial en la carrera de la banda irlandesa más grande de la historia. Éxitos como “Pride (In the Name of Love)”, “Bad” y “A Sort Of Homecoming” llevaron al grupo al reconocimiento internacional. Lanzado el 1 de octubre de 1984, estas nuevas canciones aparecieron en una época de cambio generacional dentro de la industria musical. En aquel año saldrían importantes discos como Purple Rain de Prince, Born In The U.S.A. de Bruce Springsteen, el debut de The Smiths y Like a Virgin de Madonna.
Su anterior material de estudio, War (1983), había tenido muy buena recepción gracias a “Sunday Bloody Sunday” y “New Year’s Day”, que rápidamente se convirtieron en clásicos. De aquella gira de presentación del disco quedó el registro en vivo Under a Blood Red Sky, grabado en Red Rocks Colorado, con lo que U2 ya empezaba a revolucionar la forma de sus shows y preparándose en sus impresionantes actuaciones en estadios.
El trabajo en el estudio
Este “Fuego inolvidable” marcó una nueva etapa en el sonido de la banda irlandesa. Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. buscaron estar más poderosos, dejando atrás el concepto postpunk y encarar nuevos arreglos, con guitarras más brillantes, bajos marcados, y una batería con llegada a otros ritmos.
Para lograr el objetivo, los integrantes se pusieron en contacto con Brian Eno (formó parte de Roxy Music, trabajó con David Bowie y se destacó dentro del género ambient) y Daniel Lanois, un joven músico canadiense, para cumplir con la tarea. De esta forma, Steve Lillywhite – encargado de la producción de los primeros tres discos de U2- no formaría parte del trabajo en el estudio.
Las grabaciones arrancaron en mayo de 1984. Los músicos eligieron el histórico Slane Castle y los Windmill Lane Studios en Dublín. “Nunca había trabajado con esta clase de música antes, no estaba completamente convencido de que fuera la persona correcta para esto”, recordó Eno, hace unos años, en una entrevista a Pitchfork.
Su socio Lanois agregó: “Estábamos trabajando en Canadá en un pueblo llamado Hamilton. Estuvimos haciendo grabaciones de música ambiental por algunos años, algunas de ellas muy buenas. Durante esa etapa estuve bastante aislado. Él (Eno) estaba con algunas cosas en Nueva York, y entonces dijo que no iba a producir más grabaciones. Terminó sus cosas y no se mostró interesado en trabajar con U2″.
Daniel, a diferencia de su compañero Eno, se mostró interesado en el desafío. Tenía ganas de meterse dentro del mundo del rock. “Él sintió que yo tenía algo para ofrecer porque tenía un deseo ardiente. Así que acepté una reunión y fuimos a Irlanda con la idea de meterme en la grabación de U2″. Según Brian, U2 estaba interesado en un trabajo que había hecho con Talking Heads.
Bono también estaba interesado en un disco de Simple Minds, New Gold Dream (81–82–83–84), publicado en 1982, que tuvo como uno de sus principales cortes “Promised You a Miracle”. El cantante de U2 describió que ese material fue muy importante para la creación de The Unforgettable Fire o The Joshua Tree. Hasta llegó a imitar los movimientos de Jim Kerr, líder de la banda escocesa, sobre el escenario. En conciertos de U2 llegó a sonar en la previa la canción “New Gold Dream”.
Ambos grupos comenzaron una amistad en las giras. A fines de 1980, Simple Minds estaba presentando en vivo su tercer álbum Empires and Dance, mientras que los irlandeses tocaban su debut Boy. Los primeros llamaban la atención con su estilo art pop y tocando en grandes estadios y festivales. En cambio, U2 buscaba difundir su música para llamar la atención de más seguidores.
“Tuve una llamada telefónica con Bono, que es el mejor vendedor de todos los tiempos, y le dije: ‘Lo que me preocupa es que puedo cambiar las cosas tanto como para hacerlas irreconocibles. A la gente puede que particularmente no les guste lo nuevo que salga de esto’. Entonces, él me respondió: ‘En realidad queremos cambiar a algo irreconocible. No queremos solo repetir lo que estuvimos haciendo antes´”.
Instalados en el “Castillo Slane”, el 7 de mayo de 1984 comenzaron las grabaciones que se extendieron a lo largo de un mes. La empresa Effanel Music, que había grabado los shows de U2 en Boston y en el Anfiteatro Red Rocks un año antes, fue la encargada de equipar el lugar con un sistema portátil de 24 pistas.
Fue importante el trabajo de The Edge para expandir los sonidos de su guitarra y lograr atmósferas más pesadas. Bono lo tenía como el cerebro musical del grupo. Brian Eno pidió que la banda se interesara más por sesiones de música más experimental y no le prestó mucha atención a tracks como “Pride (In the Name of Love)” o “The Unforgettable Fire”. En cambio, fue importante la visión de Lanois para poder revertir dicha opinión y lograr un equilibrio.
Las canciones de “The Unforgettable Fire”
U2 marcó este cambio de sonido desde el primer tema, “A Sort of Homecoming”, que metió al fan de aquellos días a un mundo distinto, con un sonido más rítmico y moderno. En la letra de la canción, Bono describe su preocupación por las guerras cantando: “Todas las paredes de la ciudad están derrumbadas. El polvo es una cortina de humo por todas partes. Ver rostros arados como campos que una vez no brindó resistencia”.
En el clásico “Pride (In the Name of Love)” -primer simple del disco, con una introducción magistral de la guitarra de The Edge-, Bono le canta a Martin Luther King: “Un hombre viene en nombre del amor. Un hombre viene y va. Un hombre viene acá para justificar. Un hombre para derrocar. En el nombre del amor ¿Qué más en el nombre del amor?”. También lo recordó en “MLK”.
En “Bad”, otro de los temas fuertes del álbum, U2 habla sobre la drogadicción. Se trata de una pieza de intensidad emocional que logra un clima emotivo. También están “4th of July” y “Elvis Presley and America”, con una cuota más de experimentación. Para el cierre de la obra aparece “MLK”, como una suerte de viaje introspectivo de los cuatro integrantes.
El arte de tapa y el origen del título
Para la portada del disco, el famoso fotógrafo Anton Corbijn tomó el castillo en ruinas de Moydrum, destruido por un incendio en 1921. El diseño estuvo a cargo de Steve Averill. En el caso de la elección del título, U2 se interesó en una exhibición de arte japonés sobre las consecuencias de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.
Leé también: Daniel Melero repasa su carrera en “Incierto y sinuoso”: “La idea de escribir un libro nació por vanidad”
The Unforgettable Fire fue la transición perfecta para la llegada de su siguiente disco, The Joshua Tree, que marcó el ingreso de los irlandeses a paso firme en mercados importantes como el de los Estados Unidos.
“Creo que hicimos lo mejor que pudimos con lo que tuvimos para trabajar. Teníamos muy pocas herramientas y no había influencias externas. Estábamos unidos como un equipo y logramos lo que logramos porque es lo que pusimos sobre la mesa. Parte de mí le gusta un sonido o interpretación de la guitarra más tosca y desigual, pero nuestro trabajo no hubiera sido tan innovador”, definió Lanois sobre este histórico disco. Ambos productores volverían a trabajar en otros importantes álbumes como The Joshua Tree y Achtung Baby.