El peleador de 28 años arribó a este combate con problemas en la balanza que terminaron con una derrota por nocaut en el segundo round ante el local e invicto, Keyshawn Davis
El argentino Gustavo Lemos tuvo una jornada para el olvido en el Scope Arena de la ciudad norteamericana de Norfolk, en Virginia. Aquellos problemas con el peso en la previa derivaron también en enormes conflictos arriba del cuadrilátero en la pelea contra el local Keyshawn Davis. El Eléctrico, uno de los pugilistas más promisorios que dio el país en los últimos años, cayó en total tres veces a lo largo del segundo round, pero la última fue la más espectacular: el juez terminó encima de él intentando protegerlo.
La primera vez que besó la lona fue a los 20 segundos del asalto, cuando el estadounidense lo conectó en el rostro justo en el momento que el argentino intentaba atacarlo. Fue un golpe limpio, certero, que dejó a Lemos automáticamente de rodillas en el suelo. El sudamericano de 28 años se levantó de inmediato, pero diez segundos más tarde otra vez ya le estaban contando. Davis conectó un golpe al cuerpo que limó su resistencia y, luego, aplicó de derecha para hacerlo tambalear.
El argentino se paró otra vez rápido, pero esta vez cuando se quiso apalancar sobre las sogas terminó en el piso tras errar el cálculo. Raul Caiz Jr. hizo la cuenta habitual y lo habilitó a seguir. Para ese momento, The Businessman bailaba en su rincón casi de modo burlón. El reloj indicaba que faltaban casi dos minutos para el cierre del segundo round cuando todo se terminó.
Davis abrió la reanudación del combate con un golpe al cuerpo, continuó con un derechazo al rostro, acertó otro golpe en el cuerpo y remató con un izquierdazo al rostro. Lemos iba cayendo cuando el norteamericano lo conectó por última vez de derecha y el juez Caiz Jr. corría desesperado para evitar que le continuaran pegando. El árbitro, en ese intento, resbaló y cayó encima del argentino. Automáticamente levantó su mano y anunció que la pelea había finalizado. El cinturón Intercontinental Ligero de la OMB se quedaba en casa.
Acababa de producirse la segunda derrota en la carrera del Eléctrico, pero también la culminación de un evento para el olvido. Lemos había estado casi dos años inactivo hasta que a finales del 2023 reapareció con una brillante performance en el Luna Park para ganar en 23 segundos. Su carrera parecía relanzada, pero la rápida incursión en Estados Unidos sumó la primera pelea perdida a sus estadísticas: el norteamericano Richardson Hitchins lo superó por decisión unánime en las tarjetas durante una pelea celebrada en abril de este año en Las Vegas, pero que de todos modos le abrió las puertas a la popular promotora Top Rank.
Y a esta revancha para su segunda presentación fuera del país, Lemos arribó con graves problemas en la balanza. El oriundo de Tres Arroyos debía cumplir con el límite de 61.235 kilos de la categoría ligero, pero el jueves pesó 141.4 libras (64.140 kilos), lo que excedía incluso el límite superligero. Pese a los abucheos del público, su contrincante aseguró: “Estoy contento porque a mí me van a pagar más ¡El show debe continuar!”. Finalmente, el Eléctrico registró luego 65.590 kilos, cumpliendo con el requisito de no exceder en más de 10 libras el límite de la división. Su rival marcó el peso adecuado de 134.2 libras (60.870 kilos) y aceptó continuar la contienda.
“Tuvimos inconvenientes en los entrenamientos. Vamos a tratar de darlo ahora antes de la pelea. Confiamos en una balanza que trajimos… Nosotros vinimos a pelear, vamos a tratar que se dé”, argumentó Lemos cuando le preguntaron en el pesaje, mientras los abucheos caían.
Los problemas en el pesaje para el Eléctrico Lemos
Ambos peleadores desembarcaron a esta velada estelar bien posicionados en los rankings de los principales organismos: Davis llegó como tercero en la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB), mientras que Lemos ocupa el sexto, noveno y decimotercer lugar, respectivamente, en esas clasificaciones.
Davis, de 25 años, originario de Norfolk y medallista olímpico de plata en Tokio 2020, sumó a sus registros la 12ª victoria consecutiva (8° KO) sin marcar derrotas ni empates, lo que lo posiciona lentamente como un interesante contendiente a los mejores de la divisional como los estadounidenses Gervonta Davis (AMB) y Shakur Stevenson (CMB), y los ucranianos Denis Berinchyk (OMB) y Vasiliy Lomachenko (FIB). En la cartelera que realizó en su casa, además, pelearon sus hermanos, Kelvin y Keon.
Para el argentino este fue un golpe grande, teniendo en cuenta todas las expectativas que se generaron sobre su gran proyección en el pasado que se mezclaron con los problemas para la balanza en la previa y la dura derrota en el segundo round. Con 29 triunfos (19KO), ahora sus estadísticas acumulan 2 derrotas de manera consecutiva.