Connect with us

Economia

“Nos da vergüenza entrar a pedir”: las historias de las personas que van a buscar comida por primera vez

La pobreza subió a 52,9% en el primer semestre del año, según el INDEC. En este período, quienes perciben un salario no lograron cubrir las necesidades de alimentación y servicios básicos. Lo que sucedió fue similar al proceso de los últimos años: el poder adquisitivo no llegó a compensar la inflación.

Published

on

“Soy médico”, repite Alberto, un hombre que sobrevive en las puertas de la estación del tren, en Constitución. Menciona su profesión incluso antes que su nombre, quizás para no olvidar quién es. Hace unos meses se quedó sin trabajo, se enfermó y ahora está acostado, con los ojos rojos y el cuerpo flojo por el alcohol y pregunta a qué hora se sirve la comida.

Como Alberto, hay otras personas que empezaron a ir por primera vez a comedores, iglesias u organizaciones en busca de una porción de comida. Trabajan, pero sus ingresos no alcanzan para cubrir las necesidades básicas y sus relatos simbolizan el 52,9% de pobreza que dio a conocer el INDEC.

Sobre la calle Jujuy, al lado de la Parroquia San Cristóbal, Silvia llena de aroma y sabor una olla gigante de guiso de lentejas y carne. Paula controla que todo esté bien: el pan, los jugos, el té, el café, la sopa, los huevos y las manzanas. Su hija de 16 años, Camila -y su novio Franco, de 17-, se ocupan de cargar todo en autos.

“Todos los lunes, en lo que llamamos La noche de la caridad, se entregan 120 guisos en cuatro autos que recorren los barrios de San Cristóbal, Parque Patricios, Once y debajo de la autopista, además de cajeros automáticos y zonas aledañas”, cuenta Norma, a cargo de la actividad.

Pablo, que trabaja de administrativo, llega corriendo y se pone a disposición para hacer la recorrida que comienza a las 20. Sin embargo, horas antes ya muchos se acercan a la puerta para pedir una bandejita de comida y un vaso de jugo. Así se van formando filas y grupos de personas que antes no iban, pero ahora lo necesitan.

María y Pablo, por ejemplo, tienen un bebé de un año y alquilan un departamento en Flores. Ella es ama de casa y él hace trabajos de limpieza, pero al sumar el alquiler y los gastos del nene, no les queda para la cena. “Compramos leche y pañales, pero a veces no alcanza para que nosotros dos podamos comer algo. No sabemos a quién recurrir y nos da vergüenza entrar en los locales a pedir”, se lamenta el hombre.

Al rato, un joven llega a la esquina de Jujuy en bicicleta y cuenta que ahora tiene un medio de transporte. Es que consiguió trabajo informal en una fábrica de calzado, y aunque ya cobró el primer sueldo, aún no le alcanza para comer y se acerca a pedir la porción de guiso. Con la bandeja en la mano, reza. Le pide a Dios todos los días conservar el trabajo.

A unos pasos, Lucía, una vecina del barrio, va hace varios meses a buscar viandas para dos personas mayores de edad que no tienen recursos para comer. Recuerda que cuando era adolescente veía a ese matrimonio tomando un café en el bar de la esquina, pero las cosas cambiaron.

La pobreza del primer semestre del año llegó al 52,9% y marcó una suba de 11,2 puntos porcentuales en relación con los seis meses previos, que fue de 41,7%. Lo mismo sucedió con la indigencia, que se ubicó en el 18,1% y aumentó 6,2 puntos en relación con el cierre del año pasado (cuando fue de 11,9%).

La situación es más grave en los niños y niñas entre 0 y 14 años, donde la pobreza llegó al 66,1%, mientras que en los adultos de 65 años o más fue de el 29,7%. Asimismo, de acuerdo a la región, las zonas más afectadas por la pobreza fueron el Noreste (NEA), con un índice de 62,9%; y Noroeste (NOA) del país, con 57%.

