Camila Ayelén Núñez, la prima de Loan Danilo Peña que registró en una fotografía a su tía Laudelina, a la hoy detenida Mónica Millapi y a un grupo de niños camino al naranjal ubicado a unos 600 metros de la casa de Catalina Peña el 13 de junio último tras el almuerzo donde el chico desaparecido fue visto por última vez declaró como testigo en la primera etapa de la causa en la Justicia correntina. Esa foto se convirtió en un misterio en el expediente: podría indicar, o no, el último movimiento de Loan. Así, Núñez declaró el 15 de junio, dos días después.
Allí, Núñez contó que llegó a la casa de la abuela Catalina a las 11.30. Según relató, «en el lugar estaba su tía Laudelina, su tío José con Loan, Antonio Benítez (pareja de Laudelina) con el hijo J., Daniel Ramírez y Mónica Millapi con la hija M. y dos sobrinos.». La joven no mencionó al capitán de navío retirado Carlos Pérez ni a su esposa María Victoria Caivalla o al menos no lo puntualizaron los documentos a los que accedió este medio.
«Después de almorzar, algunos se quisieron ir a tomar naranjas. Antonio fue el primero que salió por delante y, luego, Ramírez le dijo a su pareja si quería ir a tomar naranjas allá», detalló y relató cuándo tomó la foto que trascendió los últimos días:
«Delante suyo, se iba Laudelina (a la izquierda) y Mónica (a la derecha), luego, (de derecha a izquierda) iban J., su hija, Loan», junto a otros dos chicos. «Delante de todo iba Ramírez», completó.
Según su relato, Loan estaba allí, entre los otros chicos, camino al naranjal.
En el documento consta que Núñez aseguró que ella y Laudelina «llegaron hasta la tranquera de ese lugar y que su tía Laudelina le dijo: ‘Yo no voy a ir a buscar las naranjas hasta allá si acá también hay’, por lo que ambas volvieron a la casa de Catalina. «Anteriormente -continuó- los chicos estiraron una manta a pocos metros de donde estaba estacionado el vehículo en que se movilizaba Ramírez», en la vivienda de la abuela de Loan. Aclaró que no llevaron esa manta para ir a tomar naranjas.
Por último, dijo que «no sabe qué pudo haber pasado». «Como Loan es el más chiquito, creo que jugando habrá querido llegar primero, como queriendo ganarle a los demás».
De acuerdo a las declaraciones de los menores presentes en el almuerzo, Loan se separó del grupo. Nunca más lo vieron. La foto que tomó la prima puede ser el último registro de del niño desaparecido y evidencia que tomó el camino hacia el naranjal, aunque a simple vista no se puede confirmar que se trate de él.
En esa primera etapa, fueron imputados por abandono de persona las tres personas que acompañaron a los seis chicos al naranjal: Benítez, Millapi y Remires. Luego, los fiscales de Goya, Castillo junto a Guillermo Barry, quien se sumó después, pidieron prisión preventiva sin plazo para ese trío y sumaron al comisario Walter Maciel, a Pérez y a su esposa, la exfuncionaria Caivalla por captación de persona con fines de explotación.
Tras ese acto, la causa pasó a la Justicia Federal bajo la calificación de averiguación de ilícito. Una semana después, Laudelina Peña denunció que Carlos Pérez y su mujer atropellaron a Loan, causándole la muerte, y que la amenazaron para silenciarla.
Papá de cinco varones, con problemas de adicciones desde la adolescencia y un diagnóstico de trastorno bipolar; trabajaba en el negocio familiar y, según su hermano, los policías estaban al tanto de su compleja salud mental: “Estamos destrozados”, reveló su hermano menor
Andrés Bartlett tenía 37 años
Fue el tercero de los cinco hijos del primer matrimonio de Lilia (56) y Carlos Arturo Bartlett (65), pero por ser el primer varón llevaba el nombre de pila de su papá: Carlos Andrés Bartlett tenía 37 años cuando la madrugada del domingo falleció en circunstancias sospechosas: la autopsia diría que fue un paro cardiorrespiratorio no traumático, pero la Justicia no está convencida de qué lo provocó.
Minutos antes de perder la vida, videos de las cámaras de seguridad de Goya, en la provincia de Corrientes, lo muestran a Andrés con un pico de exaltación. Tenía al menos una cuchilla en la mano, su torso estaba desnudo y cursaba otra crisis a causa de su adicción a las drogas y su diagnóstico de trastorno bipolar. Pero las imágenes evidenciaron algo más: un patrullero lo atropelló varias veces.
La Justicia sospecha sobre las circunstancias de la muerte de Bartlett: la fiscal de Goya María Eugenia Ballará no está convencida de la versión oficial que indica que falleció en la ambulancia camino al hospital. Mientras aguarda las pericias y los resultados del estudio complementario a la autopsia, tiene en la mira a dos policías. Los que conducían el patrullero en cuestión.
