Un médico que trabajaba en un equipo de cuidados paliativos de un servicio de asistencia a domicilio en Berlín fue detenido el martes bajo la sospecha de que asesinó a cuatro ancianas e intentó prender fuego sus casas para borrar las pruebas.
Los crímenes que se imputan ocurrieron entre el 11 de junio y el 24 de julio y por el momento se desconoce el método que presuntamente empleó para acabar con las vidas de sus pacientes, según explicó un comunicado policial.
La primera víctima, de 87 años, pudo ser reanimada después de que llegaran los bomberos a apagar el incendio en su domicilio, pero murió poco después en el hospital, de acuerdo con la nota.
El segundo caso ocurrió un mes más tarde, el 11 de julio. Esa vez el presunto asesino no logró quemar la casa de la víctima, una mujer de 76 años, así que contactó con una familiar de la anciana y le dijo que estaba tocando timbre, pero nadie abría la puerta.
Otras dos ancianas, de 94 y de 72 años, fueron asesinadas en sus viviendas los días 15 y 24 de julio y también en sus domicilios se produjeron intentos de encender un fuego.
Como los departamentos de las víctimas se encontraban en su mayoría en edificios, afectaron a otros residentes, algunos de los cuales resultaron heridos, indicó el diario Berliner Morgenpost.
Los peritos forenses están examinando nuevamente los departamentos de las víctimas en busca de rastros. Además, se exhumó a una paciente que ya había sido enterrada para realizar la autopsia del cuerpo.
Fueron los empleadores del médico quienes alertaron a la policía ante la sucesión de casos sospechosos. “Poco a poco este patrón empezó a surgir. Vieron muchas conexiones y llamaron nuevo a la policía”, contó el vocero de la fiscalia, Sebastian Büchner.
El sospechoso, de 39 años, se encuentra en prisión preventiva mientras se investiga el motivo. El médico está acusado de cuatro cargos de homicidio, un delito de incendio provocado y tres más de intento de incendio provocado.
El presidente electo de Estados Unidos eligió a la republicana que ocupó ese puesto en Florida, apenas unas horas después de que su primera opción declinara su candidatura
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nombró el jueves a Pam Bondi, ex fiscal general de Florida, para el cargo de fiscal general de Estados Unidos, apenas unas horas después de que su otra opción, Matt Gaetz, retirara su nombre de la consideración.
Bondi es una antigua aliada de Trump y fue una de sus abogadas durante su primer juicio político, cuando fue acusado -pero no condenado- de abusar de su poder al intentar condicionar la ayuda militar estadounidense a Ucrania a que ese país investigara al entonces ex vicepresidente Joe Biden.
Formó parte de un grupo de republicanos que se presentaron para apoyar a Trump en su juicio penal por suplantación de identidad en Nueva York, que terminó en mayo con una condena por 34 delitos graves. Ha sido presidenta del America First Policy Institute, un think tank creado por antiguos empleados de la administración Trump.
Además, durante casi dos décadas fue fiscal general de Florida y, desde allí, procuró ser “muy dura con los delincuentes violentos, (…) trabajó para detener el tráfico de drogas mortales y reducir la tragedia de las muertes por sobredosis de fentanilo, (…) y logró que las calles fueran seguras para las familias”, destacó el empresario, que sumó que “hizo un trabajo tan increíble que le pedí que formara parte de nuestra Comisión de Abuso de Drogas y Opioides durante mi primer mandato”.
Bondi es una antigua aliada de Trump y ocupará uno de los roles más importantes del gabinete (REUTERS)
Por todo esto, Trump confió en que “hará un excelente trabajo”, sirviendo para su país.
“Durante demasiado tiempo, el partidista Departamento de Justicia ha sido convertido en un arma contra mí y otros republicanos – Ya no. Pam reenfocará el Departamento de Justicia a su propósito previsto de luchar contra el Crimen, y Hacer América Segura de Nuevo”, aseguró.
Este nombramiento requiere de la aprobación del Senado.
Bondi fue apuntada para el cargo apenas unas horas después de que Gaetz declinara su candidatura para servir desde esta oficina, durante la entrante presidencia de Trump, a raíz del intenso escrutinio que se estaba realizando sobre una investigación federal de tráfico sexual, que puso en duda su capacidad de ser confirmado para el cargo.
“Si bien el impulso fue fuerte, está claro que mi confirmación se estaba convirtiendo injustamente en una distracción para el trabajo crítico de la transición Trump/Vance. No hay tiempo que perder en una pelea innecesariamente prolongada en Washington (…) El Departamento de Justicia de Trump debe estar en su lugar y listo desde el primer día”, dijo al dar la noticia.