Para medir la pobreza y la indigencia, el INDEC establece dos umbrales de ingresos para cubrir necesidades básicas. En el caso de la línea de pobreza se fija el monto mínimo para adquirir una canasta de alimentos y la compra de bienes y servicios como la vestimenta, el transporte, educación y la salud. En tanto, la indigencia representa el costo para acceder a la canasta básica alimentaria y satisfacer los requerimientos energéticos y proteicos esenciales.

Si se revisan los datos de los últimos tres gobiernos, desde 2011 hasta la fecha, cada gestión terminó su mandato con cifras de pobreza mayores a las que había cuando llegaron a la Casa Rosada. Es decir, desde hace más de una década la pobreza aumenta en la Argentina.

A grandes rasgos, lo que sucedió este semestre fue similar al proceso de los últimos años: el poder adquisitivo de los ingresos no llegó a compensar las altas cifras de inflación –especialmente en la primera parte del año- que se aceleraron tras la devaluación brusca de diciembre. Sin embargo, en los primeros seis meses de 2024 este proceso estuvo acompañado por un freno en la actividad que se vio reflejado en la pérdida de empleo.

“Lo que lo diferenció de otros semestres es que en este caso la pérdida de poder adquisitivo fue mayor, particularmente durante los primeros meses del año dado el fuerte salto inflacionario que se observó en los mismos. Además, hubo algo de pérdida de empleo que contribuyó al aumento de la pobreza, algo que no venía ocurriendo en semestres anteriores”, describe Leopoldo Tornarolli, investigador del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS).

Esta situación da cuenta de un fenómeno que se viene observando en los últimos años y parece profundizarse: el de los trabajadores pobres. O sea, personas cuyos salarios no son suficientes para cubrir los requerimientos mínimos de alimentos y servicios.

De acuerdo a Argendata, un sitio de datos del think tank Fundar que muestra la evolución de distintas variables de la economía, existe una gran heterogeneidad en las tasas de pobreza dentro de las personas ocupadas.

Los asalariados informales (sin descuento jubilatorio) y los cuentapropistas no profesionales (con educación menor a superior completa) tienen las tasas de pobreza más elevadas, ya que registraron casi la mitad de trabajadores pobres en 2023. En contrapartida, las menores tasas de pobreza se observan en los asalariados formales, cuentapropistas profesionales o patrones, donde rondan el 20%.

“Las estadísticas de desocupación muestran un mercado con una tasa de desempleo que sí se incrementó en términos interanuales, pero no es un proceso de destrucción, sino que el desempleo aumenta porque sube la tasa de actividad. Es decir, que crece el porcentaje de personas que están buscando empleo porque el deterioro de los ingresos lleva a que más gente sale a buscar trabajo para tener más ingresos”, aclara Santiago Poy, coordinador de integración socioproductiva de Fundar.

Ahora bien, ¿se puede revertir la situación y pensar que la pobreza baje en la Argentina? Sí, pero depende de varios factores y no se trata de un proceso lineal ni inmediato. En principio, en términos macroeconómicos, los especialistas marcan la necesidad de que la inflación se mantenga en el sendero descendente, que la actividad se recupere, que mejore el empleo y también el poder de compra de los salarios.

“Al menos en el corto plazo, reducir la pobreza va a depender de estabilizar la economía, que la inflación siga en un sendero de caída y luego se mantenga en valores bajos, y que la economía se reactive, recuperando al menos el terreno perdido en los últimos años. En el mediano plazo es necesario sostener varios años consecutivos de crecimiento con generación de empleo, particularmente privado registrado, algo que no ha ocurrido en los últimos 10/12 años”, resume Tornarolli.

“La economía tiene que volver a crecer. El PBI es más chico que hace 10 años y en este contexto es imposible bajar la pobreza. Puede haber oscilaciones, pero la película es clara: con estancamiento no hay forma de resolver el problema de la pobreza. La primera gran consigna es que la economía tiene que crecer, el empleo también y bajar la inflación, pero eso en sí mismo no alcanza. Además, el crecimiento tiene que llegar a los hogares más vulnerables. Y después hay desafíos estructurales, por los cuales hay que reducir la informalidad en el mercado de trabajo, aumentar las oportunidades de empleo de calidad e incentivar las políticas de integración”, agrega Poy.

