Según un documento al que pudo acceder TN, una pericia confirmó que las balas que mataron a Bastian Escalante Montoya, el nene de 10 años que quedó en medio de un tiroteo en Wilde, salieron del arma del policía bonaerense que se enfrentó con ladrones.
En informe preliminar determinó que la pistola calibre 9 milímetros marca Bersa fue la que terminó con la vida del pequeño que salía de jugar al fútbol en un club de barrio el 10 de julio.
Con este panorama, la querella pidió que el efectivo continúe con prisión preventiva. La jueza Estella del Carmen Mollo, titular del Juzgado de Garantías N°10 de Lomas de Zamora, deberá resolver el pedido en los próximos días.
“Con respecto a los restos de deflagración sobre el arma de fuego recibida, se informa que al dar la reacción de Peter Griess – Von Illoswa RESULTADO POSITIVO (color fucsia), se determinó la existencia de nitritos en la pistola semiautomática de acción simple y doble, calibre 9×19 mm (9 mm Luger), marca BERSA, modelo TPR 9, con numeración serial i3 – JB4797. Lo que permite inferir que la misma HABRÍA SIDO DISPARADA con anterioridad al estudio realizado”, indica el estudio al que accedió TN.
La pericia fue realizada por dos licenciados en Criminalística de la Policía Federal y un técnico en Balística, como parte de las actuaciones complementarias solicitadas por la fiscalía. El informe ya fue incluido en el expediente y será clave para la investigación.
A partir de esta pericia, la querella a cargo del abogado Matías Morla pidió el agravamiento de la carátula contra el policía Juan Alberto García Tonzo (30), que hasta ahora es homicidio con arma de fuego en contexto del exceso de legítima defensa.
Por el caso también hay otros dos detenidos. Se trata de Thiago Uriel Frías (18) y I.O.F (17), los ladrones que intentaron asaltar a Tonzo el día del crimen. Están imputados por tentativa de robo agravado por el uso de arma de fuego.
Así fue el crimen de Bastián en Wilde
El hecho que se cobró la vida de Bastián Escalante Montoya ocurrió el miércoles 10 de julio en Wilde. El nene de 10 años estaba saliendo de su entrenamiento de fútbol acompañado por su madre, Johana Raquel Montoya, cuando se vieron involucrados en una situación de robo y tiroteo.
Mientras caminaban por la calle Caxaraville, su madre notó que unos motochorros intentaban robarle la moto a un hombre que resultó ser el policía Juan Alberto García Tonzo, del Comando de Patrulla de Avellaneda. Antes de que el agente pudiera sacar su arma, llegaron más delincuentes para completar el asalto. En respuesta, el efectivo abrió fuego indiscriminadamente, disparando muchas veces.
Trágicamente, una de las balas impactó en el cuerpo de Bastián, que murió horas después producto del disparo. Las investigaciones posteriores, realizadas por la Policía Federal, determinaron que todas las vainas servidas encontradas en la escena pertenecían al arma del agente García Tonzo.