Este jueves, Matt Gaetz declinó su candidatura para ser el fiscal general de Donald Trump tras el escrutinio sobre una investigación federal de tráfico sexual (REUTERS)
La elección del republicano para este cargo es clave -inclusive, su círculo íntimo considera que se trata del miembro más importante del Gobiernodespués del presidente– ya que será quien facilite la ejecución de gran parte de su agenda, que incluye los proyectos de deportaciones masivas, los indultos a los acusados por el asalto al Capitolio y las represalias contra quienes lo persiguieron durante los últimos cuatro años.
En el pasado, Trump fue muy crítico con el accionar del Departamento de Justicia y hasta lo tildó de obstruccionista.
El vuelo 1915 de American Airlines, que cubría la ruta de Milwaukee a territorio de Texas, vivió momentos de tensión. Afortunadamente, los tripulantes lograron someter al sujeto con ayuda de cinta adhesiva
El rápido accionar de los pasajeros impidió una escalada en el comportamiento agresivo del individuo a bordo del vuelo a Dallas. (REUTERS/Mike Blake)
El martes 19 de noviembre por la mañana, los pasajeros del vuelo 1915 deAmerican Airlines con destino a Dallas vivieron un episodio alarmante que podría haber terminado en tragedia. Según ABC News, a miles de metros de altura, un pasajero intentó abrir la puerta de la cabina del avión en pleno vuelo. La rápida intervención de la tripulación y otros viajeros logró contener la situación, evitando así un desenlace catastrófico.
Este acto desesperado de un hombre canadiense se convirtió en una demostración de valentía colectiva, donde los pasajeros, con recursos improvisados como cinta adhesiva, tomaron medidas extremas para garantizar la seguridad de todos a bordo.
El origen del incidente
El caos comenzó cuando el pasajero, visiblemente agitado, solicitó a una asistente de vuelo que le permitiera abrir la puerta de la cabina. Al ser negada su petición, su comportamiento se tornó agresivo, llegando incluso a golpear a la tripulante que bloqueaba su paso. Fue en ese momento cuando varios pasajeros decidieron actuar para evitar que la situación escalara.
Según el informe policial, tres pasajeros se abalanzaron sobre el hombre, sometiéndolo y llevándolo al suelo, mientras uno de ellos, Doug McCright, describió el tenso momento: “Lo vi dirigirse a la puerta y lo sujeté desde atrás para evitar que la abriera”. Ante la resistencia del hombre, los pasajeros utilizaron cinta adhesiva proporcionada por la tripulación para atarle las muñecas y los tobillos, dejándolo inmovilizado en el pasillo durante el resto del vuelo.
El incidente puso a prueba los protocolos de seguridad y destacó el coraje tanto de los pasajeros como de la tripulación, quienes actuaron con rapidez y creatividad en una situación de peligro inminente.
Detención del pasajero y evaluación médica
Al aterrizar el vuelo 1915 de American Airlines en el aeropuerto internacional de Dallas-Fort Worth, agentes del Departamento de Seguridad Pública del aeropuerto y personal del FBI abordaron la aeronave para controlar la situación. El pasajero, quien permanecía inmovilizado, fue detenido y trasladado fuera del avión en una silla de ruedas para recibir una evaluación médica.
Según las autoridades, el hombre no fue arrestado formalmente hasta el momento, aunque la investigación sobre su conducta está en curso. Las circunstancias de su comportamiento, que incluyeron intentos repetidos de abandonar el avión mientras estaba en pleno vuelo, serán evaluadas para determinar si enfrentará cargos legales. Además, los investigadores han solicitado informes médicos para establecer si algún problema de salud mental pudo haber contribuido al incidente.
Este hecho refleja el creciente desafío que enfrentan las aerolíneas al lidiar con pasajeros disruptivos, lo que resalta la importancia de las medidas de seguridad y de respuesta inmediata a bordo.
La Administración Federal de Aviación verifica el cumplimiento de protocolos de seguridad tras el episodio disruptivo en el vuelo. (REUTERS/Marco Bello)
Declaraciones oficiales e investigaciones en curso
American Airlines emitió un comunicado agradeciendo a su equipo y a los pasajeros por su manejo de una situación desafiante. “La seguridad y el bienestar de nuestros clientes y empleados son nuestra máxima prioridad”, expresó la compañía, sin ofrecer más detalles sobre el pasajero implicado ni los procedimientos específicos adoptados durante el incidente.
Por su parte, la Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que está llevando a cabo una investigación para determinar las causas y circunstancias del evento, evaluando si hubo fallas en los protocolos de seguridad o la respuesta operativa a bordo. Paralelamente, el FBI, que detuvo al hombre tras el aterrizaje, continúa indagando si el comportamiento del pasajero podría clasificarse como un delito federal, dado el intento de comprometer la seguridad de la aeronave.