Economia

Estados Unidos quiere eliminar el billete de 100 dólares: cuándo se dejará de aceptar y qué habrá en su lugar

Published

on

Esta evaluación se da en un contexto donde las transacciones digitales ganan terreno y la lucha contra el crimen y la falsificación se intensifica

En los próximos años, el billete de 100 dólares, uno de los más reconocidos y usados a nivel mundial, podría experimentar un cambio significativo, entre lo que se incluye un posible rediseño con medidas de seguridad avanzadas y un debate en Estados Unidos sobre su eventual eliminación definitiva.

Días atrás, la Reserva Federal dio a conocer un plan de rediseño que busca modernizar la apariencia de esta denominación, mientras que incorporará avanzadas medidas de seguridad destinadas a combatir la falsificación, un desafío persistente en el sistema financiero.

Esto se da en un contexto donde las transacciones digitales ganan terreno y la lucha contra el crimen y la falsificación se intensifica.

Por qué Estados Unidos quiere eliminar el billete de 100 dólares

Según el economista y profesor de Harvard Kenneth Rogoff, uno de los principales impulsores de la eliminación de billetes de alta denominación, esta eliminación se basa en los siguientes argumentos:

  • Facilitan actividades ilícitas: debido a su anonimato, son comúnmente utilizados en el tráfico de drogas, la evasión fiscal y otras economías informales.
  • Mayor riesgo de falsificación: aunque las versiones actuales tienen medidas de seguridad avanzadas, su valor hace que sean un blanco atractivo para falsificadores sofisticados.
  • Promueven economías no trazables: mover grandes cantidades de dinero en efectivo es más difícil de rastrear, lo que afecta la transparencia financiera.

La disminución del uso de efectivo es una tendencia evidente. Según la Reserva Federal, el 60% de las transacciones en Estados Unidos ya se realizan mediante tarjetas de débito, crédito y otros medios electrónicos.

El plan de la Reserva Federal para rediseñar el billete de 100 dólares: cuándo y cómo será el cambio

Los billetes de alta denominación fueron desapareciendo gradualmente. Desde 1969, dejaron de emitirse los billetes de 500, 1.000, 5.000 y 10.000 dólares, aunque aún son legales para ciertas transacciones.

La Reserva Federal anunció un plan para modernizar el billete de 100 dólares, pero también se plantea su posible eliminación en el marco de un rediseño integral de las denominaciones del dólar. Si bien aún no se dieron fechas, expertos aseguran que podría introducirse entre 2034 y 2038.

Esta modificación forma parte de un plan más amplio que comenzará en 2026 con el billete de 10 dólares y se extenderá a otras denominaciones de manera gradual.

El cronograma incluye la actualización de los billetes de 50 dólares en 2028, los de 20 dólares en 2030 y los de 5 dólares entre 2032 y 2035, dejando al billete de 100 dólares como el último en ser renovado.

Nuevas características de seguridad de los dólares

Los billetes rediseñados estarán equipados con medidas de seguridad tecnológicas avanzadas, como:

  • Microimpresiones y tintas ópticamente variables.
  • Elementos de autenticación digital.
  • Diseños que dificulten su reproducción, incluso para falsificadores sofisticados.

Estos cambios son cruciales para combatir la falsificación, un problema persistente para las autoridades. Casos como los «super notes», billetes de 100 dólares falsificados de alta precisión producidos en Corea del Norte, subrayan la necesidad de implementar tecnologías más robustas.