Por lo pronto, los dos sospechosos están presos por decisión de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de Corrientes, que les abrió un sumario administrativo y se sospecha que los echará de la fuerza por la mala conducta. Son el sargento primero Santiago Molina y el cabo Sergio Maciel. Mientras tanto, Leandro Bartlett, el hermano de menor de Andrés, habló con Infobae, contó como está su familia y dio detalles de la historia de la víctima.
“Estamos destrozados, no podemos dormir. Estamos mal anímica y físicamente. Lloramos cada vez que vemos las imágenes. Estamos indignados, tenemos rabia y dolor”, resumió Leandro el dolor por la muerte de Andrés y explicó que todos los policías de Goya lo conocían porque su familia es la proveedora de la comida de los presos de las comisarías de la ciudad y la víctima trabajaba en el emprendimiento familiar.
Además, también lo conocían los policías a Andrés por sus problemas derivados del consumo de estupefacientes, una problemática que arrastraba desde la adolescencia. Incluso estuvo internado en Buenos Aires y en la ciudad de Corrientes para tratamientos, pero fue en vano.
Andrés, Noelia, Leandro, Vanesa y Sergio, los cinco hermanos Bartlett
“Los policías sabían quién era. Hay un chat con un primo que le contaba que lo violentaron en la pandemia cuando fue a comprar medicamentos. Sufría violencia de parte de la Policía porque era fuerte y, si estaba fuera de sí, les costaba controlarlo”, recordó Leandro.
La lucha de la familia Bartlett por el consumo problemático de estupefacientes de Andrés comenzó cuando él tenía unos 14 años. Fue su padre quien descubrió lo que sucedía e intentó ayudarlo: “Cuando era joven fue a Buenos Aires, a pasar un tiempo en terapia en una fundación. Cuando volvió se dedicó a trabajar con la familia, era muy trabajador, pero no éramos consciente de la bipolaridad y él tenía altos y bajos. Hasta que tocó fondo con el consumo”, detalló Leandro.
Andrés era papá de cinco varones
Y siguió: “Sus problemas con la droga fueron mucho antes de que le diagnosticaran el trastorno bipolar. Siempre fue adicto a todo, a la computadora y los jueguitos, al alcohol, el tabaco y las drogas, al juego… Si era adictivo, él terminaba cayendo”.
Su hermano menor desconoce qué tipo de estupefacientes consumía Andrés, pero bien recuerda cómo hace unos tres años lograron declararlo insano y lo llevaron a la ciudad de Corrientes para un tratamiento: “Estuvo siete meses en una institución privada y lo ayudaron a desintoxicarse, pero se escapó y no sabemos cómo volvió a Goya. No quería estar allí, tampoco ayuda. Estaba incontrolable. Mi padre entonces decidió que se quede con él para atenderlo y le dio trabajo”.
Otro video del caso de los policías que atropellaron a un hombre que murió en Corrientes
Sin haber terminado el secundario y con varios fallidos para completarlo en la escuela nocturna, el trabajo en la empresa de eventos y de catering familiar lo mantenía ocupado. Incluso, decidió invertir en una plantación de zapallitos con uno de sus primos, pero no le fue bien.
“El último tiempo estaba bien, durante la semana trabajaba, aunque con diferencias porque era contrero. Y los fines de semana salía y desaparecía. Papá sabía que estaba consumiendo”, se lamentó Leandro.
Andrés junto a su hermana Vanesa y su papá
También lo hizo por los vínculos que perdió su hermano en el camino de las drogas. Andrés era papá de cinco varones de cuatro parejas diferentes.
Al primero, de 15, no lo podía ver, porque la madre se lo llevó a Mar del Plata para alejarlo de la problemática del padre.
Leandro no había terminado el colegio, lo intentó en la nocturna pero desistió
“Ella eligió que la vida de su hijo sea sana. Era desgarrador para él: su primer hijo era lo que más le dolía. Viajó a reencontrarse, pero la mamá no se lo permitió”, contó Leandro, quien tiene además sobrinos mellizos de 3 años a los que su hermano veía, tanto así como al más chico de sus hijos, de dos años: “Él estaba presente y los ayudaba económicamente, siempre que se lo permitieran”.
Entre medio de los mellizos y el menor, nació otro niño, pero la mamá del bebé decidió tener sola y Andrés no conocía a ese hijo.
El accidente ocurrió a la altura del kilómetro 12 de la Ruta 83, en la comuna del Manso, durante una excursión organizada por una empresa de turismo de Bariloche.
Un accidente fatal sacudió el martes por la tarde al río Manso, cerca de El Bolsón, cuando una mujer de 60 años, oriunda de Quilmes, provincia de Buenos Aires, murió mientras practicaba rafting.
El incidente ocurrió en un tramo del río a la altura del kilómetro 12 de la Ruta 83, en la comuna del Manso, durante una excursión organizada por una empresa de turismo de Bariloche. El rafting es un deporte de aventura que consiste en descender por ríos de corriente rápida a bordo de una embarcación inflable.