Mientras tanto, las autoridades del aeropuerto de Dallas-Fort Worth y la tripulación del vuelo cooperan plenamente con las investigaciones, proporcionando informes y registros del incidente. Este caso se suma a una creciente lista de altercados aéreos que resaltan la necesidad de una revisión de los protocolos para abordar pasajeros disruptivos y garantizar vuelos seguros.
Darius Paduch, un reconocido urólogo de Nueva York, fue sentenciado a cadena perpetua tras ser condenado por abusos sexuales a pacientes, incluyendo menores. La decisión se tomó en el tribunal federal de Manhattan, presidido por la jueza Ronnie Abrams, concluyendo un caso que ha sacudido a la comunidad médica de la ciudad.
Con las recientes evidencias presentadas en los tribunales, se acusó a Paduch de manipular y abusar de sus pacientes bajo el pretexto de tratamientos médicos necesarios. Según un comunicado de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, se demostró que Paduch se valió de su posición para atraer y abusar de sus víctimas, engañándolas deliberadamente al hacerles creer que las agresiones eran parte de su tratamiento. “Paduch utilizaba su prestigio para convencer a las víctimas de que los abusos eran ‘necesarios y apropiados’”, destaca The New York Times citando al fiscal Damian Williams.
Los crímenes de Paduch se extendieron a lo largo de varios años y en múltiples instituciones médicas de prestigio en Nueva York, como el Hospital NewYork-Presbyterian y el Centro Médico Weill-Cornell, donde laboró desde 2003 hasta 2023.
Según NBC News, a lo largo de su carrera, Paduch abusó de sus pacientes durante consultas de salud reproductiva al obligarles a realizar actos sexuales mientras aseguraba que formaban parte del tratamiento médico, un comportamiento que “se tradujo en años de abuso” para algunas víctimas. “El patrón de abuso era un rasgo frecuente en su práctica ficticia”, manifiestan los fiscales en declaraciones reportadas por NBC.
Durante más de una década, Darius Paduch utilizó su posición en instituciones médicas de prestigio para abusar de pacientes bajo el pretexto de tratamientos médicos. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La defensa de Paduch, liderada por el abogado Michael Baldassare, ha declarado públicamente su intención de apelar la condena. Baldassare confió en su declaración, citada por The Associated Press, que se encuentran “seguros de que un día será vindicado”, reflejando su convicción sobre la inocencia de su cliente, que ha asegurado mantener durante todo el proceso judicial. Aunque Paduch niega las acusaciones, su accionar ha sido ampliamente condenado, y se enfrenta a múltiples demandas civiles.
El caso de Darius A. Paduch no solo se limitó al ámbito penal; también desató una oleada de demandas civiles presentadas por las víctimas contra el médico y las instituciones donde ejerció. Más de 140 pacientes, incluidos menores de edad, han iniciado procesos legales bajo la Ley de Sobrevivientes Adultos del estado de Nueva York. Esta normativa abrió, entre 2022 y 2023, una ventana temporal para que las víctimas de abuso sexual pudieran presentar demandas incluso si los hechos habían superado el límite del estatuto de limitaciones.
Los sobrevivientes acusan a los hospitalesNewYork-Presbyterian Hospital, Weill-Cornell Medical Center y Northwell Health de no haber tomado medidas preventivas adecuadas, a pesar de las señales de advertencia sobre el comportamiento de Paduch. Estas instituciones están siendo señaladas por supuestamente haber ignorado o encubierto sus abusos, permitiéndole continuar trabajando y teniendo acceso a pacientes vulnerables.
Según la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Darius Paduch engañó a sus víctimas al presentar los abusos como procedimientos médicos necesarios. (X: @Darius Paduch)
Las demandas buscan indemnizaciones económicas por el daño emocional y físico sufrido, además de medidas que fortalezcan la supervisión de los profesionales médicos en las instituciones. Entre las propuestas discutidas están la implementación de protocolos más rigurosos para investigar quejas contra médicos y la creación de sistemas de informes más accesibles para los pacientes.
Mallory Allen, abogada representante de ciento cuarenta de estas víctimas, ha subrayado en una declaración recogida por The New York Times que la sentencia marca el cierre de un doloroso capítulo, aunque reconoce que “ninguna sentencia puede deshacer el dolor y el sufrimiento padecidos por todos y cada uno de los supervivientes que sufrieron abusos a manos del Dr. Darius Paduch, la sentencia cierra un capítulo importante para estos supervivientes”, sentenció Allen.
Durante el periodo de su práctica, Paduch además invitaba a algunas de sus víctimas a su barco personal, donde según se reporta, suministraba sedantes para luego abusarlas. Además de la sentencia de cadena perpetua, Paduch también deberá hacer frente a la restitución económica a sus víctimas, con un monto aún por determinar.