El impacto de eliminar el billete de 100 dólares

La eliminación del billete de 100 dólares podría transformar la manera en que se realizan transacciones y afectan aspectos como:

  • La economía informal: limitando el movimiento de grandes sumas de efectivo en operaciones ilegales.
  • La política monetaria: facilitando medidas como tasas negativas o un control más preciso del dinero circulante.
  • Las economías vulnerables: perjudicando a quienes dependen del efectivo por falta de acceso a medios digitales.

Continue Reading

Economia

Polémica por la desregulación: por qué el precio de los medicamentos es tan alto en la Argentina

Published

on

Cristina Fernández desafió a Javier Milei a desregular el sector, iniciativa que ella no impulsó en sus doce años en los dos más altos niveles del Poder Ejecutivo. Comparación de valores, efecto sobre los presupuestos y la cuestión de los genéricos

En su discurso de hoy en Rosario Cristina Fernández de Kirchner (CFK) criticó duramente al gobierno de Javier Milei y cargó específicamente sobre la política sanitaria, instándolo a un desafío en particular.

“Estos desregulan a favor de poquitos muy poderosos, el de los remedios. A ver, Milei, ya que sos tan guapo: desregulá los medicamentos para que podamos tener medicamentos genéricos importados, para reducir el costo de los presupuestos sanitarios. A ver si te animás”, planteó la dos veces presidente y una vez vicepresidente, que en sus doce años en la altas esferas del Ejecutivo no impulsó esa medida.

“Decile al desregulador del megacanje (en referencia al ministro de Economía, Luis Caputo) que se anime para que la gente pueda acceder a los medicamentos, para que no sea un martirio para un jubilado tener que ir a una farmacia y dejar la mitad o las tres cuartas partes de los remedios que tiene que llevar, porque no le alcanza la guita”, desafió CFK, continuando la saga de críticas que intercambian con el presidente y que les permitió elegirse como adversarios, mantener centralidad y ocupar casi la totalidad del escenario político.

Más allá de las especulaciones, lo cierto es que el precio de los medicamentos y de las cuotas de las empresas de medicina prepaga es crucial para amplios grupos de la sociedad argentina, en particular los sectores más pobres y los jubilados.

Alfredo Cornejo, gobernador de MendozaAlfredo Cornejo, gobernador de Mendoza

A fines de septiembre, una investigación de Infobae reveló, a partir de una comparación de una canasta de 10 remedios en la Argentina, España, EEUU, Colombia y Perú, que los medicamentos en la Argentina son más caros que en España y Estados Unidos, países de ingresos por habitante muy superiores, y que las variaciones de precio llegan hasta el 1.000 por ciento. El director del Centro de Profesionales Farmacéuticos señaló entonces que en el mercado farmaceútico argentino “hay un abuso de la posición dominante”. En el último año cayeron más de 9 millones las unidades vendidas, pero la facturación de los laboratorios argentinos subió un 332,9%

Luego, un informe del Observatorio de Costos de la Salud de la Unión Argentina de la Salud (UAS) alertó sobre las “barreras de accesibilidad” debido a los altos precios de los medicamentos y volvió a comparar el mercado local con el de otros países. Por caso, precisó que la Metformina, medicamento de uso frecuente para tratar la diabetes costaba hace un mes en la Argentina $34.517, mientras que en España cuesta solo 2,90 euros, esto es, cerca de $4.350, un 87% menos. Y que el Diclofenac 75, que se vende por $20.455 en Argentina, tiene en España un costo de 2,50 euros, equivalente a unos $3.750, un 82% menos.

En el último año cayeron más de 9 millones las unidades vendidas, pero la facturación de los laboratorios argentinos subió un 332,9 por ciento

Según los datos de la UAS, entre enero de 2017 y septiembre de 2024 el costo de los productos medicinales y equipos para la salud aumentó 9.904,1%, cifra muy por encima de la inflación general de igual período (7.076%) y del incremento de las cuotas de las prepagas (6.425,2%), lo que llevó a que el gasto en medicamentos dentro del sistema de salud privado llegue al 40% del total de recursos financieros, más del doble que hace una década, cuando esa proporción no superaba el 20 por ciento.