El hecho se desencadenó cuando volcó el gomón en el que viajaban la víctima y otras personas. Alejandro Namor, jefe de Bomberos de El Bolsón, explicó que las embarcaciones suelen estar acompañadas por dos kayaks de seguridad, uno adelante y otro detrás, para asistir ante cualquier contingencia.
Sin embargo, pese a los esfuerzos del equipo de rescate, el río arrastró a la mujer aproximadamente 400 metros antes de que pudiera ser alcanzada.
“Uno de los kayakistas logró rescatarla y comenzaron de inmediato con maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), pero lamentablemente no hubo éxito. Minutos después, cuando llegó la ambulancia, se confirmó su fallecimiento”, detalló Namor.
La mujer estaba acompañada por dos amigas, quienes también iban en la embarcación, pero lograron ser rescatadas sin mayores inconvenientes. Según fuentes oficiales, el accidente ocurrió durante una etapa avanzada de la actividad, aunque aún no se han determinado las causas exactas que llevaron al vuelco del gomón.
Equipos de bomberos de Mallín Ahogado y de la central de El Bolsón, junto con personal policial, acudieron rápidamente tras el llamado de emergencia recibido a las 19:30. Pese a la pronta respuesta, el rescate no logró evitar el trágico desenlace.
La Fiscalía ya tomó intervención en el caso para investigar posibles responsabilidades o negligencias en la operación turística. El cuerpo de la víctima fue trasladado a la morgue local, donde se le realizará una autopsia para aportar más información sobre lo sucedido.
Este accidente resalta los riesgos asociados a deportes de aventura, incluso en actividades organizadas por empresas especializadas. Las autoridades recordaron la importancia de extremar las medidas de seguridad en este tipo de prácticas y continuar monitoreando las condiciones de los ríos de la región, conocidos por sus corrientes intensas.
Con la llegada del calor y el aumento de los casos de dengue, surge una duda importante: ¿puede el mosquito transmisor picar a través de la ropa? La Argentina, al igual que muchos países de la región, enfrenta una amenaza creciente por el Aedes aegypti. En Brasil, por ejemplo, el número de casos superó los dos millones, una cifra alarmante que genera alerta nacional.
Un sorprendente hallazgo sobre el Aedes aegypti
Recientemente, una investigación de la Universidad Federal de Lavras (UFLA), en Minas Gerais, sacó a la luz un sorprendente descubrimiento sobre el comportamiento del Aedes aegypti, conocido transmisor de enfermedades como el dengue y la fiebre amarilla urbana.
Joziana Barçante, coordinadora del Centro de Investigaciones Biomédicas de la UFLA, reveló que, gracias a la forma alargada del aparato bucal de las hembras, el mosquito es capaz de picar a través de las telas, hecho que cuestiona la noción de protección que ofrece la ropa. La investigadora detalló que en las imágenes captadas durante el proceso se muestra a la hembra penetrando la tela para llegar a la sangre, lo que revela que la ropa por sí sola no garantiza una protección total contra las picaduras.
Barçante explicó que las imágenes capturadas durante el estudio muestran claramente cómo el mosquito perfora la tela y llega a la sangre, poniendo en duda la eficacia de la ropa como una barrera de protección total. Este hallazgo podría transformar las recomendaciones de prevención del dengue, ya que anteriormente se asumía que la ropa cubría las zonas expuestas.
Nuevas recomendaciones: el uso de repelente en ropa y piel
A raíz de este descubrimiento, los expertos subrayan la importancia de aplicar repelente tanto en la piel como en la ropa. Se aconseja su uso antes y después de vestirse para aumentar la protección, especialmente en las zonas donde las picaduras suelen ser más comunes, como pies y tobillos. Este nuevo enfoque está llevando a las autoridades sanitarias a reconsiderar sus directrices para mejorar las campañas de prevención y sensibilización en la población.
La UFLA, en colaboración con la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), planea ampliar la investigación para examinar si el grosor y el color de la tela influyen en la capacidad del Aedes aegypti de picar a través de ella. Estos estudios adicionales podrían aportar información vital para desarrollar materiales y tejidos que ofrezcan una mayor protección contra el mosquito.
Prevención esencial: más allá de la ropa
Ante estos nuevos descubrimientos, el uso constante de repelentes, mosquiteros en puertas y ventanas, y ropa adecuada, son más importantes que nunca. También es crucial atención médica ante síntomas como fiebre alta y dolor intenso, ya que buscar el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado es esencial para una recuperación segura en caso de dengue.
Estos avances en la investigación podrían representar un cambio en la forma en que nos protegemos de enfermedades transmitidas por mosquitos. Para la población, comprender estas medidas preventivas y aplicarlas correctamente es fundamental en la batalla contra el dengue.