Por su parte, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, inició gestiones para importar fármacos desde India, el mayor y más barato proveedor de medicamentos genéricos del mundo, y dijo que su iniciativa tenía el aval del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. De hecho, desde la cartera desreguladora aclararon entonces que la Ley 16.463 de Medicamentos, sancionada en julio de 1964, durante el gobierno del radical Arturo Illia, ya lo permite.

La Anmat “no está alineada con la libre competencia de mercado que propone el Gobierno nacional como método para bajar precios”, dijo Cornejo, el gobernador de Mendoza

Sin embargo, Cornejo declaró que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), la agencia que debe autorizar la distribución y comercialización de remedios en la Argentina, a cargo de Agustina Bisio, demora la autorización, según señaló en una entrevista televisiva en TN.

Las gestiones de Mendoza, a la que se unirían otras provincias, son para importar remedios para la hipertensión (Enalapril, Losartan); diabetes (Metformina); e hipotiroidismo (Levotiroxina), además de antipiréticos y analgésicos (Ibuprofeno); antiácido (Omeprazol); antibióticos (Amoxicilina, Cefalexina, Azitromicina); y antifúngico (Fluconazol), entre otros.

La Anmat, dijo Cornejo, “no está alineada con la libre competencia de mercado que propone el Gobierno nacional como método para bajar precios”. Los medicamentos que Mendoza busca comprar, afirmó, “tienen un precio muy por encima de los países limítrofes, EEUU o Europa”. Aemás, agregó, se usan masivamente en Europa, en EEUU y están autorizados por agencias similares a la Anmat. “Queremos que estén autorizados en Argentina, porque creemos eso: que por competencia van a bajar los precios de los medicamentos más usuales y habituales”, enfatizó.

Desde la India

Bisio, la titular de la Anmat, se reunió a principios de este mes con el embajador de la India en la Argentina, Dinesh Bhatia, quien aboga por la apertura del mercado argentino a los medicamentos genéricos de su país. El viernes de la semana pasada Bhatia realizó un agajaso del que participaron Demián Reidel, el jefe del Consejo de Asesores del presidente Javier Milei, y José Luis Daza, el secretario de Política Económica y segundo del ministro de Economía, Luis Caputo, aunque no hubo comunicación oficial sobre esos encuentros y eventuales gestiones.

Dinesh Bhatia, embajador de la India en Argentina
(Giovanni Sacchetto)Dinesh Bhatia, embajador de la India en Argentina (Giovanni Sacchetto)

La ley 25.649, de “utilización de medicamentos por su nombre genérico”, sancionada en agosto de 2002, durante el gobierno interno de Eduardo Duhalde y la gestión de Ginés González García como ministro de Salud, supuestamente alentaba el consumo de genéricos, pero en su segundo párrafo admitió la posibilidad de indicar la marca comercial, ambigüedad que echó por tierra con el alegado objetivo de “terminar con el monopolio de las marcas y la influencia de los laboratorios sobre los médicos para recetar medicamentos”, escribió el economista y diplomático Felipe Frydman, conocedor de los entresijos de los temas de patentes y propiedad intelectual por sus gestiones en Europa, Asia y EEUU.

En 2015, un informe del Ministerio de Economía titulado “Complejos farmaceúticos” apuntó al grado de cartelización del sector. Según Frydman, la relación entre laboratorios, distribuidoras y droguerías es una barrera de entrada a otros productos farmacéuticos. El mercado local de medicamentos, escribió, “tiene un sesgo oligopólico que actúa como barrera para incorporar nuevos proveedores por la falta de organización y de volumen para los productos de menor valor”.

Continue Reading

Economia

Fin del Impuesto PAIS: qué dijo Caputo sobre el futuro del dólar tarjeta a partir de enero 2025

Published

on

El ministro de Economía adelantó cambios en las políticas cambiarias que afectarán al dólar tarjeta y el levantamiento del cepo. También se negocian medidas con el FMI para garantizar estabilidad económica en los próximos años

El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que el dólar tarjeta, conocido también como dólar turista, reducirá su valor en las próximas semanas, anticipando un alivio para quienes realizan consumos en moneda extranjera. El funcionario explicó que, aunque el dólar turista mantendrá una cotización superior al oficial, los ajustes recientes permitirán una disminución. Este tipo de cambio actualmente incluye un impuesto PAIS del 30% y una percepción del 30% a cuenta de Ganancias. Sin embargo, el impuesto PAIS será eliminado el 24 de diciembre, marcando un cambio importante en la estructura del tipo de cambio para este sector.

Respecto al levantamiento del cepo cambiario, Caputo ratificó que será una realidad en 2025. Durante una entrevista, sostuvo que el Gobierno no desea apresurarse y que está buscando las condiciones necesarias para garantizar que la medida no genere problemas económicos. Según el ministro, a pesar de los avances en la acumulación de reservas del Banco Central, todavía hay variables económicas que deben estabilizarse antes de implementar el levantamiento definitivo de las restricciones cambiarias.

Caputo resaltó que las reservas del Banco Central se vieron impactadas por una combinación de pagos de deuda y compras de divisas. Además, explicó que la reducción de la brecha entre el dólar blue y el oficial, junto con un crecimiento económico proyectado del 5% anual, refuerza la viabilidad del plan. Subrayó que no hay necesidad de apresurar la apertura del mercado cambiario mientras la estabilidad económica y la confianza de los inversores sigan creciendo.

En cuanto a los avances en las negociaciones internacionales, Caputo también reconoció que el Gobierno argentino mantiene conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para establecer un nuevo acuerdo que incluiría la llegada de fondos frescos. Durante una conferencia de prensa, señaló que este nuevo programa podría implicar desembolsos importantes y que el foco actual está en definir tanto el monto como el cronograma para recibir esos recursos.

Caputo indicó que se discuten diferentes escenarios, desde un desembolso inicial de 1.000 millones de dólares hasta un esquema más ambicioso de 12.000 millones de dólares. Según el funcionario, esta última opción permitiría fortalecer las reservas del Banco Central y dar mayor margen de maniobra al Gobierno para sostener las políticas cambiarias y monetarias.

Desde el FMI, su vocera, Julie Kozack, valoró las políticas implementadas por la administración actual y destacó los “resultados impresionantes” logrados en estabilización económica, control monetario y acumulación de reservas. Estos avances abren la puerta para que Argentina pase a un nuevo acuerdo de facilidades extendidas, que incluiría metas cuantitativas y compromisos de reformas estructurales.

En paralelo, el Gobierno confirmó que recibirá 4.000 millones de dólares adicionales en financiamiento proveniente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial. Estos recursos contribuirán a fortalecer las reservas y facilitarán el cumplimiento de los compromisos financieros con privados y organismos internacionales.

Además, la reducción del riesgo país, que se aproxima a perforar los 700 puntos básicos, ofrece nuevas opciones de financiamiento en el mercado internacional. Entre las estrategias que evalúa el Gobierno, se encuentran la emisión de deuda a tasas más bajas y canjes de bonos cortos como el AL29 y el AL30 por títulos con vencimientos más largos, con incrementos en los cupones para hacer más atractivas las operaciones a los inversores.

Aunque el levantamiento del cepo está proyectado para 2025, las negociaciones con el FMI y los esfuerzos para reducir el riesgo país podrían acelerar ciertas decisiones. Sin embargo, estas medidas estarán condicionadas por la capacidad del Gobierno para mantener los actuales niveles de superávit fiscal, acumulación de reservas y control sobre los agregados monetarios.

Por último, Caputo destacó que el país se encuentra en un proceso de convergencia económica. Las políticas actuales están orientadas a garantizar que cualquier cambio en el esquema cambiario no impacte negativamente en la estabilidad macroeconómica.

Continue Reading

TENDENCIAS